20/8/12

Cada Rizo Arrebatado

Suena el frio chasquido del también frio metal cortando el vacío antes de empezar.
Cálida se extiende la sonrisa como cálidas son las lagrimas que Annette no es capaz de detener.
Aun sabiendo que aplacar la solemnidad de este momento es lo mejor, queda al final un trecho que no conozco como salvar, y ahi mi hija lo llena con sincera desazón confundida.
Es cuando se atropellan las palabras, se tiñen de ternura y dicen mas con el tono y los gestos que con su contenido.

El ritual es sencillo y poco estrafalario, como para no perturbar mas allá de la concreción de los hechos a mi hija. Pero es difícil de asimilar a cambio, que una cierta pena, contrición y rabia se presenten.
Por eso lo celebramos todos juntos en familia de la forma mas sencilla y acogedora posible.
Lo que hay que hacer por los que amas se hace y esta no sera la cosa mas contumaz y terrible de lo que decidir tener que hacer por mi hija y mi hijo.

Hemos sido advertidos de ello y somos mezquinos si al final nos empeñamos en desoirlo.

Los Gauntleth protegen a sus niños de la horrible posibilidad heredada de los ancestros.
Nosotros, debemos emularlos, por la cierta fatalidad de que mi legado este unido tambien a las sendas de los Usurpadores.

Liberar a nuestra pequeña de ese destino bien merece unos golpes de tijera.

Pero aunque las razones ella las entienda con su directa perspectiva de siete años y comprenda la inevitabilidad de las decisiones tomadas por sus padres, esto no difumina el visceral resquemor y la rebeldía a perder ese atributo suyo que daba por sentado.
Es una niña que toma la vida con franqueza y con esa sinceridad seria lo mas justo actuar pero es la parte de los padres y de las madres el saber como cuidar a los hijos. Y ganarse sus cabreos.

Están pasandole muchas cosas.

Su iniciación espiritual.
El regalo del Lobo de su Padre.
El despertar de la consciencia de la falibilidad de sus progenitores.

El juego y la seriedad se barajan en la misma pila con la disciplina y aunque hoy la convenza de que las dos nos cortamos el cabello para vencer el calor de nuestra nueva casa aquí en Tana, quizás cada corte sea una duda puesta por cada rizo arrebatado por la tijera. La duda de no poder escapar a la severidad paternal.

El bronce con el sello de la divina justicia grabado en alborano corta delicadamente los mechones hasta no mas de un dedo de largo.
Como nos enseñaron.

Mientras Asier enjuga las lagrimas de su hermanita con chanzas de fraternales, mi voz ora sin sonido por la protección de los poderes a través de palabras una y otra vez memorizadas.

Le acaricio la cabeza encrespada al terminar y la dejo ayudar a su hermano a cortar mi cabello con las tijeras de barbero prestadas por Brann.
Su angustia se pierde en su infantil curiosidad y en su incansable llama creativa.
Sonrió y río con ellos a ratos escandalizada con los comentarios nada halagüeños del resultado.
Los dos disfrutan mucho teniendo a su merced por una vez a su madre.

Después es Asier es el que se deja hacer.

Y la tarde se transforma con la ganancia de distensión y tranquilidad en una tarde mas en Familia.

Ojala también estuviera Anibal pero su decisión le ha llevado lejos de nosotros en presencia.
Deseo que nunca en espíritu.

Luego quemare los rizos cosechados de Annette, purificando su sacrificio al fuego y preparándome para cada luna de su auspicio volverlo a hacer.
Poco a poco y no lejos iremos enseñándole el por que de esta tarea y de la existencia de los usurpadores.

Mis ruegos son para que no sea muy largo el tiempo en el que recupere la potestad sobre su cabello y eso signifique que este a salvo y que la inocencia arrebatada retorne como lo hizo en Asier aunque por un camino menos traumatico.

Los míos, casi todos, los enterrare en la sima de un lugar secreto. Camino de la oscuridad inframundana por el que la muerte lleva y trae a los espíritus. Para ofrendarlos.

Uno no. Ese, el mas precioso, lo he guardado como marcador entre las paginas del libro de los salmos con la esperanza...solo eso con la esperanza de que un día sea reclamado.

La esperanza.

Constituye el calor que emana este ritual tan antiguo enfrentado a los malditos.
Que no se la llevaran.
Que hora tras hora se aleja el hecho de que usurpe su cuerpo con un vil maleficio.

