13/12/08

Las Hijas del Caballero.

Conocimos a las hijas del caballero.
Bueno a Isobel ya la conocía.
Apareció en Perú cuando nos precipitábamos al caos.
Bethan apareció tras la luz que portaba pero se desvaneció de súbito cuando el pabilo de la vela que empuñaba se extinguió ante el peso que lleva ahora mi nombre.
La luz quería distinguir el mal y reconoció en mí un mal.
La oscuridad no parecía nada acogedora. El mar rompía justo detrás nuestro, haciendo que la sensación fuera la de estar perdidos tras haber salido de el en una costa extraña. Xavier, mis hijos y yo misma empezábamos a estar ateridos por la humedad del agua que empezó siendo la de la piscina de la torre pero que había mutado a la de este otro lugar del que no nos imaginábamos como regresar.
Sin embargo la llama de la vela volvió a aparecer y la fina figura que la portaba nos encontró. Apenas el baile de la luz brillaba en el aire pero en los rasguños que le aprestaba a las tinieblas contemplamos el blanco moteado del ropaje que vestía y el contorno indudable de la mascara que coronaba su cabeza. Después cuando la vela incendio la hoguera que ella había preparado y la lumbre destaco el vaho en sus palabras y los movimientos de su danza alrededor del fuego pudimos destacar la constelación de pecas en su rostro y su espalda y el brillo de una patina de ojos despiertos y jóvenes a medida que la barrera entre los mundos se difuminaban consumidas en el calor y la ordalía.
Destacó también entonces la figura de porte a su lado y el rostro conocido y afable de Isobel Cadwalager.
Fue ella la que me reconoció y nos explico donde estábamos. Nos habíamos desplazado hasta la vera de los despojos de una vetusta torre lejano tiempo construida y después arrasada, en la costa de las tierras de Gales que enfrentan al Mar del Norte.
Había sido Bethan la que nos había sentido llegar y había sido el recuerdo de Isobel lo que las había impulsado a ayudarnos y rescatarnos.
La Diosa las bendiga con felicidad y misericordia, por que también nos acogieron en su casa, nos ofrecieron el calor de sus chimeneas y la suavidad de sus camas.
Es así como acabamos recuperándonos en una gran casa solariega y un pequeño castillo que guardaban las antiguas ruinas.
Una casa cuyo escudo de armas destacaba sobre el dintel de la puerta y muestra una espada sobre la que se enrosca una serpiente. Una imagen que transcurridas las jornadas y las conversaciones tiene mas lecturas que la mera heráldica.
Conversaciones que se iniciaron aquella misma velada y que se extendieron por los siguientes días y meses de descubrimientos y decisiones.
Sentados a su mesa, descubrimos que Bethan e Isobel son hermanas, pero escondida la razón en aquel entonces aun en el misterio, de madre distinta. Quizás eso explica el animo diferente que inspiran al verlas, juntas y por separado.
Bethan posee un aura bella y brillantemente nocturna como si fuera hija de la luna e Isobel tiene una firmeza y una calidez protectora que nos recuerda al sol. Y sin embargo juntas no se distorsionan si no que se complementan tan bien como la noche y el día.
Aquella noche primera de descanso, después de haber dormido a los chiquillos aun departimos un poco para fijar nuestras situaciones. Nos empezamos a contar cosas y nos ocultamos otras en este mísero juego de confianzas truncadas en el que se ha convertido el trato humano.
Un juego que yo sobre todo, me esfuerzo por asumir. Aun recuerdo a Bropius y recuerdo los despojos de la venida de su Madre.
Por eso tuve mucho cuidado. Aun con dolor de mi corazón.
Por que las muchachas fueron muy abiertas y amables. Hasta donde pudieron llegar. Los secretos no se reducen a nuestros corazones.
Bethan nos contó que era estudiante en la universidad de Cardiff y que había aprendido las artes de la Brujería como yo poco a poco, pero según creo yo mas sabiamente. Ladirigieron las leyendas y canciones que se atesoraron en aquel lugar. Las que me imaginado protegía su padre. Isobel nos contó quien era el, nos enseño su vestimenta de acero de caballero y nos confundió con la pregunta de por que cuatro años atrás se marcho junto a una sombra agarrando solo la espada, para no haber reaparecido aun a día de hoy. Lo cierto es que en aquel momento no supe que pensar, pero a la luz de lo que descubrimos después tengo una sospecha. Una sobre la que no me atrevo a hablar con ellas.
Sin embargo en aquel momento, con el sueño sobre nuestros ojos y el agradable beso del calor del fuego, nuestras ideas flotaron por otros derroteros.
Bethan y Xavier, quizás mas jóvenes e inquietos y menos oprimidos por obligaciones
siguieron compartiendo sobre música y otras pasiones. El les hablo de su voluntad con el piano y ella nos canto viejas canciones ligadas a ese lugar en donde estábamos. Canciones con una intensidad tal que entiendo el por que no se pueden banalizar escribiéndolas sobre un papel. Son tonadas que perderían parte de su alma, no se si me explico bien. El idioma musical escrito no llega a representar todas las emociones, sensaciones y visiones. Ni siquiera el Ogham que esta hecho para ello, puede con ellas. Perderían su Hechizo.
Son canciones que se oían cuando la Serpiente residía en estos parajes. Por que Bethan e Isobel nos contaron que la torre junto a la que aparecimos fue en sus tiempos un lugar de poder como el nuestro y que lo protegía un ser marino que culebreaba y se enroscaba sobre sus costados de piedra.
Antes de que Isobel se retirara a sus estancias hablamos de aquella época de antaño y las similitudes con nuestra época. Hubo más barrancos que puentes por el temor a desvelar algo que comprometiera a nuestra gente. O que las pusiera a ellas en peligro.
La conversación paso a centrase a los niños y a los hechos acaecidos en la selva.
Isobel le había contado a su hermana sobre Asier y yo añadí a Eriltes.
Mientras ni Xavier ni Isobel estaban yo no le escamotee ni un detalle a Bethan de los
acontecimientos de la concepción y nacimiento de mi hijo. De todos los detalles y de todos los puntos de vista. Fue como una descarga, liberando una opresión. Lo he contado antes y lo contare después pero es Bethan la primera que creo que puede comprenderlo para bien o para mal, bajo mi prisma. Por que Bropius y Eriltes no pueden contar. Bethan me dejo bien claro que hay ciertas criaturas y seres de los que ni siquiera hay que mencionar el nombre.
Cosas como ellos, de lo que yo me he tomado muy buena nota y grabado ese conocimiento.
Algún día hablaremos mas y desentrañaremos las verdades hasta el final. Por negro que sea.
Pero entonces se que seguimos hablando de otros temas que no recuerdo por que la necesidad de dormir me envolvió y en la duermevela todo se difumino.
Recuerdo que deje a Xavier con Bethan y conversaban y congeniaban. Me alegre y me alivie.
Sinceramente dormí, lo que creía no iba a ser posible. Dormí a gusto como hacia tiempo. Arrope a Annette junto a mí entre las mantas en el colchón de lana y mecí a Asier en su cesta de niño junto a la cama. Nos abrazo la oscuridad redentora y confortable y el silencio y la tranquilidad de la casa de las hijas
del caballero. Recuerdo que antes de sumergirme en el sopor me decidí a pedir asilo allí por unos días. Pensé que aquel seria un buen lugar para que los niños olvidaran, sobretodo Annette, lo que había pasado.
Antes de que llegáramos a este remanso de paz. Antes de que vieran a Eugen. Antes de
que los asustara.
Tengo miedo. Tengo miedo por que Annette lo ha visto. Lo ha visto si tapujos ni mascaras. Y maldita sea tiene solo dos años. Algo tengo que hacer. Debo pensar y sobreponerme sobre el miedo. Y decidir lo mejor para ellos aunque me duela. Aunque me de malos sueños.
Sin embargo aquella noche ni siquiera soñé. O quizás tuve el sueño vacío que buscaba.
Quizás por ello el día siguiente fue el día de la urgencia.
No imagine que al día siguiente Xavier marcharía hacia Paris, para solucionar un asunto pendiente que solo creo podía solucionar él. Aunque no lo hizo solo. Al menos no todo el camino. Bethan hasta Edimburgo fue con el.
No imagine el paseo al paso del caballo por el bosque, las inscripciones antiguas en los árboles y la tumba.
La tumba de la madre de Isobel.
No imagine la urgencia que te puede brotar de un momento al siguiente por la mera
percepción que recibes y por la simple revelación que conlleva implicaciones nada simples.
La urgencia de actuar, y de inmediato dejándose de zarandajas, desconfianzas, y dudas. La necesidad imperiosa de estar junto a estas dos chicas y sobre todo de cumplir la obligación de que no estén solas.
Por que la visión que obtuve de aquella tumba coronada por la representación marmórea de una bella mujer a la que sostiene un ángel para que no caiga, esta vacía. Y no lo esta.
Por que al invisible ausencia del cadáver le acompaña la visible para el ojo acostumbrado presencia de los espectrales brazos, y manos y caritas terribles que tiran con denuedo hacia abajo, hacia la ciudad voraz de los Malditos.
El mismo lugar a donde llevaron a Maria. El mismo lugar al que me juro todos los días no pertenezco.
Esa es la razón de que me empeñara de llevar a Isobel con Joao y los demás muchachos, tras ver su mirada atravesando la niebla cuando le hable de Eren Vej. De que Bethan y yo y los niños compartiéramos tardes de verano y mañanas de otoño al teléfono.
La urgencia viene de que sentí que el peligro esta sobre ellas desde dos lados.
El peligro que no le hemos traído hasta su puerta nosotros.
Maldita sea, llamarlo palpito y considerarlo en la medida de que puede estar equivocado.
Pero vi en mi cabeza la escena del día que el padre de Isobel y Bethan marcho a lo
desconocido. Y le pongo rostro a la sombra a su lado.
Es un rostro en piedra blanca al que a duras penas un ángel mantiene a salvo.
Puedo rezar por ellos todos los días.
Pero por sus hijas hay que hacer mas.

Las Torres que se Hablan.

Ya no estoy segura de lo que la torre es.
Y lo peor que esta sea segura.
Se me han reafirmado ciertas sospechas, entre ellas la que disuelve la sensación de hogar y refugio.
El hogar deja de serlo cuando te asusta lo que le pueda pasar en él a tus hijos.
Y estoy terriblemente asustada de lo que puede hacerle este lugar a mis hijos.

La ultima vez, ha sido tan simple como que suena una nota de piano de la mano de Xavier y que el suelo tiembla y cuando estas huyendo para protegerles te des cuenta que ya no te encuentras realmente en la misma habitación en la que estabas, y que andas por un edificio que físicamente crees reconocer pero no es mas que otra mascara de una de las ignotas partes que lo conforman.
Son tan inabarcable las caras que me imagino puede tener.

Me es difícil comprender y explicar un lugar como la Torre.
Vivo en ella desde hace mas de cinco años y mis esfuerzos por entenderlo se pierden en ese tiempo y lo único que sé es que cuando creo que tengo la comprensión, ocurre algo que me hace perder la fe en mis reflexiones o me aleja la atención sobre lo que es este edificio resulta ser.
Me resulta como contemplar un cambio en el estado de animo tras otro de algo tan abstracto como el espacio y el tiempo. Un cambio al que estas unida.