Nada esta garantizado pero lo que debe estar, esta. Lo que se debe hacer, se hace.
Hasta que se avenga el buen cambio.
Tiempo al tiempo. Esfuerzo a esfuerzo. Cariño sin pausa y sin condición.

Asier se queda conmigo un rato.  Los dos nos sentamos al fresco de pórtico de lona de la tienda que es a medida nuestro hogar.
Annette se ha marchado cuando los chavales de la orilla se acercaron a buscarla y después de que una barahúnda discutiera en cuatro idiomas que si necesitaba o no un nuevo apodo por su nueva condición. Cuando se alejan, la discusión pasa a otro lugar y a otras reglas que solo pertenecen a los niños.

La observamos corretear de aquí para allá en la invernal luz del crepúsculo.
Asier la mira orgulloso y alegre envuelto en un silencio meditativo y profundo.
Aunque sé que es un adolescente con reacciones de adolescente no puedo evitar cogerle la mano maternalmente. Así pasamos un poco de tiempo en calma. Sin pensar en nada.
Luego también se disculpa señalando que tiene que hacer algunas tareas antes de que cenemos.
Me besa. En la mejilla agradecidamente y esa gracia se la devuelvo.

Me deja debajo del umbral y vuelvo adentro para aprovechar y encender con parsimonia las lamparas.

Cada rizo reposa en un gran cuenco y hacerlo arder bajo las palabras precisas y justas es muy sencillo.
Oraciones iluminadas en el sello alborano.
Frio metal el bronce en mi mano.
Besando delicadamente la curva del cuello.
Otra posibilidad.
Una mucho peor.
Una que contemplo para saber que existe y para guardarla en la profundidad de mi ser en el rincón que sirve para olvidarla.
Solo por la brevedad del instante en soledad ha aparecido funesta con su futuro impregnado en sangre.

El camino por el que pelear retorna regado de la inocencia truncada de estos días, quizás vendrá en los ropajes del amor verdadero. Ese es el misterio que no conoce una madre, pues ese es el designio del futuro y es esquivo a las intuiciones  que vienen con la maternidad.
Si me es conocido, por otro lado, el gasto hasta el ultimo aliento de esencia del lazo de vida que Annette y Asier y yo compartimos.

Vida como vigor de llama continua del cariño como herencia, felicidad como tiempo perfecto juntos, gracia como el estado iluminado de estar donde tus actos te han de llevar.

El infierno es ahora, si no lo ha sido siempre, una mala opcion por la destrucción que sobre Asier y sobre Annette se conjuraría.
Consecuencias que hoy y ahora no están preparados para afrontar.

Estos rizos que se consumen son mas tiempo para ellos.
También lo es que seamos una familia reunida para variar.
Tiempo para que vivamos y adquiramos la sabiduría y el centro que tienen a la espera por descubrir.

Para encontrar su sino mundano o divino o el de esa mezcla que nos rodea y se recuerda en la intimidad.

Busco a mi pequeña Nette entre la chiquillada y la llevo a casa para que se lave, me ayude en las pequeñas tareas y disfrute preparando la cena.
Dejamos listas unas ensaladas y un poco de carne para cuando Asier llega y dispone la mesa mas sucio que Annette e igual de sonriente.

Después hablaremos, llamaremos por teléfono (gracias Mina), y nos cepillaremos el cabello y pelearemos para que se duerma en la cama, con algún cuento o algunas canciones.

Ya es medianoche cuando me levanto y me envuelvo en el clamide y salgo al frio negror nocturno con la intención de cumplir el ultimo cometido.
Asier se mueve ligeramente en su lecho.
Abre un ojo. Comprende.
Me agacho para besarle el cabello y se deja.
Lo mismo hago con Annette.

De día, casi todo el día somos nosotros juntos.
De noche, mas entrada la oscuridad, en la hora de las brujas solo estoy yo, pero no sola.
Mi hijos viene conmigo y yo con ellos.
Me arropan en las oraciones aun desde sus camas.

No podrán ayudarme a dormir.
Pero si a sentir el calor de la esperanza.
En la tiniebla de la cueva donde rezo.
O después en el borde de la entrada, bajo el cielo mas estrellado del globo, cuando abro el libro por la marca de cabello que indica los pasajes que quiero recordar y de memoria leo.