Judith me dijo una vez, cuando por primera vez Eugen vino a mi, y con toda la razón de su santa alma, que la torre somos los que vivimos en ella.
Pero tambien hay una torre como certeza de piedra, cemento y acero, que también existe y existía antes de que nosotros llegáramos, y que experimenta trazas de una existencia transcendental como la de una criatura viva. Una existencia innegable.

Esta es la expresion de una conjetura que se ha ido madurando en mi en el tiempo a traves de lo que siempre he sentido y lo que he visto. Una vision mia, parcial entonces pero no creo que errada.

La torre, el edificio, es algo vivo.

Se que me repito, pero es el principio, cuando digo que creo, sueño y veo que todo, absolutamente todo, esta vivo.
Es una seguridad que adquieres cuando contemplas el Árbol en cada grano de arena, en cada guijarro, en los terrones que pisas, la hierba, los insectos que corretean, conejos, corzos, abubillas, tocones muertos, altos castaños y robles, los niños, las bicicletas, los libros y las casas. Y los edificios.
La vida se extiende por la rotundidad de la sustantividad en lo inanimado, lo animado y lo imaginable.
Cada una en su lugar y con su halito y tempo. Pero en su canto, que escuchas, aunque distinto, son lo mismo.
Una piedra no atrae nuestra consciencia hacia la vida como un rio por que su ciclo es difícil de concebir y contemplar. Su alma sin embargo suena, aunque sea mas tibia.
Un río canta a todas horas y decide sus pasos en ocasiones varias veces en una estación, un lapso lo suficientemente corto como para contemplarlo. Y para vernos reflejados. Y para entenderlo.
Las ideas son unas criaturas vitales mucho mas volátiles. Se escapan entre los dedos de lo que entiendes. Destellan desde el nacimiento a la muerte en días o horas o permanecen inamovibles por periodos mas largos que los de las montañas. Buscan un nicho donde prosperar, crecer,y multiplicarse. Por que lo mas impresionante de la Vida es su capacidad de que sus seres aniden unos dentro de otros.
Por que la Vida no es aislada y solitaria si no que se agarra entre si con mano fuerte y dedos largos. Asi la Vida prevalece y se extiende.
Los peces nacen y mueren en los ríos que se desplazan y transforman.
Los arboles se yerguen sobre la tierra pulsante que modifica su rostro con el paso de los siglos.
Los conceptos y los sueños cohabitan en las mentes de los otros seres y les inspiran crear, transformar o destruir. Lo que se crea , transforma o destruyen hace germinar otras ideas.

El Todo que configura el Árbol de la Vida esta infinitamente mas entrelazado de lo que nadie puede concebir y posee sus equilibrios complejos, sus indefiniciones creadoras, y sus desequilibrios simples.
No es mas sorprendente que puedan tomar forma.

Las arquitecturas febriles se desplazan de lo invisible a la realidad y viceversa.
Los castores construyen sus diques sobre las corrientes con ramas y lodo y las abejas y las avispas crean colmenas en las ramas y troncos de los arboles con saliva y papel.
El mar tiene sus arrecifes que se transforman en islas y las montañas sus bosques y lagos.
El hombre gesta constructos inimaginables en un inicio, que se transforman en seres agregados de piedra, madera, metal, u otros componentes nacidos de las ideas y tan mudables como sus padres lo son cuando comienzaron.
Su vida es mas corta que la de cordilleras y montañas por la razón que en su corazón aun fluye un fuego etéreo en el que el combustible resulta una materia mas resbaladiza y caduca. Pero es asi como adquieren la capacidad de fortalecerse en la realidad un poco mas lejos de los limites. Pueden cambiar los limites. Al partir de la idea, la función y el concepto que su benefactor albergo en su mente este puede olvidarse, cambiar con el paso del tiempo o llegar mas alto.

¿Y entonces que pasa en la torre? ¿Que esencia la conforma?

En un inicio se partio de las mismas raices. Pero en su final quiso ser mucho mas.
Esta es una estructura concebida de una serie de horizontes mas complejos que el de una simple construccion. Cada retazo de la arquitectura ha sido meditado hasta el mas invisible detalle. Los materiales y las formas se escogieron con unas resonancias y aspectos propios y especiales. El emplazamiento elegido, comprende un nudo en el que las esencias de la vida, de la tierra y de la ciudad, se recogen y se funden. La torre recoge todos estos propósitos y añade o resta aquellos que nosotros y los que han venido aqui, hemos ido añadiendo.
Lo que Perret pergeño era un conjunto que ni el mismo comprendía del todo pero que funciona desde el primer instante en que se puso la ultima piedra, antes con su columna vertebral hecha de cable en su seno y ahora sin ella.

Lo que nosotros habitamos no es un edificio.

Es la coagulación de unas ideas, imágenes y verdades que hace tiempo se separaron. Es un ser que habla en un idioma de personas, hechos y lugares que se cruzan para respirar la misma idea en el mismo instante. Que habla con otros seres como él mismo en palabras de Tiempo que es eterno y salvaje y de Espacio que esta en todas partes. Que posibilita el camino que une los tres mundos: Celeste, Medio e Infraterreno, no manteniendolos juntos, si no retomando la certeza de que son uno solo.
Por el que suben los demonios y bajan los ángeles.
Son los puentes sobre la grieta que iende el Arbol, la Vida, y a todos los seres vivos. El puente por que aunque son varios solo hay uno.
Es la torre del eremita, en el que el sabio anida y asciende y que el monstruo ocupa y escarba su cubil.

No son las torres que se hablan, el lugar para que crezcan los niños.
No es en absoluto un lugar para vivir.
Es un ser con el que unicamente debes convivir para buscar tu destino.
Es un ser al tiempo terrible y loable.
Y este ser, Diosa, que se agita, y se alimenta y nos transforma, esta en medio de Paris.

¡Esta Torre, Perret, la pusiste en medio de Paris!

Las Dos Vigilias.

Estar por la tarde ayudando a Marion en sus ejercicios motrices no se puede considerar como velar a un enfermo pero a de hacerse. Y Xavier necesitaba un descanso.
Demasiada Marion y mas si es Marion en un hospital puede ser considerado contraproducente.
Xabier se fue a dar una vuelta, necesitado de café y aire fresco y yo me he quedado con ella.
Se ha portado muy bien, extralimitadamente bien. En medio de la una guerra que yo traje hasta el corazón de nuestra casa, no le dolió hacer un esfuerzo supremo por tratar de salvar a Xavier de una caída fatal. Doler es una mala elección de verbo. Creo que le ha dolido y mucho. Que se ha provocado otro infarto cerebral y van un numero que no conozco.
Le aguantaría su insistente impertinencia y su bocaza imparable hasta el fin de los días. A la cuidaría no importando el sobreesfuerzo que me costase.
Me la imagino, allí de pie sangrando por la nariz y los ojos se me conmueve el pecho.
A Xavier no me lo tengo que imaginar. Lo vi volar hacia el suelo y luego al techo de mi habitación, como un pelele y caer. Y sin embargo aun se empeño en que aquella arpía no se llevara al niño, utilizando lo único que se le ocurrió en ese instante.
Gloria a la madre por ese sillazo y por los hombres valientes, que la Diosa los bendiga.
Debe estar dolorido y traumatizado y sin embargo aquí ha estado y esta, al pie del cañón verbal humeante que es Marion y su segunda recaída.
Cuidándola sin importarle como esta él.
Mi convalecencia comparada con las suyas me importa un carajo y sin embargo la he sufrido y conmigo Yue. Por que ella no se ha movido mas que a ratos del borde de mi cama, desde que aparecí con Asier en la piscina de la torre.
Me ha limpiado la sangre, el orín y las heces y ha procurado que no sufriera en el tiempo de mi postración. Ella que esta hecha para pelar y lo sabe, que apenas unas horas antes tenia las tripas por el suelo, me ha enseñado sin separarse de mi lado que se pueden ser mas cosas.
Hizo su vigilia sin importarle nada mas, igual que todas esas buenas personas: Natasha, Eila, Xavier...
Yo he venido a hacer esta otra vigilia en las mismas condiciones.
Sin importarme mas que las personas por la que la haces.

Tribulaciones en Casa de la Bruja (iii). Los Roces y Las Palabras

- Esta bien - dijo una voz familiar y suave contestándome a la pregunta de como estaba Asier. No podía ver de donde partía por que tenia calcinados los parpados.
-No te preocupes por el - volvió la voz a dedicarme su atención con delicadeza - sera mejor que no hables.
El dolor caía de golpe en cada movimiento aunque fuera casi insignificante y solo la estela de unos roces profusos dejaba una sensación como bálsamo sobre el resto del suplicio.
- Entraste ardiendo como una tea - dijo Bropius - pero ahora te curaras. El ungüento de madre te curara.
Diosa, debí haberme quemado gravemente y solo la fortuna sabia como aun podía respirar. Fui poco a poco consciente de cada grieta en la piel y la carne y del palpitar casi audible de la sangre en cada centímetro de mi cuerpo. El olor a quemado era lo único que podía captar.
Aun así quise abrir los ojos, me empeñe en verlo.
Milagrosamente mis corneas no se habían derretido y al entender lo que quería Bropius me mostró al chiquillo. Dormía y bostezaba plácidamente sin ningún rasguño evidente y la gracia de la Diosa me alivio aunque no pudiera sujetarlo sobre mi pecho y lo máximo fuera rozar su manita con la punta de los dedos.
Bropius lo dejo a mi costado para que lo pudiera notar mientras relevaba a su madre en las tareas de aplicarme en el cuerpo entero la medicina.
No vi donde iba ella y no me preocupo. Me concentraba en que le pasaría a Asier, en como acabaría para él la noche, en que no veía como podría alejarlo de aquel lugar y de su abuela. En que lo iba a dejar indefenso.
Bropius me acaricio el pecho y bajo a mis muslos. Me pidió un beso y cuando me negué, no insistió pero reitero su petición de que nos fugáramos. Que nos alejáramos juntos de la torre y de París, los cuatro: él y yo, Annette y Asier. Lo mismo que me propuso allí en casa cuando comenzó esta historia. Que nos lleváramos a los niños para que no crecieran en aquel lugar.
Lo que le aterraba de allí no me lo dijo pero ahora con el tiempo podría expresar varias teorías.
Yo le dije, titubeante, lo que sé. Que no es ese sitio, si no esa gente. Y que no podría abandonarlos. Que debía de cuidar de mis hijos.
Le dije con el corazón en la boca, llena de una convicción que a veces flaquea por que duda si no actuó fruto de una tozudez malsana o por la sincera disposición de estar exactamente donde debes estar y te necesitan.
Entonces me pidió un ultimo favor, una simple prevenda: Ver al niño al menos una vez al mes, con cada luna llena.
En aquel momento accedí, quizás por que soy una blanda y siento que todo niño tiene derecho a conocer a su padre, pero lo que ha pasado con esa decisión lo debo contar mas tarde y en su propia medida.
Se acabo la ultima gota de la unción y si me estaba quieta era como si flotara en una nada sin dolor, pero que no deje durar por que mi mano buscaba la de Asier.
Eriltes entonces hablo y dijo que debía marcharme y trate de alzarme, de coger al niño.
Apretar los dientes no es suficiente y fue la nada considerada mano de la Bruja la que me incorporo.
Su voz me fue imposible de evitar.
- Os dejo ir. Me gustas. - restallo su lengua - pero conoce que tengo en gran consideración a mi Sangre.
- Si eres mala madre te matare. Una de esas lunas no sera Bropius el que encuentres si no a mi.
Entonces me alzo en brazos como si no pesara nada y se encamino hacia la terraza de su casa. Instintivamente yo acune a Asier sobre mi pecho, me hice un ovillo con la intención de que nada lo tocara sin pasar antes por mi, vana esperanza en cuanto Eriltes nos transporto al borde del abismo que se precipitaba mas allá del balcón de la torre donde esta su morada y sin ceremonia hizo lo que yo temía.
Nos soltó y los dos caímos directos a un mar de olas bravas, en el que en el borde de una de ellas nos sumergimos y su golpe nos impulso hacia los cimientos del edificio.
Hacia adentro.
De vuelta a casa.
A la torre.

Tribulaciones en Casa de la Bruja (ii). Bautismo en el Fuego.

Que tenga trazas de místico o sobrenatural no deja de convertir al fuego en fuego. Cuando atraviesas la llama esta quema aunque brote de un misterio.
Después de incorporarme sobre el llano cubierto de ceniza al otro lado, mis ropas, mi pelo y mis uñas ya no existían devoradas por la pira.
Debía de haber dolor, seguro que lo había en algún lado, pero de manera sorprendente había quedado relegado y escondido muy lejos de la superficie, lo que lo hacia mas inquietante por lo que la sensación de insensibilidad te aleja de lo que te hace humana. Quede allí sobre el yermo mas desnuda que lo que imaginas posible. Desnuda de algo mas que esta bajo la piel.
No me detuve en la contemplación de las sensaciones ni un segundo mas. Pensaba en Asier. En que aquella ultima acción desesperada de arrojarlo lejos de mi le hubiera evitado el tormento del paso a aquel infierno.
Pero no hizo mucha magia para notarlo tan cerca como a mi alrededor, disuelto en los copos de ceniza que hollaba, junto a otras tantas cosas que digo que amo, y que yacían en rescoldos consumidos ya fríos en aquel yermo calcinado donde no habitaba nada mas que un rumor que se acrecentaba hasta unirse a su gigantesco dueño, no mas que un engendro de patas de carnero y cabeza de león que se detuvo a contemplarme en silencio.
No había nada mas que ver, sentir o escuchar en ese el que creo con firmeza mi mas verdadero paisaje interior.
No hay.
Ni hierba verde, ni arboles, ni sol, ni risa de niños, ni miradas intensas de bebes. Todo lo que pongo se calcina y se convierte en ceniza.
Es demoledor y lo seria mas si no hubiera visto de reojo el ascua viva de la posibilidad que me dio Pola, la Diosa lo bendiga si ya no lo esta haciendo.
A mi vino Maria y me insistió y me insistirá en que esa envoltura es la que debo ser.
Que ese avatar con el aroma retorcido de Gaia es la obra del Dios que soy y debo aceptar para remplazar a los otros Dioses.
No sé cuanto se lo podré llegar a gritar, decir que no soy un Dios ni que lo pretendo o lo he pretendido en algún modo.
Que me basta el esfuerzo titánico de mantenerme humana.
Me puedo desgañitar pero lo cierto eso que vi es lo que hay en mi.
Mi monstruoso descenso egoísta a la Divinidad y una oportunidad de no tomarlo.
Lo demás, aquello que tendría que tener aquí, en mi, sustancia, es pasto de un fuego inmisericorde.
Encaminé mis pasos de regreso hacia las llamas cegada en mi intento de mirar mas profundamente, pero no hay separación ni diferencia entre ese Daimon y yo. Es mio tanto como lo soy yo.
Solo hay una cuña que los separa. Una cuña de bendición. Un resquicio.
Esa creo que fue mi revelación tras aquel bautismo.
Luego me decidí a volver a entrar.
El fuego me volvería a reclamar su precio.
Pero tenia que regresar.
Asier aun estaba al otro lado.

Tribulaciones en Casa de la Bruja (i). La Tribulacion

Aun con Asier en los brazos, la Bruja me levanto en volandas sin la mas mínima consideración. Se había cansado de mi negación. Iba ha hacerlo iba a echarme ella misma al fuego.
Achacaba mi pertinaz oposición a la cobardía cuando lo que realmente me llevaba hacerlo era mas complejo. No le tengo miedo al fuego de las visiones, las llamas que los dioses crearon para abrirnos los ojos aun con la muerte. Entiendo demasiado bien las reglas del oráculo y que la forma en la que afrontas el vaticinio lo afecta. Y no es lo mismo entrar en la revelación, en unión con lo que creo que es enemigo de con lo que me he comprometido que, que no. No es lo mismo entrar, que ser arrojado.
Las palabras y las acciones son importantes y poderosas, y un trato es un trato aunque su contenido sea nimiamente pequeño, pactar con ella era pactar y mancha. No hay males menores.
Lo único que lamento es no haber sabido reaccionar a tiempo para proteger mejor a Asier.
Ahora, colgaba de las poderosas garras de Eriltes por haberme negado en redondo a su requerimiento.
No debía atravesar aquel fuego por que ella lo quisiera.
Doy gracias a la Diosa por que ella, Eriltes, fuera lo bastante benevolente o maléfica para no amenazar directamente a Asier. Si lo hubiera hecho hubiera hecho todo lo que hubiera querido. Todo.
Lo único de lo que me arrepiento es de no haberlo soltado antes. De no haberlo dejado en el suelo un momento antes de que me atacara. De no haber suplicado al menos que me dejara soltarlo en la forma correcta. Tenia tanto miedo por él que no fue hasta el ultimo instante en el que se borro todo bloqueo. Ese ultimo instante en que la Bruja me lanzo al fuego sin miramientos y que solo la suerte y los Dioses me permitieron evitar que viniera conmigo.
Suerte. Demasiada suerte. No debería entrar en estos juegos de poder. Por que sé el grado de impotencia que llega a tener mi falta de fuerza y de astucia.
Pero existen momentos en los que no puedes elegir pedir mas tiempo o una mente mas brillante.
Uno de ellos explica como llegue hasta allí, precipitándome hacia el clamor crepitante de una hoguera primordial, con Bropius, su padre como único valedor de la vida de nuestro hijo.
Atrás quedaron los hechos, desgranados uno tras otro hasta llegar a ese preciso instante.
Todos los planes que trace y todas las precauciones se derrumbaron en mi compasión al verlo y dejarle pasar.
No desconfié de Bropius. No valore los riesgos. No pensé en ella.
No avise a Marion, Yue o Xavier.
Por que no pensé que a donde el va , va ella.
Es una verdad que ahora conozco. La de la correa de la Sangre que la Bruja enarbola. La que por todos los medios luchare para que nunca exista con Asier.
Desenvuelto de todo ello esta que Eriltes puso sus garras en Asier. Que Xabier casi se mata en un descenso de veinte pisos. Que Marion casi se funde el cerebro intentando evitarlo. Que Yue acabo destripada. Y que en la trifulca resultante, incapaces de detenerla con valor o magia, yo hiciera lo que hago siempre, agarrar a los que amo sin retractarme por cuales podrían ser las consecuencias. Me lance a los vacíos oscuros sin pensar nada mas que en Asier.
Y después seguí volando esta vez condenada a lo desconocido y en el ultimo instante solo pensaba en él.

Marion y Xavier.

A Xavier lo conocí de forma mas abrupta, y el encuentro con Marion es mas longevo.
Los dos se han mezclado en esta intensa vida de la mano de Eugen, y los dos han tenido mas experiencias traumáticas juntos en apenas unas semanas de las que se debería soportar, gracias a Él.
Xavier viene de España, de ese lugar del norte cantábrico que se llama Oviedo y que siempre me recuerda las lecturas de mi juventud. Es como yo, fruto del mestizaje que no conoce fronteras y esa es el trazo del hado que le ha conducido a Paris. Su madre, un a gran interprete de piano, vivió aquí, en Montmatre y él ha acudido a su legado. Su casa y su profesión y también otras huellas mas profundas que con el tiempo y su permiso quizás llegue a explicar.
Por que él ademas de una buena persona, un cariñoso amigo y un magnifico pianista esta dotado de un increíble talento mental. No solo es que su mente sea fuerte, si no que es capas de traer hasta nosotros, lo que no esta presente excepto en los hondos pozos de la memoria.
Le he visto crear sus casi egregoras con fluidez, aunque cuando son reales y es lo que teme, no tiene el control, aun no, pero pretende remediarlo.
No sé el poder que seria capaz de generar pero, si brota de la mas pura imaginación ,no tiene fondo. Pero no son los peligros inherentes a él lo que me hace ayudarle. Es él mismo, su mirada afable y su ceño preocupado. Su humanidad bondadosa que deseas no se rompa. Y la Diosa y Marion saben lo que la han intentado quebrar.
Él vino a Xavier desde el primer momento y ha ido moviendo mecanismos que no conocíamos para hacerlos caer, aun no conocemos con que fin. A los dos, Xavier y a Marion.
Marion. La conozco mas por fuera que por dentro, y se que es culpa mía. No sé por que la he evitado, le he negado mi abrazo y mi sostén. No sé por que me he dejado atrapar por mi egoísmo y mis flaquezas. Me aleje de ella cuando era, justamente, la que mas necesidad tenia de tener alguien a su lado. Quizás es tan simple, como que quise poseerla y al no poder, pase a negarla. Pero no puedo hacerlo mas.
Ha sido ella la que me ha hecho reaccionar. Me conoce muy bien. Somos tan distintas y en el fondo tan parecidas. Contra mi ingenuidad ella expone una astucia manipuladora refinada pero, lo que me descubrió en aquella conversación en frente de Notre Dame, es que al final buscamos satisfacer lo mismo. Nuestros fatuos Egos henchidos y voraces.
No puedo negar que me veo atraída hacia ella, y es algo que ha rebasado lo puramente sexual. Es su personalidad tan arrolladora como desconcertante, capaz de enarbolar incoherencias irreconciliables en la misma frase y acabar diciendo la ultima palabra. Capaz de cabrearme y sin embargo no enfadarme, si no hacerme volver. Esta tan viva que le duele y ese dolor debe ser insoportable por que a veces creo que no quiere mas que dejar de existir. Acabar con todo y dejar un cadáver y arriesgarse con lo que hay mas allá. Creo que a veces piensa que no seria tan horrible como esto.
Eugen la ha zarandeado mas que a todos los demás. Ella creyó, y no la culpo por que yo también lo he pensado, que con Él bastaría darle todo su amor. Y repitiendo sus palabras textuales le ha tomado todo.
No sé como sigue en pie, pero si sé que no querría que no lo estuviera. Por que entre todos esos momentos penosos brota un deseo poderoso de continuar. Incluso ayudándonos, sobretodo a Xavier. Y a mi.
Esta enredada en esta red de penurias que brota en esta ciudad como los demás y el borde de las herramientas y talentos con las que la han dotado para enfrentarse es mas peligroso para ella que beneficioso.
Pero persevera. Sigue pataleando a su manera manipuladora, desquiciante y cansina. Humana.
Y nos tiene bajo el resguardo de sus alas y nosotros a ella y así estamos.
No nos vamos a perder de vista y dejar de cuidarnos.
No, sé. Creo que en el corazón sabemos que nos va el alma en ello.