El Negro

Me mire al espejo hace menos de una semana y era distinta.
Hace una semana la diferencia estaba bordada de la claridad.
Cogía brillante el color de la expresion de mi rostro y de mi atuendo y lo mostraba sin pensar.
Tenia sonrisa. Habia deseos. Vivia olvidando la realidad.

El color que se arraiga hoy en mi es el Negro.

Negro neutro y sin exceso. Casi sordo. Sin hacerse notar.
Ausente de matizacion en la superficie pero si llenado del significado en la hondura por debajo.
Camina en la frontera de lo tenebroso pero alejándose de allí con pasos derrotados.
Libera al ojo observador una sentencia funesta desde el interior y el exterior.
Sella de duelo la tristeza que siento

Aparece una cinta negra en la cabeza conteniendo los rizos.
La lana del Peplo y la túnica son ya también negros sin adornos.
El mismo tono y pasion ha ido tomando el ceñidor y el hilo de la cintura y la superficie del Clamide.
Las botas y las medias siempre han sido negras asi que solo que se mantienen ahora.
Nada de maquillaje o pintura pero eso casi habia desaparecido tiempo ha.
Pero la presencia de ningun olor, de ninguna pizca de de aroma de esencia o perfume eso si es nuevo.
Mi propio olor, mi propia esencia, esparcida desde el borde de mi sin ningun filtro, simple, involuntaria, real y cierta.

Mi cabeza y mi cuerpo dicen lo que tienen que decir por mi sin que yo lo estropee en el proceso.
Es un rastro sutil si no estuvieras atento pero palpable de ver en mis ojos culpables y consumidos. Alimentados de la desazón de contemplarse a si mismos y al alma, sea lo que sea lo que poseo, de la que hacen espejo.
No son el reflejo de un estado pasajero que tenga un receso después.
Han ido gradual e inadvertidamente creciendo hasta que yo misma me di cuenta.

La asimilacion del los hechos que ahora recuerdo y que anteayer no aparecian y ayer volvieron.

Eugen no es culpable. Lo único que hace es ofrecerme en bandeja la posibilidad de evitar que huyera y me escondiera de mi, obviando lo que he hecho. O de que me escapara definitivamente vil.

Me he desterrado de mi propio sueño, días y noches en vela por que despierta la angustia, el asco y la nausea son mas fáciles de combatir.
Mientras mi inconsciente ha ido construyendo el testimonio.

El Negro es la epidermis del impulso mayor que me arrebata por dentro.
El luto por quienes he matado directamente con mis actos o sutilmente, no solo esta en mis ropas, disposicion y gestos. Solo empieza ahi.
Y desde ahi escarba hacia el subsuelo y la profundidad del Inframundo.

¿Que rebusca?
No lo sé sinceramente. No tengo el control sobre ello pero no lo freno.
La voz que quiere ser lo mas grande, y me seduce desde que tengo uso de la razón, no para de invitarme a ello.
Para que lo haga de una vez por mi misma. Para que desate todos las constricciones.
Haz lo que deseas. No cohabites con el remordimiento. Eligete.

El negro aterrador del infierno opalino de Eugen ya me ha sido predicho.
El infierno es seguro lo que merezco. Ahora y Después.
Y la Negror no oculta la sangre y los pecados de sangre.
Es esa sangre. En seco Negro.
Mi vergüenza expuesta al exterior sin otra explicación que la convierta en martirio.
Esa es la visión del corazón conectado a la contemplación del dolor y la muerte de los otros.
Explota hacia fuera en un estadillo de unico color.
Negro e imperfecto duelo.


¿Que nunca lo hubiera hecho antes ni consciente ni inconscientemente es Explicativo?
¿Que lo haya hecho tan incontrolada e irracionalmente, es sintomático?
¿Que importe de verdad, no resta que sea verdad?

Escribo hoy sobre ello y ya no comprendo si es una mancha de vanagloria o de verdad la primera expresión
de la compresion de lo que estoy siendo.

Sinceramente la oscuridad esta sobre mi. Mi mente esta confusa. Mi espiritu cansado. Mi corazon porfiando y mi alma es opaca.

Ariel, Miguel, Max, Paula, Eteko, Elias, y mas... Rasty, Lucia, Fungus, Alan, y mas... William y su familia. 

El Dolor de pena y duelo es real.


Claro y Negro.

18/8/12

El Rey (Perdido y Encontrado)

 Ya no se queda en la punta del conocimiento.