Cancion a los que se han Ido.

Cuando me levanto le rezo a la diosa.
Antes no lo hacia nunca, no se si por descreída o por decepcionada.
Era una época mala con muchos malos momentos.
Luego hice tabula rasa. Volví al nivel cero, la superficie del mar y aunque a veces sienta que en vez de subir hacia las estrellas me puedo hundir en la profundidad persevero.
Todos los días rezo.
Hay días que por especiales también rezo por ellos. Los ausentes, difuntos o viajeros.
Quise sacar una oración de mi inspiración pero un día oí esta cancion.
No pude añadirle nada.

"Hay un murmullo en el aire
y tu puedes oírlo
hay una atmósfera que es mágica
oh si, tu sabes que es verdad
hay amor por todas partes
y puedes sentirlo

tu puedes sentirlo"

"En un día como hoy

te puedes imaginar muy lejos
no hay nada que se haya hecho pero sientete bendecido

Cuando cada cosa esta en su lugar
y el sol resplandece en tu cara
Te sientes como el rey de la felicidad

oh si

si, si, si

lo estas sintiendo

lo estas sintiendo"


"Hay un murmullo en el aire

y tu puedes oírlo

hay una atmósfera que es mágica

oh si, tu sabes que es verdad

hay un amor que esta por todas partes

y puedes sentirlo

tu puedes sentirlo"


"Saliste de escena

saliste de la combinación de colores
tu tomaste mi mano y me hiciste sonreír

por eso ahora es el segundo justo de la hora precisa,

ahora llega el impulso que alimenta a los espíritus,
tu llevaste a esta chica a la mayor altura,
oh si
si, si"

"lo estas sintiendo

lo estas sintiendo"


"hay un murmullo en el aire

y tu puedes oírlo

hay una atmósfera que es mágica

oh si, sabes que es verdad

hay un amor que esta por todas partes

y puedes sentirlo

tu puedes sentirlo
lo estas sintiendo

lo estas sintiendo"


"hay un murmullo en el aire

y tu puedes oírlo

hay una atmósfera que es mágica

oh si, tu sabes que es verdad

hay amor por todas partes

y puedes sentirlo

tu puedes sentirlo

y puedes sentirlo
tu puedes sentirlo."


"Puedes sentirlo"


Si quieres oírla en su versión original de los silencer acude a I can feel it. Como siempre no esta aquí exactamente a como fue creada.

16/11/08

Lagrimas al Despertar

Sé que se puede llorar hasta que se te agotan las lágrimas. Después lloras con el resto. El llanto se agarra a la garganta, te congestiona el pecho, te roba la respiración y acaba vapuleandote el estomago como una garra de hierro.
He estado en ese punto al menos tres veces que quiera recordar. La que me ha asaltado esta mañana ha sido de todas la mas desconcertante.
Después de que hayan pasado unas cuantas horas, y al candor de la luz matinal de este invierno que no se me olvidara, se han aclarado los sentimientos tanto como lo hacen las formas bajo la cara visible del día. Están ahí aunque, sinceramente verlos no explica del todo lo que son o han sido.
Eran apenas las diez de la noche, ayer, cuando me quede dormida sobre las sabanas, y ha sido el despunte del alba reforzado en el gemido de hambre de Asier, y no la madrugada como debía ser, lo que me ha despertado, para descubrir que inconscientemente se habían abierto los diques y que la descarga que aflojaba no solo inundaba mis ojos, si no mi ropa de cama y mi piel.
Pasaron los minutos y las horas sin sensación de retroceso, embargada por un compungimiento proverbial, sobre el que he tenido que surcar la ola. El sobrecogimiento que he sentido no borra que había que dar de comer a mi hijo, lavarlo y cambiarlo, y volver a acunarlo por mucho que yo llorara.
Deseo que no haya notado la amargura del limite rebasado, mientras la di el pecho y mis dedos resbalaban temblorosos por sus mejillas, pero la espera del desvanecimiento solo ha llevado a seguir hasta quedarme seca, que no ahíta por que llorar he seguido llorando sin lágrimas.
Es ahora, llegando al crepúsculo que entre los borrones de las poderosas sensaciones que me han atrapado hasta esta hora he podido recuperara los retazos del origen de tan sorpresiva reacción emocional.
Digo retazos, por que son cuadros con desvaídos y huecos inseguros, como los recuerdos que tienes de un sueño. Provienen de un sueño o eso es lo que creo o quizás es algo mas complejo. He oído las suficientes experiencias y he vivido los inicios de otras que me concentro en ello con dedicación. En el mundo real los sueños tienen peso. En nuestro mundo, eso da dos pasos mas lejos. Esa es la razón por la que dicto en voz alta y lo registro.
El brillo de la intensidad de lo real me ilumina, aunque este en la vigilia y tenga el conocimiento sincero de que puede que lo que recuerdo no haya sucedido. Pero sea real o no, sigue ahí. En mi sensación y en mi mirada hacia dentro.
Tuve un sueño, y lo que trato de averiguar es si lo viví.
Entre las brumas de la memoria veo un valle. Es estrecho como el tajo de un cuchillo en la carne de la tierra, pero rebosa de tal variedad y color de vegetación y vida que nos es difícil creer que esta encantado. Las flores penden y cantan con un titilar que se entona a merced del viento y los insectos adquieren mayor luz bajo sus pétalos.
La tierra huele a madre, primavera y futuro.
Hay agua. Junto a mis pies discurre tímido un riachuelo.
Todo lo demás deja de ser importante. El bien que se me ofrece se eclipsa por el horror que el reguero de sangre que sube rezongando por la corriente entre los calveros hasta su fuente en la que mis pies reposan me provoca.
El mundo, la explosión de vida a alrededor es de una hermosura mas allá del éxtasis pero nada te despeja el interrogante que me distrae del resto.
El foco se hace confuso. No hay otro color. Solo un trazo rojo.
Quiero saber que es esa sangre. Me siento tan atraída por su presencia y su movimiento a través de las aguas prístinas que no detengo un paso fuera de la fuente del río, dirigido hacia donde se pierde su origen.
Las reglas de los sueños son vagamente estables. No hay normas. Ese paso que das es como si hubieras dado cientos y la escena que recuerdas palpar con tus sentidos se curva ante el peso de las diferencias.
Se borra. Se recompone.
Lo primero es el hedor.
Estoy inmersa en el aroma de un campo de batalla, aunque sin gloria ni luz de victoria, únicamente una carnicería. Los olores remontan desde los cuerpos a mi alrededor, despojos y cadáveres de personas y seres que no lo son agostan mis pies y me hace imposible avanzar sin pisar lo que era alguien o algo.
El reflejo primario e irracional de lo sacrílego me asalta y me paraliza. Ya me ocurrió una vez. Algo en mi se retuerce ante la muerte a mis pies. Un terror salvaje que te impulsa a salir de ahí y que lucha con la voluntad de permanecer. Mas aun cuando crees reconocer rostros familiares.
Acabo la lucha en cuclillas, con una rodilla apoyada en el miembro blando de un difunto, y con las manos temblorosas buscando en la proximidad una prueba de negación de toda esa muerte, una ascua de vida aun visible a la que aventar. Alguien al que ayudar.
Los dedos se me traban frenéticos visitando carne lacerada, hueso aplastado, órganos tiernos, pelo, piel, caras. Casi cierro los ojos. No encuentro nada en donde estoy, por eso con todo lo que soy doy otro paso trastabillando. Palpo. Ando. Palpo.
Me muerdo el labio con tanta fuerza que paladeo la sangre fluyendo con mi saliva.
Vago entre los restos de la matanza.
Entonces comienza. Es como una flojera en mi interior. Alguien viene hasta mi, me acaricia y desata los cierres de la prisión para que la presión se afloje pero también para quedar expuesta.
Simplemente te permites conectar.
El rostro que tienes entre tus manos y que no conoces te es completamente familiar e igualmente el que reposa a su lado. Lo son todos.
Ese campo de batalla no se reduce al valle si no que se extiende por los mundos, y es como si cogieran mi muñeca para tirar de mi y llevarme a verlo.
Las lágrimas brotan por el dolor puro que emana del amor que no ejerces pero podrías.
Un amor mas puro, mas limpio, mas abierto, y totalmente desinteresado.
Amor verdadero, en suma, por que no es egoísta ni pende de los frágiles hilos del miedo y hace olvidar la falacia del peso de la muerte y te hace recordar que la verdadera batalla contempla a las almas y no a los cuerpos.
No se pide consuelo, ni calor, ni roce, ni una palabra.
Simplemente se recibe lo que das y te devuelven el gozo que se disfruta.
Cada lágrima se arrastra desde el interior hasta que me nubla la vista y dejo de identificar con los ojos lo que me rodea.
La cercanía se difunde hacia mi y deja de ser consistente.
Es solo un paisaje emocional sin contornos, ni figuras reconocibles excepto las cinco siluetas que se yerguen sobre la superficie de las sensaciones.
Únicamente una sabes quien es.
Yue se ve frágil y resuelta, lo que es preocupante. La herida casi de muerte resopla casi con tanta fuerza como su convicción. Tres pilares oscuros la rodean danzando y una luz cegadora reposa en uno de ellos.
Sus palabras son dichas por voces intensas y las escucho por todas partes aun que reconozco la patina de la suya en la clara resolución en el fondo.

"Lloraras a los muertos"

La mirada de fuerzas elementales cae sobre mis ojos, con la certeza de que no son humanas por la descomunal cantidad de humanidad que ves en ellas.
Has llegado a esa parte de los sueños en que comienza tu desazón y te remueves en la inquietud que o desaparece por que irremediablemente vuelves a ella y vuelves.
Yue se esta yendo y el brillo de su llaga palpita entre la negrura y la incandescencia.
No paro de pensar que es un engaño, que es una de esas situaciones cuyas consecuencias se alargan a lugares insospechados, pero a la vez me digo que es un sueño. No lo es.
Mi vista sigue empañada pero no para ella.
Sigo viendo a Yue aunque se va lejos y sigo llorando.

"Lloro por los muertos"

Mi voz no refleja flaqueza si no serenidad. El tono con el que se suena la verdad sin ambages.

- "¿Lloro por ella"
-"Tal vez" - suena cálido y húmedo.
-"Nunca" - suena severo y decepcionado.
-"Seguro" - se burla travieso y malediciente.

Las voces tienen fondos y los fondos tienen caras, rostros sobre cuerpos desnudos que danzan. Yo también lo estoy.
La calima en fermentación brota de cabellos rubios como las flores amarillas y carnes abundantes y sonrosadas como las heridas. Sus labios son intensos y generosos y los colmillos afloran sobre ellos. Veo sus ojos y veo en ellos la capacidad de amarte y comerte sin que en ellos haya diferencia.
La decepción aflora de una mueca perpetua en una faz casi rígida que enmarcan cabellos encrespados y oscuros. Mira con condescendencia perfecta, llena de la calma inhumana del que todo lo sopesa , lo mide y lo pone en su lugar.
La malevolencia es esquiva por que mi vista no la soporta. Casi no tiene carne sobre los huesos y en la que hay resplandece a pares iguales las ulceras y el cutis angelical.
No le importa que la rehuya siempre se mueve para que sus ojos choquen con los míos. Ojos de gato con pupila humana sobre labios traviesos donde siempre hay risitas macabras. Terriblemente bella y bella hasta lo terrible.
Es la única dispuesta a tocarme. A veces su roce me llena de la gloria del éxtasis y a veces del hielo de la agonía que solo se llena en los corazones rotos.
No necesitan presentarseme. Sus nombres los aprendí antes de nacer.
Son Zana. Iele. Hadas. Son ángeles y demonios guardianes. Paduri, Zilelor y Ciumei. Tergiversados espíritus madrina, repletos de parabienes o de maldiciones.
Son los aspectos del mundo que siempre están en movimiento y danzan por la eternidad.
A través de ellas sigo viendo a Yue como si estuviera en frente.

-"Necesita curarse"

-"Puede que encuentre cura o no, pero de mi la rechazo" - dice Paduri.
-"Y tu no la ayudas si no que la avergüenzas y eso la descoloca" - añade Zilelor.
-"Pero que importa pues ya esta muerta" - sentencia Ciumei y no suena horrible si no liberador.

-"¿Por que te rechazo?

-"Entendió las reglas"
-"Asumió el riesgo"
-"No quiso dar un precio"

-"Parece sabio" - digo mientras veo su espalda marcharse, la veo como siempre la he visto y no veía, completa.
-"¿Morirá?."

-"Algún día"
-"Conocemos todos esos días"
-"Morirá hoy"

La mirada que devuelvo no debe ser mucho mas que extrañeza, lloro, compungimiento, recelo y comprensión.
El ritmo de la la danza no se detiene, y me doy cuenta que es contagioso. En algún momento de la conversación me he unido a ellas aun con los ojos perdidos en el horizonte.
La mirada que le dirijo a ella no se que contiene.

-"Ayudarla, curarla, darle fuerzas"

-"Algo nos debes dar, para que nosotras podamos dar algo. Esa es la única Regla. ¿Entiendes lo que vas a hacer?"
-"Entiendes que no hay vuelta atrás"
-"Entiendes que no te lo vamos a devolver"

No dudo. No me parapeto. No tengo excusas.

-"Lo entiendo, pero no sé que dar, ¿Que es lo recibiríais con gusto?

-"Tu sombra"
-"Tu miedo"
-"Los meñiques"
-"El fruto de tu vientre"
-"Tu vida"
-"Tu bondad"
...
Oigo cosas extrañas y horrendas que te puedes arrancar para no volver a verlas hasta que el vértigo y la nausea se mezclan con el remolino del baile y grito en la inspiración.
-"Basta, por la Diosa, basta." - mi ojos están tan anegados que no veo mas que giros. -"Ya se lo que puedo dar.

-"¡Quieres dar!- sonríe Ciumei
-"¿Quieres dar?- se sorprende Zilelor.
-"Quiere" - suena opaca y profunda Paduri, mi reflejo con ojos de Bosque.

-"Os doy un día, un día simplemente. Desde la salida del sol sobre la Torre Perret en París hasta la siguiente alba. Un día para las tres. En tiempo de humano. El día que yo elija. Y ayudareis a Yue un día completo, sin trucos, yo no los hago"

-"No hay truco, Gabrielle, nosotras no engañamos, solo uno mismo se engaña con nosotras" - Ciumei parece animosa.
-"Un día de tu elección por un día de nosotras" - Zilelor parece impresionada.
-"Tu das y nosotras damos" - Paduri sonríe y es la sonrisa del gato que come ratones, es la sonrisa de mi madre en los cuadros que sonríe. -"Esa es tu elección, hermana, danza, danza, danza, hasta que reclames entre nosotras. Un día."

Entonces estoy dando vueltas sola sobre las superficies irregulares de los pies, los torsos, las narices, los muslos, cubierta por la inabordable humedad de mi llanto cayendo como lluvia y del roce del agua o de la piel de mis pies un caído se levanta y se une al baile y aumenta la ordalía por que no paro y paro de dar vueltas y revueltas, sobre las aguas del río que aquí es un gigantesco mar de olas de carne, mientras remonto la corriente buscando y guiando a los muertos hasta la fuente en donde el mundo no estaba hendido, y lo que era que tenia que ser es, hasta que me he traspasado de una imagen a otra sin que después pueda ver que hay de diferente entre ese instante de sueño y cada uno de los de vigilia que respiro ahora.

Miro a Asier mientras pienso si lo que he narrado es cierto y me pregunto si me voy a engañar diciendo que solo era un sueño o aceptar que era verdad.
Las Zana dijeron que solo uno mismo se engaña con ellas, con la Regla, con lo que dices y haces.
Y mirando a mi hijo creo que es verdad. Que los engaños pueden ser reales. Y que lo soñado esta hecho y que tengo una responsabilidad muy grande.
He hecho un pacto con fuerzas que hay gente que tiene miedo a mencionar.
Por la Diosa, que hasta en la imaginación soy consecuente. Y en la vigilia.

Ahora tengo que decírselo a alguien.

19/10/08

La Voz de mis Entrañas. (i). La Voz de mis Entrañas

Este, Asier es el sonido de mi Voz.
Igual te sorprende, supongo, que lo grabe y asevere lo obvio de los que acabaras oyendo, pero aunque este sea un run run al que ahora te estarás acostumbrando y espero te reconforte, el dejar el registro de algo tan corriente tiene una necesidad poderosa mas allá del arrullo. Es una sensación ligada con la experiencia y el vacío que se deslizan desde mi infancia y atraviesan el trayecto de mi vida. Por que en el flujo mudable y embrollado de mi ser flota la dádiva casi inesperada de la maternidad, mi pequeño Principio, pero también se aferra y navega con ella la ingenua y limpia mirada de esa niña que no deje crecer hasta ahora.
Sois prodigiosos, tu y Annette, además por la calidez del goce de poder contemplaros y escuchar el gemido de voluptuosidad de la Tierra y la Creación renaciendo a vuestro alrededor, por el efecto de apasionante lucidez que me hacéis traer. Sois mi mas sincera entonación de mi Voz. Voz de mis Entrañas que ruge y me insta a estar ahí con vosotros. Contemplando lo que hay que Descubrir y ofreciéndome cada minuto un nuevo misterio.
No por inesperado te siento menos mio ni te amo con alguna reticencia. Mi corazón te pertenece tanto como a Annette y esta disponible y abierto para los dos.
Os miro a los Ojos y la inspiración a miles se derrama sobre mi espalda y me da alas.
Y no creas que todo es de brillo y color en mi pecho y en mi cabeza.
Conozco los claroscuros que nos rodean por que los he paladeado una y otra vez, empezando por tu padre y la imposibilidad de ofrecerte el soporte de su figura a tu lado, y tampoco sé que clase de cariño.
Temo que vendrá llegado el momento y sera un encuentro desagradable, por que es de la Infamia, la Iniquidad, y la Depravación y se le ocurre reclamarte sabrá lo dura que es la vida bajo el abrazo de la Diosa.
No quiero matarle, cariño, no sé si podría. Me hice una promesa sobre ello y hay una confusa linea entre lo que me permite actuar y lo que no. Pero si quiere arrancarte de mi lado sin otra respuesta que la fuerza, le haré daño . Caeré sobre él con toda la furia y el dolor con el que contacto y le mostrare que lo se desea tiene un precio y hay que estar dispuesto a pagarlo o fracasar.
Yo no quisiera ese enfrentamiento y rezo a la Madre para que Él comprenda, reflexione y cambie y la vida se encauce y siga por los albores amenazados en los que esta, pero que reciben la esperanza a cada paso.
De momento lo hablamos tu y yo y sera nuestro secreto. Y el tuyo también Annette. Pero tu no estarás ese día si puedo evitarlo. Ninguno de los dos.
Esa es una cita que es solo mía. Y lo demás la Diosa proveerá. Sigo teniendo Fe.
Ojala tu padre, Annette mirara a tu hermano como te mira a ti por que entonces yo tendría menos sombras del futuro sobre el pecho pero no creo que sea posible.
Creo que te tiene miedo Asier, y que me lo tiene a mi. Teme lo que le desconcierta y tu llegada, desde el hecho de tu concepción hasta la extraordinaria conmoción de tu nacimiento, le asusta.
Le asusta mi elección y mis convicciones estuvieran o no equivocadas.
Le asusta lo que le da miedo y no puede matar. Le asustan sus limites.
No te preocupes tengo la esperanza de que crezcas para hacerte un hombre de bien.
Y entonces lo comprenderá. Vera lo que yo veo.
Por que no eres mas que un niño al fin y al cabo. Una personita que tiene toda una vida por delante que construir desde la superficie de tu inocencia. Esa es buena tierra, cariño, y eso es lo que quiero proteger para los dos. No quiero que os rompan como me rompí yo. Quiero que aprendáis, asumáis y comprendáis el mundo a través de los pasos correctos, y que recordéis que no son los míos, si no los vuestros.
Os nacerá un voz en vuestras entrañas. Llena de voluntad y visión.
Mis oraciones se encaminan a que cuando logréis vuestro canto este mas cerca de luz que nace de vuestros ojos que de la oscuridad de las sombras que yo siento.
Pero de momento, mis queridos hijos, ese es mi problema. No el vuestro.

12/10/08

Vivir (y Morir) en la Creencia (xii). El Mapa del Dilema.

'Y tu cantas...
la canción pensando que esta es la vida.
Y te despiertas en la mañana,
y tu cabeza se siente el doble de su tamaño.
¿Oh, a donde vas a ir?
¿Adonde vas a ir?
¿Donde vas a dormir esta noche?
Y tu cantas la canción pensando que esta es la vida (1)

'Miedo y pánico en el aire.
Quisieras estar libre,
de la desolación y de la desesperanza.
Y me siento como si todo lo que vi.
esta siendo arrancado.
cuando me niego a dejarte ir. (2)

'He viajado
por la tierra seca y los anegados
por el Infierno y la Pleamar
Para traerte mi amor
Escale las montañas
Atravesé el océano.
Aparte mi vista del cielo y la baje abajo.
La baje de rodillas.
He yacido con el diablo.
Ofendiendo a la Diosa en lo alto.
Renunciando a los cielos.
Por traerte el Amor. (3)

'Ella brilla,
en este mundo lleno de fealdad.
Ella importa,
cuando todo carece de sentido.(4)

'Me dice que los errores
son parte de ser joven.
Pero eso no corrige el mal que ha sido hecho.
Lo siento. Lo siento tanto
Lo siento. Lo siento tanto (5)

'No puedo hacerlo bien
hacer lo correcto.
Desde que me conocí.
La soledad acabara...
¿Cuando la soledad acabara?(2)

'Vine a este mundo sin nada (sin nada excepto amor)
y lo abandonare sin nada mas que amor.
Todo lo demás me es prestado. [...]

'Percibí cada opción,
que habría dejado pasar.
vi los detalles que habrían estado velados.
Tome ese momento, lo traje al hogar. [...]
Quiero ver a mis amigos y en ese minuto estar en la gloria. [...]