Sonríe travieso, junto a un té, cuando habla de su esposa justo ese instante después en el que cree que ya no miras.
Es elegante, de buenas maneras y porte y sabe comportarse en los momentos precisos y tensos.
Define una presencia verdadera que afianza el primer encuentro en los bosques de Oxford.
Brota en detalles como un paisaje entre la niebla, tantos detalles que no quiero perder.

Su nombre. Su nombre es importante, no debes olvidarlo.
Se llama William, William Gauntleth en primera instancia, de Clarence y Vorta cuando se destapa la realidad.
Un apellido de un peso en los corazones y en la historia, aun sin ser conocido por la inmensa humanidad pero que cuyo vacío se expande el tiempo que ha llegado a faltar.
Ausencia impelida por desesperados actos en un barco.

William,... William enfrenta su espada a la ira de la Oceanide sobre la falsa tranquilidad del lago Annecy. La Furia se descarga sobre sus tiernas espaldas humanas. Ganador del tormento de una maldicion inacabable que lo lleva oculto bajo las profundidades del Lethe.
William salva a la poblacion de Annecy y el precio es la perdida en el el olvido sin consuelo de su herencia de sangre real. De su persona. De su familia...

Dura y enervante es la venganza de los terrible poderes. Enervante por la sombra de hombre que deja en todo el mundo y que recortada en profundidad como una herida sin posibilidad de sanar, perdura en los que le llegaron a conocer, y en los que mas le aman sin recordarlo.

La tierra no aúlla y el frescor no se marchita patentemente. El cielo no se torna mas gris y los pajaros no cantan fúnebres.

Sin embargo. ¿Que es esa nota que no acude en el trino?
¿Que es el tono de color que deja un hueco?
En cada forma conscientemente una relación vacua nos llega.
Una falta. Una falla.

Hasta el Diablo ha venido a actuar, diez planes malvados arropando el camino a la verdad y al redescubrimiento del prodigo perdido tras el reverso de la memoria.
También a los Malditos el hueco ha atraído hasta nuestro caminar 

William...William...William...William...William.
Charo graba su nombre en el brazo con la punta del cuchillo.
Mi cabeza no para un segundo de repetirlo en silencio una y otra vez.
William...William...William...William...William.

Detalles. Vivencias. Historias.
El Norte lo vio nacer.
Su carne y sangre, Su estirpe mora ali entre el fin de un mundo y el principio de otro mundo.
En la frontera de los países ancestrales, distantes, contantes y nunca muertos.
Tierras que lloran por las personas a través de sus ojos.
A veces sin lagrimas visibles como Shelma, su mujer. Pero que no se vean no borran que no estén ahí.

Aguas puras contra aguas densas.
El mar de la vida enfrentándose en guerra contra el mar del olvido.
La Oceanide no tiene fin en su determinación de Venganza.
Muerde cada pedazo de la familia con ciega pasion.
Una marea que azota espirutal como fisicamente los cimientos de la Familia Gaunthlet, para algunos llegamos tarde para otros el tiempo nos lo dejara saber.

La corriente se aleja por ultima vez con la marea que ha dejado a William en el rescoldo de la playa.
El agua le empapa goteando de los cabellos greñudos y deja rastros finos de sal.
Son manchas blancuzcas que parecen estar desbordando hasta sus ojos sin mirada.
Como si la emborronaran una y otra vez en cada momento.

Respira ansiosamente luchando esforzadamente con los intentos de palabras que no le brotan mientras descansa en mi regazo.
Físicamente su estado no es malo, muy parecido al de un marinero venido de un viaje por alta mar.
Sin embargo la huella, en este hombre de bien y valiente, del tormento no se puede obviar.

Mira hacia Charo. Casi realmente mira a través de Charo como si fueran mas patentes las figuras evanescentes que se ven mas allá: Primos, Tíos, novios de sus hermanas ya apenas visibles pues se están marchando ya.

Los arrastrados por la marea de fuego hasta la muerte y el olvido hasta que se ha roto el hechizo.

El olvido se va borrando. La magia que usamos no puede despejar la muerte de sus seres.
El ánfora que sostiene Charo se ha bebido la esencia de la Oceanide y brilla con suave iriscencia azul.
El poder de su magia hace que te de vueltas todo el cuerpo solo de mirarlo y te marea como ligero vaiven de aguas con solo la cercania de su presencia.
Cientos de años de prefeccionamiento y destilacion para cumplir la funcion que la vio nacer se extienden en toda direccion.
Contener.