'Vine a este mundo sin nada (sin nada excepto amor)
y lo abandonare sin nada mas que amor.
Todo lo demás me es prestado. (6)

'La vida destellara ante mis ojos
tan dispersa y perdida.
Yo querré tocar el otro lado.
Y nadie pensara que es culpable
¿Por que no podemos ver
que cuando sangramos todos sangramos lo mismo? (2)

'Cuál es la diferencia entre ser tú o ser yo
en ser el principio o en llegar al fin
en ser infeliz o en ser muy feliz
entre decir no, no, no… o entre decir sí. sí, sí…[...]
entre el blanco y el negro siempre está el gris
entre Dios y el diablo, entre el cielo, el infierno,
entre ser muy bueno, o ser muy ruin
y cuál es la diferencia, hermano, entre el bien y el mal,
cuál es la diferencia al fin, si todo es tan afín.
Cuál es la diferencia entre morir en tus brazos,
o entre morir en tus manos [...]
y cuál es la diferencia entre la pregunta, entre la respuesta,
entre una de cal y entre otra de arena, [...]
cuál es la diferencia, hermano, entre el bien y el mal,
cuál es la diferencia al fin, si todo es tan afín.[...]
A ver, será lo mismo, o será distinto cantar así: [...] (7)

'¿Que te parece nunca mas ser masoquista?
¿Que te parece recordar tu divinidad?
¿Que te parece llorar hasta quedarte inevitablemente sin lagrimas?
¿Que te parece no igualar la muerte con parar?
Da gracias al terror.
Da gracias a la fragilidad.
Da gracias a las consecuencias.
Da gracias a la providencia.
Da gracias a la claridad.
Da gracias al silencio. (8)

'Lleva mas de un minuto perder la fe. [...]
Toma una inmensa cantidad de amor encontrar tu camino [...]
Conoce que te siento bien ahora.
percibe que te siento bien, Ahora. (9)

'La cabeza entre mis manos
Ella dijo, "Te amo pero te haces daño"
Yo dije, "Lo entiendo"
y aprecio esa desventura
en cada una y todas de mis partes.[...]

'Por favor mantenme a tu resguardo mi Diosa.
Por que nos reuniremos otra vez antes del fin.[...] (10)

'Si el plan Divino es la perfección quizás le de a Judas una oportunidad Aquí. (11)

'No puedo hacerlo bien.
Hacer lo correcto.
Desde que me conocí.
La soledad acabara.
¿Cuando la soledad acabara?
¿Cuando la soledad acabara?
La soledad acabara. (2)

'Ella brilla,
en este mundo lleno de fealdad.
Ella importa,
cuando todo carece de sentido.(4)

'Hasta el fin. (10)

(1) 'This is the life'. Amy McDonald.
(2) 'Map of the Problematique'. Muse.
(3) 'To bring you my Love'. Polly Jean Harvey.
(4) 'The Fragile'. Nine Inch Nails.
(5) 'I´m Sorry'. Brenda Lee.
(6) 'Everything is Borrowed'. The Streets.
(7) 'La Diferencia'. Albert Pla.
(8) 'Thank U'. Alanis Morissette.
(9) 'More than a minute'. Six by Seven.
(10) 'Before the End'. The Levellers.
(11) 'Spark'. Tori Amos.

2/10/08

Vivir (y Morir) en la Creencia (xi). Sobrevivir (o mantener la Fe)

Hoy me lavo lentamente y me cepillo el cabello mas de cien veces.
Antes he elegido con cuidado los colores y los tejidos del atuendo.
Sobrios pero no muertos, formales pero aun cómodos.
He preparado esencia de saúco, endrino y hiedra y ahora la extiendo con fruición y paciencia.
Le dedico mayor atención que nunca. En esta ocasión me concentro en cada centímetro de mi piel y cada hebra del dibujo.
Pongo el absoluto de la pasión y del sentimiento en los dedos. Decisión, gratificación, y descubrimiento.
Ese es el aroma que me impregna cuando me visto.
El perfume permanecerá de hoy hasta el resto de mis días.
Saúco, Endrino, Hiedra.
Asier se remueve en su cuna y contagia a Annette que le responde inquieta desde mi cama.
Los calmo a ambos despacio con pecho y con caricias hasta que de nuevo duermen.
Aun es muy pronto para despertarse.
Yo sin embargo lo que no he hecho es dormir.
A la mañana, amanecerá y desayunaremos.
Los abrigare bien y me acompañaran junto a sus primos y sus tíos.
Hoy es el día de salir.
Recorreré los mas de doscientos pasos desde esta casa hasta el pórtico del templo de la catedral y entrare.
Por primera vez desde que llegue voy a traspasar el umbral.
Con mi bastón en la mano, Asier junto a mi pecho y Annette cogida a mi falda.
Con Mina y Santiago y sus niños.
Venceré todo el dolor, la reticencia, el miedo y la depresión hasta que no me quede aliento.
Pero llegare. Y daré gracias.
Me sentare y le agradeceré a la Madre, nuestra señora. Le daré gracias por sobrevivir y mantener la Fe.

Suspiro. Me busco en el espejo.
No soy una superviviente.
Y sin embargo sigo aquí.
No me miento, es por la gracia de los otros.
Desde mi nacimiento hasta ahora, son otras manos las que me sostienen en este mundo que tanto amo.
Manos que ya no están o que ya no quieren sujetarme si no arrastrarme.
Manos que ya no tienen tan seguro si hacerlo.
Manos que si que están, pase lo que pase.
A todas se lo agradezco. Es una larga cuerda que recorreré. Empezando por la Madre.
Hoy, allí junto al laberinto le diré en voz bajita lo que sé y por lo que le doy las gracias.
Le contare que me desconcierta mi propia falta de miedo al fin de la vida.
Le contare que creo que no desaparezco por puro hecho de Fe.
Y que paradojicamente siento que cuanta mas Fe albergo menos oportunidad tengo de subsistir.
Que la elección esta en sobrevivir o mantener la Fe.
Y que ya he elegido.

"Mi tiempo se acaba"- le diré -"y en el fulgor se alimenta mi ocaso."
"En ti confío y tu me exiges y cuanto mas confío, mas Fe tengo, mas me pides."
"Y cada vez mas Fe tengo."
"Mi chispa esta. Aquí esta. (1)"
"Por eso te doy gracias."
"Por cada vez que sobrevivo y mantengo la Fe."
"Por que sé lo que suma y resta."

Respiro. Una vez mas.
Mis labios articulan los versos de la canción que no pronuncio.
No necesita sonido para sentirla.

"Constante como viene...
justo hacia abajo,
hacia ti.
Somos una dicha,
una dicha de otra condición. (2)"

Sea esa la dicha.


(1) "Spark". Tori Amos.
(2) "Bliss". Tori Amos.

Vivir (y Morir) en la Creencia (x). El Paraiso Perdido.

Por la ventana de mi habitación contemplo las formas del edificio de la Catedral con solo un poquito de esfuerzo.
Los muros de las casas, coronados de los rojizos planos inclinados de los tejados y los postigos de las buhardillas y los pináculos de las chimeneas, me confinan la visión de la Obra Sagrada desde donde puedo mirar pero no lo desfiguran si no que, le dan otra profundidad como si la ampliaran siendo sus raíces.

Durante los lentos días de este invierno que aun no ha llegado, no he podido parar de mirar desde el primer día que me alcé del lecho.
La nieve ha caído pronto este año, la gente se abriga y corretea por las calles yendo a trabajar, a reír, a comprar. Algunos se han amado sin rubor al alcance de mi mirada y el rubor lo he sufrido yo. La vida sigue su caminar normal sin cambio y vacilación y como un Monet sin pinceles yo la he visto al alba, en la mañana, al mediodía y al atardecer y he captado sus sombras de color y las diferencias de su iluminación en mi interior.

A ratos también he leído, a ratos he cuidado y alimentado a Asier, a ratos me he tambaleado sin rumbo por la habitación. Siempre con la música de fondo, lánguida y hermosa sin voz o con ella, a veces insoportablemente terrible. Bach, Haendel, Chopin, Dvorzak y mucho Tchaickosky junto a Alanis, P.J., Tori o Muse.
Pero invariablemente orbitando hacia esta ventana que apunta a Nuestra Señora, pero invariablemente perdida mas allá de los cristales, de las calles, del frío, de los habitantes de un siempre vital Chartres, de la coraza pétrea de los muros del templo...
Me pierdo en la imagen venerable de la inmensa figura trazada en el suelo que laberinticamente lleva a Otro Lugar.

Me retuerzo en la evocación cercana del lugar donde no puedo alcanzar.
Quizás sea el maldito Milton en cuyas paginas no puedo dejar de acabar como si fuera la única sabiduría escrita a la que pudiera acudir.
Quizás sea el verbo cálido y emocionante de Franta intentando llevarme con las palabras mejor escogidas en la narración y el detalle al lugar y al estado que surge cuando el Corazón del Mundo regresa a su lugar.
Al Paraíso que pierdo.
Yo no puedo mancillarlo intentando describíroslo.
Mis palabras son vacuas y no tienen la carne que deberían tener.
Sera Él, sera Pola. Yo lo siento. Algún día, en algún momento, y de algún modo.

Por que yo no lo alcanzo y cada vez creo mas que no puedo.
Siento que lo que a todos esta prometido a mi se me escurre de los dedos.
Junto a la Isla Verde experimente la sensación totalmente contraria y lo que allí fue paz y convicción aquí es desesperanza y constricción en la garganta.
Me duele un nudo en el estomago y que sube nervioso hacia arriba.
Por que lo que sucede conmigo se repite y los Paraísos los pierdo ya sea el rostro con el que se presenten: Reino Bucólico, Isla Verde, o Corazón del Mundo.

Y me pregunto si estoy equivocada. Si lo que creo mensajes de mi búsqueda son en realidad noticias de lo que no quiero oír. Que estoy en verdad maldita.
En la Muerte, en la Decisión, en la Caída.
El camino de mi búsqueda se agrieta por que yo me quiebro. No hay mas destino que el que me escojo y las llaves y los nudos que tomo me alejan mas y mas de estos Lugares Magníficos.
¿Son para mi todos los Paraísos Perdidos?
¿Incluso el mio?

Cuando Pola cerro la Grieta y el Árbol apunto al Cielo y se unieron los Extremos yo yací allí muerta. Ausente en el alma y en el espíritu e incapaz de seguir asistiendo a lo que sueño.
Muerta para el Paraíso.
Soy la condena de mi misma por que quien creo ese momento fue mi decisión y mi albedrío.
Me convencí que no busco el Paraíso para estar allí. Que lo que yo buscaba es que el Paraíso que ya conozco se extendiera fuera de mi.
Pero hoy y ayer me siento errada.
¿Por que si no lo que ocurrió, vuelve a ocurrir?
¿Es mi maldición el auto-engaño?
¿Pero que clase de auto-engaño?

Vuelvo y miro por esta única ventana de mi cuarto que se abre a la catedral, y aunque mi estado no es ni de lejos el ideal, y el equilibrio entre mis sentimientos ronda el desastre, lo que siento no es angustioso, ni trágico, ni exacerbado.

Veo a un par de chiquillos enfundados en capas de ropa invernal que corren de la mano, riéndose para acabar lanzándose a jugar con la nieve mientras los coches pasan tristes.
Me pregunto que clase de lugar es este, no solo Chartres, ni París, ni Francia, ni todo el Mundo entero. Me pregunto que es el Universo y cada gotita de su inmensidad.
¿Es Paraíso? ¿Es Infierno? ¿Es algo distinto y especial?

Lo contemplas bien y tiñe sus ramas y troncos de los dos extremos. Trocitos como bien sabemos Pola y yo de lo que quieres ver y de lo que no quieres ver.
¿Pero que raíz verdaderamente goza tras lo que vemos?

Recuerdo que en la Biblia dice que es este un lugar perdido fuera de la Contemplación de la Gloria. La Torah musita a los que escuchan que lo que existe es una cisura llena de abismo.
En mi experiencia, la marca es que no puedes dejar de encontrar lo Magnifico y lo que yo desvío es el acceso.
¿Y he aquí mi mentira? ¿No hay Paraíso Perdido?
Solo decisiones que me amparan aquí al otro lado.
O que te alejan mas allá. Mas abajo. A la espalda del Mundo.
No hay Paraíso que se pierde.
Hay gestos de cerrar el corazón y los ojos.
Hay gestos de abrirlos y mirar a lo que tocan tus manos.
Yo no quiero cerrar los míos. Quiero mantenerlos abiertos. Pero mirar aquí, al Medio.
Mi lugar Magnifico esta a un paso del umbral de la puerta de esta casa, bajo la permuta constante del cielo.
Hoy nieva, mañana saldrá el sol o estará nublado.
El año que viene seguirá mutando.
Quiero salir y verlo.
Quiero poner la mano en esa nieve sucia y sentir el escalofrío de su tacto.
Todo el tiempo que pueda.

'Por que hay un Reino detrás de todo.
Hay una Diosa que nos ama a todos.
¿Creemos en ese amor, en absoluto?
Yo aun sigo pretendiéndolo,
deseando no ser la loca.
(1)'

No Perdiéndolo.

(1) "Kingdom." Dave Gahan. (Con algunos arreglos de oído en la traducción)

2/9/08

Vivir (y Morir) en la Creencia (ix). El Pozo.

"Todo a mi alrededor cae.
Cayendo, cayendo.
Cayendo, cayendo [...]"

"Colgada de pálidos hilos de plata,
podría haberme quedado en esa forma por siempre.
Mala Sangre y Fantasmas Envueltos a mi alrededor.
Nada alguna vez podría tocarme
y perdería lo que mas amo."

"Golpe de Fortuna u obsequio de los Dioses,
la mano del Destino o las garras del Diablo.
Desde el abismo o en la santidad en lo alto."

"Dices que estas ahí para sostenerme,
o solo pruebas a si puedes atraparme."
Estas son las reglas que hice [...]
No puedes cambiarme."

"Aquí llega el frío otra vez.
Lo siento abatirse.
He caído derribada.
Todo a mi alrededor cae.
No me preguntes por que,
ni siquiera tu lo intentes.
Cayendo, cayendo.
Cayendo, cayendo.
Cayendo,
cayendo."(2)

Aun en ausencia de la luz, la oscuridad se puede ver.
Tienes otros sentidos que se abren para mostrártela.
El terror es uno de ellos. El dolor es el otro.
Pero ninguno de los dos es comparable a la propia oscuridad que albergas en tu interior.
Ambas se refuerzan en su mutua presencia y, la certeza de sus contornos se acrecienta y distingues su forma, mas claramente cuando mas parecida.
La Oscuridad en el pozo en el que desperté brillaba como una herida en la pared de piedra que lo delimitaba.
La del pozo en mi... solo culebreo.
Como las cerdas estrechas que brotaron, a través de la hendidura, en infinitud.
Erizadas, mortíferas, surcaron las cenagosas aguas en las que chapotee nerviosa al recular, sin escapatoria, hasta el muro contrario solido y frío.
Por la Diosa que el final había llegado.
¡Que diáfanamente claro y que sorprendentemente poco consolador!
Cada linea del aspecto de la Enfermedad, que pululaba sobre la superficie liquida, se enderezó para buscarse en un solo lugar. Enroscadas en una forma vagamente humana de piel herviente de agitados hilos como escolopendras, se alzó para contemplarme.
Dió el primer paso.
Esa pequeña serpiente negra en mi pozo reconoció su origen y, cada poro de mi ser también lo supo, por que lo recordaba. Por que había estado allí, en su antesala a donde a veces los sueños que no recuerdo regresan. La Espiral de los Kelifot.
Las palabras sin alma de sonido de La Plaga me llamaron, entre mis desesperados intentos infructuosos de buscar una huida.
Pero escapar por pie, mano o empeño resulta fútil si su pie, su mano, su empeño devienen en mas fuertes que los tuyos.
Alcanzada por el roce de sus dedos le sentí buscando en mi el arrope de mi sangre. Sentí un Poder del Mundo decidido a instalarse al abrigo de mi refugio. Para de ahí poder prosperar. Crecer. Multiplicarse.
La sensación del momento me sajó la cordura de arriba a abajo, y de vuelta.
Dibujó con franqueza, la sensación y la imagen del futuro de lo que me iba a acontecer.
Con facilidad mi deseo contrario a esa posición en vida, estalló.
No la deseé . La rechacé. Me rasgué.
Arrancar un pedazo de ti para inflamarlo es tremendo. Tan cerca del borde vertiginoso, esta lleno de revelaciones.
Con el primer golpe de la Luz alejé a la encarnación.
El segundo golpe la desmadejé.
Y mientras la Oscuridad en el Pozo en mi se amoldó, mientras la oquedad se abría por el otro extremo.
Es lo natural que cuando brota del Relámpago la presencia de las sombras se acentúe.
La oscuridad en mi se abrió. A Eugene.
La Grieta habló con voces aterciopeladas y pasos suaves cada vez mas cercanos.
Los Malditos cruzaban para reclamarme. Para llevarse a su Gran Ramera, sentada sobre las Grandes Aguas, jinete de la Bestia de Siete Cabezas.
Para que fornicara con los Reyes de la tierra y con todas sus habitantes. Y los envenenara con el néctar ácido de mi prostitución.
Para el nacimiento del Holocausto.
Y me pregunté.
¿Yo soy oscura?
En mi pozo lo soy.
Una astilla Maldita se arrellana a la espera de lo que quiera decidir.
¿Elegir que respuesta?
¿Que dirección hacia abajo?
¿Que mal mayor?
¿Quien?¿Que?
¿Que Oscuridad?
Con una única respuesta.
Golpear con toda la fuerza que tengas.
Golpear.
Golpear la Grieta.
¡Golpearla!

"¡ Y Que tu Reino se Derrumbe!"

La Luz que inflamó mis labios con decisión, y cuajó en la furia del penúltimo fragmento de mi.
Vino en la rabia de o ser un nueva Diosa Oscura junto a los Malditos o una víctima mas del Diablo y querer elegir a este ultimo.
En el coraje de tragar que si al fin y al cabo los Malditos quieren en su yugo a todo el Mundo y el Diablo solo te quiere a ti.
En el animo, al fin y al cabo, de la Fe a la que me comprometí al ir a Eren Vej.
Aun que no lo haya hecho nada bien.

Resguardé el ultimo pedazo para mi, mientras el crujir de la grieta se atemperaba.
Contemplé la Oscuridad para que no perdérmela cuando cambiara. Para actuar antes que ella.
Me despedí de los que hubiera querido despedir en la presencia con el Corazón y besos, me despedí al vacío por que no había nada mas.
Sostuve y sostengo el Filo del Destino sobre mi alma y esperé.
Esperé lo que hay tras la muerte.

Echada sobre mi costado, con la cabeza levantada apoyada sobre el muro para ver, lo que no necesité ojos nunca para poder ver, esperé.
A la muerte, aunque la traigas tu, se la espera.
Esa es la forma en la que las cosas deben ser.

Y la Oscuridad se cerró envuelta en la Voz de Pola.
La Oscuridad en la Pared.
En mi Pozo aun resonaba una punzante vibración.
Aun restalla.
Y caí. Caí en oscuridad.

La espada del destino tiene dos filos, uno eres tu, el otro... (1)

Lo siento abatirse.
He caído derribada.
Todo a mi alrededor cae.
No me preguntes por que,
ni siquiera tu lo intentes.
Cayendo, cayendo.
Cayendo,
cayendo.

Cayendo,
cayendo.

(1) La Espada del Destino. Andrej Sapkowski.
(2) Stroke of Luck. Garbage.

Vivir (y Morir) en la Creencia (viii). La Lucha.

"Nuestras promesas y esperanzas
Agujeros negros y revelaciones"
'Starlight ' (Muse)

Es incomprensible que me pueda mantener en pie.
Parezco tan sumamente frágil desnuda frente al espejo.
Empieza en mi inquietante mirada y brota sobre mi piel y se nota en los temblores.
Y lo que no se vé a primera vista es mucho mas sobrecogedor. Lo intuyes cuando tus ojos se pierden en el vacío.
Una masa deformada y abotargada, repleta por una vastedad de cicatrices blancas como el hueso y valles cortados sin miramiento hacia el interior del espíritu, es lo que me hace cubrirme y dejar de mirar.
Todo lo que me he hecho yo misma.
Una miriada de agujeros, negros y profundos que no acaban y se extiende por doquier como un inmenso tatuaje como de volutas de gris humo, horrendo
Esto es lo que te puedes hacer. Esto es lo que me he hecho.
Esto es lo que me volveré a hacer si es necesario.
No es bandera, si no vergüenza, pero es y volverá a ser.
No tengo otro poder. Arrancado y proyectado. Una y otra vez.
No tengo otra forma de luchar.
El corazón de mi ser, pedazo a pedazo.
Pero tengo que luchar.

Sentía en el alma que vendrían a mi, y aun con la esperanza de que no, sabia que me acabarían alcanzando.
Por eso no les insistí.
No me empecine en ir con ellos o huir.
Me consentí a quedarme sola con mi niño mientras Anibal, Charo y Pola junto a la inesperada Isobel partían a la senda de la ventura tras el indicio del Betilo perdido.
Aun ocultándome todo lo que me podía ocultar, la misma sensación que me había impulsado antes a querer irme resbalaba por mi nuca erizandome el vello.
Cada segundo mio y de ellos era precioso y vital.

Después llegaron Miguel y sus compañeros de regreso desde Chachapoyas cumpliendo la promesa de retornar tras dejar a buen resguardo a sus compañeros.
Preguntando por Pola.
Preguntando por Asier.
Confusos algunos. Otros lucidos casi como ante una revelación.

Elias me miró como si el rostro de la muerte que yo fuera semejara hermoso, y contemplo al niño como si viera mas que yo. Me dijo que el espíritu de Ariel estaba en él y aun hoy me pregunto que significara en eso para el futuro. Por que le creo.
Les creo en su sinceridad a todos. Miguel, Paula, Max, los Guaraníes, Don Eteko y Elias.
Todos podían haberme traicionado.
Todos podían ver lo que era y haber actuado por bien de la forma mas rápida.
Estuve en sus manos y eligieron la lucha. Esa liza que alcanza tantos niveles como gentes de bien hay en el mundo y mas allá de él y que se afronta de otras tantas formas diferentes.
En esta Era de la Riña aun creyeron.

Cuando Miguel, Paula y los Guaraníes partieron en pos de Pola y los demás, Max, Don Eteko y Elías restaron conmigo.