Sin embargo no transmite este final el alivio de la conclusión y menos el del triunfo.

William reposa sobre el suelo.
Su cabeza apoyada en varias prendas enrolladas a modo de almohada.
Un atisbo de semblanza con Pola me recuerda su estampa, pero desbordada de mayor locura o quizás de una diferentemente, aplicada con mas desenfocado horror pero mas profundo.
Una mirada común de la Pesadilla. Un punto que no se desvanece en la vigilia.

Shelma esta en mi corazón cuando las lagrimas me recorren las mejillas ásperas y sucias.
Es una tristeza triturada y mezclada con gotas de lo que no puede ser satisfacción.
Una parte positiva tan leve que temes que vaya a ser arrancada por el viento.
Casi como tener algo que no llegara a poder ser.

Olvido mi tristeza en un arrebato de recato y vergüenza que seca mis lagrimas a manotazos.
Acaricio la mejilla de este hombre perdido y encontrado y le beso la frente bajo una cortina de rizos sucios y desmadejados.
Entonces susurro las notas de la melodia que trajo Karel de vuelta al mundo y las cantan Charo y Joseph y Anibal se las enseña a hermana de William y su tio. Una esencia del balsamo de la esperanza y de la gracia se condensa en su cadencia, iluminada por la voz de Charo y por la calridad de Joseph y aupada por la fuerza de lo amigos, familiares y extraños.
Capaz de a un rostro al que abandonaron las lagrimas hacerle llorar rieles de sal.

Karel transmite la esencia de lo perdido y encontrado.

William estaba sediento. Como una vez lo estuvo en un lugar de pesadilla Pola.
Él, mi pequeño hermano llevo hasta allí una balsa de música que pudo ayudarlo.
Con nuestra voz  William comienza a beberla con un pequeño sorbo.
Una gota para la esperanza en un largo y duro Reinado.

15/8/12

La Tension en la Cuerda

La última palabra en la rabia de Anibal.
Esa es la que ha restañado como la mordedura de un látigo por debajo de la piel.
La que me ha pedido que no tensara mas la cuerda atajando antes de la replica que florecía en mis labios.
La expresion de de la ira dolorida y ciega. Indefinida queda de cual de los dos.
Pues mancha de tensión exprimida hasta el limite la totalidad de los momentos que han transcurrido.
Muy detrás resta la consciencia del peligro de mi propia supervivencia. La decisión de tragarme las siguientes palabras destiladas de bilis tiene mas de reacción al dolor que veo que al posible miedo de que me pueda matar.
Cuando él se marcha abruptamente dejando el vacío de su presencia en el salón esa metafórica cuerda que menciono es como si se quedara expuesta ante mis ojos.
La imagino trenzada a pocos, sin necesidad de dejar ver su fuerza, por el grupo de personas unidas que con el tiempo identifique y me dejaron llamarles mi familia.
Y esta restallando ahora, en mi imaginacion o en otro lugar cercano, como el cabo que no soporta mas el esfuerzo al que le están sometiendo. Y proyecta los pequeños hilos de su confección en desordenadas explosiones de fina rotura.
Rompen sin sonido pero aun soy capaz de oírlos. Cualquiera seria capaz de oírlos.

No es el diablo el que tira. No es Él el labrador de tan titanico esfuerzo.
Él solo es el maestro que nos enseña.
No parara, hasta que aprendamos de la contemplación del efecto de nuestras manos mutuamente despellejadas, los actos que rompen la confianza, la convivencia y en el extremo el propio amor. Los actos de nuestra perdición y pecado.

Puede que el maligno nos haya tocado de nuevo, embutido en el traje principesco de Eugen, pero sin embargo el mal y sus consecuencias ha sido puesto y servido con nuestros propios esfuerzos sobre nosotros.

Recobrar del olvido de la mano de Eugen otro pecado mortal cometido y otra debilidad que al final sufren otros, es solo recordar. Uno de los cabos sueltos desde los que tirar y empezar a deshilachar. Pero fui yo la que lo saco de la madeja. La unica culpabilidad esta en mis acciones.
Él solo hurga en la herida.
Tanto como con la frustración que la visión de Annette a solas con el Diablo sin poder hacer nada conculca para Anibal y Charo.