Ojala hubiera pedido a Max que se fuera en aquel momento y regresara con los que se habían ya alejado. No fue mas que un rato mas tarde que él mismo lo vio claro y me dijo que se marchaba. Él vio lo que le sobrepasaba. Ojala le hubiera dado tiempo a escapar.
Después lo vieron, ya en espíritu como siempre solicito y locuaz, ayudando por ultima vez antes de encaminar hacia donde dijo, debía ir.

Con Don Eteko y Elías pienso que experimento las razones de permanecer.
Para ellos había un momento para reír, un momento para amar, un momento para engañar, un momento para luchar, y un momento para morir y volver después.
Siento que vieron en mi las señales de la lucha y de la muerte. Por que yo las vi después en Elías .
Les debo a los Shuar mas que que la vida. Por que si yo os estoy hablando, si Asier se retuerce con sus juguetes imaginarios en su cuna es por ellos.
Esperare que sus espíritus regresen algún día para darles las gracias, por que su arutam era poderoso. Esperare con su lucha entre mis dedos. Luchando por lo que No Concluye. Esperare verles en los ojos de sus nietos.

No hizo falta que viniera de nuevo la noche.
Ya la había llamado sin saberlo. El cielo se oscureció y los contornos alrededor de la prefabricada cabaña de Akhasa se iluminaron con el fuego abrasador de la electricidad y los espíritus. La señal que me había empeñado en acallar tambien clamaba en Asier.
La contienda encarnizada entre los polos restayó fuera mientras yo dentro pugné por avivar el empuje con el que ardía nuestra defensa, primero con mi sangre y después cuando empecé a sentir que aquello era peor, con los trozos bendecidos de mi propio ser, alma, espíritu, y psyche.

Que menos podía ofrecer cuando Elías entro resplandeciente en su armadura serpentina de luz y me dijo sinceramente emocionado que su padre había muerto.
Porfié y presione una vez y otra y otra hasta que la fuerza de Elias también palideció ante el ímpetu de la cortina que se nos echaba encima poco a poco.
Íbamos a caer. Los tres. Y eso no podía resistirlo.

Cuando agotado Elías me señalo al niño y su intención, no lo dude. Tome la decisión mas desesperada que he tomado jamas. Le entregue a Asier y le deje marchar mientras derrumbaba cualquier frontera que restaba entre la marca del pacto, mi Corona de Invierno, y los que me buscaba. Juro que hubiera acabado allí si no fuera por que mi determinación no es tan rápida como los que son rápidos.
Y por que la testarudez no puede considerarse como el arma definitiva.
La noche al mediodía cayó sobre mi como un enjambre, al que solo pude golpear una vez antes que me sumergieran en el colapso.

Sin saber si Pola y los demás habían tenido tiempo de alcanzar lo que buscábamos.
Sin saber si Elías había podido escapar con Asier.
Sin saber que grado de la suerte estaba echada y que parte de la fortuna aun nos podía sonreír.
Sin saber me sumergí en la oscuridad.
Sin saber.

Un agujero negro sin fondo en la dirección de la lucha final.
El ultimo curso de las revelaciones.

Vivir (y Morir) en la Creencia (vii). El Principio.

Es tan pequeño y esta tan lleno de vida.
Se me agarra con vehemencia a los dedos y a mi pecho como un pequeño milagro feroz y a veces me hace daño. Pero no cambia ni un ápice la pasión de amarlo.
No puedo mas que amarlo. Tanto como amo a Annette.
Son mis hijos y el centro de mi pecho lo conoce con sus sentidos mejor que yo lo pudiera entender. O expresar.
Es algo en la raíz, orgánico pero que prodigiosamente filtra y se extiende mas allá de la sangre, la carne, y las vísceras. Te tambalea, ya por siempre, por que es una fuerza que crece sin detenerse y que ineludiblemente tira de ti hacia arriba.
Una intensidad que me tiene conmovida por que en ningún instante había considerado la posibilidad.

Bropius yació conmigo porque vio en mi a una madre. Una contrapartida de paternidad, en la que a él, no le consigo encajar.
¿Es una locura, que me alegre de que sucediera?
¿Y que no me arrepienta?

Como con Nette fue al alba.
Junto al fuego, ligera y blanda como la de Annette no lo fue, su vocecilla se me anuncio como un arroyo tímido. Yo no pude mas que frotar mi vientre, casi inconscientemente, buscando su contacto. Me quede muda en el estremecimiento. Mi destino se alineaba para apagar toda luz y de mi mano, mi misma mano, yo alumbraba una nueva vida.

Recordé cuando sobre el manto de la selva, con Bropius sobre mi, yo pregunte que ocurriría, y la Madre me respondió, que en alguna de las formas del futuro mis hijos serian la Nueva Humanidad. Me había acongojado, desnuda y sobrepasada, por una responsabilidad que no querría para nadie y menos para mi misma. Pero fue con la medida acrecentada de mi inesperada maternidad, que me entro el pánico. Un horror reconcentrado hacia dentro que me entumeció.
Lo que era turbación en mi pensamiento, con respecto a las consecuencias sobre Annette e incluso a Doa, mis hijas sobre mi mente y mi corazón, se convirtió en crudo miedo. El miedo a haber matado a mi hijo antes de haber nacido.
Un miedo libre y palpable en aquel lugar, rodeado por la labor de mis juicios, de odio, decepción, resolución, y empeño. Mayores que tus fuerzas.
Miedos que se cristalizaron cuando luego vino la fatalidad o la fortuna.
Tanta determinación y sacrificio y no conté con la fuerza poderosa de la Marea de la Realidad, esa voluntad mayor que lo es todo y que con la magia, a veces como en esta, te toca doblegarte. Y sufrir.

La promesa, que me hice cuando tuve a Annette, me sobrevivió un solo día.
Si a ella casi le arranco el alma, a mi pequeño aun no sé que le he llegado a hacer.

Una concepción a el amanecer.
Una gestación en el día.
Un parto al anochecer.

Cuando la fuerza de la Marea de la Realidad salto el dique de los redaños y las plegarias que la retenía, él vino a mi antes de la vorágine.
Un pequeño rapaz de cabellos oscuros como el ala de los cuervos, ojos brillantes, vivos y grandes y una sonrisa diferente.
Me llamó hacia él. Me dijo su nombre. Yo le pregunté si había sido yo quien se lo había puesto. Me dijo que no, que las cosas eran así. Creo que lo abracé.
Iba a venir y yo me conmoví toda, ante lo desconocido: la emoción, y el miedo. Mucho miedo.
Repetí su nombre.
Asier.
En Gascón, "El Principio".
En mi, mi Principio.

Después, cuando entonces empecé a gritar, a retorcerme mas allá de lo meramente físico y a despertar, sola debajo del inmenso follaje Amazónico donde daba a luz, él empezó nacer rascándome cada grano de ser poco a poco, y acumulandolo para que el milagro o la pesadilla tomara forma por que, ¿de que otra forma podría ser lo que no es posible, posible?
Aullé en el sufrimiento y el dolor. Intenté Cantar pero me imbuyó la desesperación por que ni siquiera mi Voz no era oscura.
Bropius me escogió para un principio renovado sin humanidad y yo temí que el inicio de ese fin sin luz había llegado, que por fin estaba desbordada y que el final de la fortuna me había alcanzado, pero no ceje.
Me callé, para entonarme en el silencio, hacia la luz de ese recuerdo cercano del sol en un reflejo de agua y del latido de un llanto entrelazado sobre él por lo bajo.
La invocación de un momento exaltado de felicidad y de alborozo y de la confirmación de la consumación virtuosa. Del momento en el que nació Annette.
No calmé el dolor, ni los estertores del parto.
No detuve la cascada de fragmentos que me eran arrancados y que yo a su vez arrancaba a otros.
No cambié para mi, nada.
Solo me concentré en atenuarle a Asier el trauma, enfocando hacia el las emociones y los bondades de ese único instante bueno.

Sentir la huella de la realidad descontrolada volviendo a ti es una experiencia terrible, pero no es imaginable lo que es sentir que afecta a lo que mas amas. Intenté envolverle y absorber el máximo del impacto de la mutación y que si fuera, fuera mucho mas de portento que de mutilación.
Soy una ingenua, capaz de pelear con lo que no puedo derribar pero lo hago cuando creo hasta la raíz que tengo que hacerlo. Es un Principio. Mi Principio.
No es por el daño que yo pueda recibir si no el que yo pueda crear y transmitir.
Deberían escribir un libro sobre mi, esta nueva Quijote, y luego quemarlo. Y quizás yo debiera estar, estar en ese fuego.

Si pudiera saber que paso por la linda cabecita de Asier y que sintió su joven alma. Si pudiera remediarlo. Asier y Annette.

¡Oh, Diosa!
¿Que soy?¿Que clase de monstruo soy?.
Fracaso sobre fracaso. Fracasos que no quiero que se repitan pero se repiten.
Fracaso como Iluminada, por que no escucho la canción y lo que escucho no lo comprendo.
Fracaso como Hija de la Madre, por que no la quise como ella merece y entre la Fe y la Creencia escogí a esta última.
Fracaso como madre, por que no se alejarles del peligro, a ninguno de mis hijos.
¿Que clase de persona soy?¿Que hado decide que no merezca que se me borre de la existencia?

Cuando el pandemónium cesó, y con Asier en brazos, Cazadora de Monstruos nos atacó, la entendí. Las dos chocamos en la decisión de vivir y morir en nuestra propia creencia. Aun entiendo la entereza que le llevó a intentar asesinarnos. ¿Por que no?
Y me duele su muerte tanto como me alegra estar viva.
¿Que hado decide que no merezca que se me borre de la existencia?
¿Que me hace mejor?¿Por que ella esta muerta y yo no?

No tengo para eso respuesta y no la quiero buscar.
Me da miedo buscar. Me da miedo encontrar.
Por que ¿Por que no puedo vivir? Yo quiero tanto vivir.
Pero ¿Por que no merezco la muerte? Yo ya he hecho tanto daño como para merecerla.

Después llegan los momentos. Llega Annette con Natasha, con Yue, con Santiago y Mina y mira a su hermano y lo intenta tocar a través de los barrotes y jugar con sus dedos y que le conteste a sus preguntas y me alcanza el destello.
Siempre ha sido mi Luz.
Ahora hay dos luces. Una Luz mucho mayor que nace cuando están juntos.
Me alcanza su destello.

Alcanzada en un Principio en el que cada Hoy empieza todo.

Por eso como. Por eso duermo. Por eso me peleo conmigo misma recuperando cada trozo que rasgué aquellos días. No hay forma de recuperar lo que fué. Solo hay esfuerzo por volver a hacer crecer las oquedades y esperar que de algún modo cicatricen y dejen de sangrar y lo que resulte sea una semblanza cabal de lo que Es.
No sé como lo hace Pola pero yo no puedo mas que hacerlo en el fulgor que me impide marchitarme y que oscurece la visión de la otra pregunta.
Ahora en la nevisca, que tengo en el interior, ellos me han dado un claro para que busque mi respuesta

¿Por que no puedo vivir?

Hoy empieza todo. Cada día es Hoy.
La vida ya no la merezco.
Me la gano.
Un precio por día.
Conozco a quien se la debo.
Cada uno de sus nombres.
Y no quiero dejar de pagar.
Quiero vivir.
Hasta llegar al Principio.
Después yo me quedare allí.
Así trazo mi destino.
Con ellos.