No cuenta el tiempo que le has dedicado a evitarlo o el cariño interpuesto con la esperanza de que lo mantuviera alejado. La intención de la paz interior o el haberse prometido esto no lo dejare hacer.
Después viene el propio destino o tu propio miedo o la sombra de la ignorancia y te hace caer mas abajo desde el punto del que te habías aupado. Diciendote lo clara que era la mentira.
Hay una abertura al desamparo en tu ser cuando hagas lo que hagas siempre es igual.
Entiendo el furor de Anibal al enfrentarse a su sonrisa y sus falsas maneras civilizadas poniendo ponzoña en nuestra hija, despertandola de su inocencia, llegandole a través de nosotros.
Entiendo la furia al mirarme en el espejo y comprender que no ayude a Alan o a William.
Esa ira es parte de las fuerzas de la destruccion. Morderla y tragar su extracto no es una y otra vez facil.

No es la indefensión ante un poder superior si no la aprendida ante las propias fuerzas exiguas y el talento deficiente y la falta de sabiduría. El paradigma de prisionero, que encerrado en una celda no puede asir ninguna esperanza si se le arroja al caos continuamente, crece pues él mismo esta como carcelero y actúa en contra mas veloz de lo que puede reaccionar.
Algunos de nosotros se da cuenta y el negarlo es la victoria de nuestro mal.
Otros nos damos cuenta fatalmente tarde y cuando saber ya es un mazazo que remacha el daño.

He probado todo los caminos que he vislumbrado. Pero uno tras otro se han ido derrumbando o cegando hasta nunca ser capaz de afianzar uno solo.
¿Quien me conduce?
¿El destino? ¿La mas triste falibilidad?¿O ese titiritero loco que es el miedo?
Quizás la sospecha que repta por los que me conocen es verdad y no es casual tener esta extrema facilidad en convertir la nueva ruta en caída y muerte. Un agujero continuo que se traga lo que me rodea.
Quizás esa misma duda es lo que me conduce a pensar, a sentir y al final fracasar.
Eugen lo sabe. Sabe perfectamente y con toda la infinita claridad que es y cual es su naturaleza.
A Él lo hace simple. Le permite leerte hacia el empujoncito sutil y en el momento perfecto.

Cuando creí que lo estaba haciendo bien se lleva a mis hijos o, los toca y los emponzoña con  la posibilidad de encadenarse al tirón de mi destino que se precipita hacia abajo. Un sino anmargo que cada vez esta mas claro.


Esta no es una carrera pero si se que hoy y ahora estoy mas cerca de la condena eterna que de la gracia bendecida.
Y sin embargo con todo ello en la cabeza y en el pecho, con todo el flujo de errores y desgracias de una vida, con la certedumbre de la destruccion del matrimonio y el amor de Marion, de la falibilidad en el juicio de nuestros mayores o del fin de la niñez de Annette, por un momento, por un largo segundo la llama negra de la irritacion y la colera borraron toda esa nitidez en la construccion de la puya egolatra.

Respiro con una frialdad alejada de la calma. Es algo distinto.
Quiere ser tranquilidad pero agolpa tanta concentración y reacción que el tono de la emoción es nuevo y vacilante.
Son inspiraciones y espiraciones largas y profundas como si el aire fuera denso y costara.
Cierro los ojos y cruzar las manos sobre el pecho es como lo apropiado para relajar la presión aunque no consigue nada de eso. La sangre mana de la mordedura que le inflijo a mi labio.

El efecto es que nada evita que este abierta a todos los sentimientos.

El deseo primario.

Lo único que deseo es ser buena persona.
Sin embargo; ¿Como con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas, nos engañamos a nosotros mismos y me es tan sencillo fluir hacia los pecados?

Entonces la primera premisa es una mentira.

No por que no exista si no por que se cancela con las verdades que habitan por debajo.
Que lo que realmente quiero es ser querida y que no arriesgo mi vida cuando la situación ofrece a esa apuesta.

Si miro adentro reina la confusion de una lucha de poder sin cabeza. La algarabía de la vibración de un cordel que se estira.

Miro afuera entonces.


Annette. Marion. William.

Roturas en la comunión que aun no son heridas.
Mi hija necesita cariño,firmeza, y sabiduría .
Marion querra objetivo, perspicacia y espacio.
William exige rescate.

Abro la boca. Junto las manos. Rezo una oración de una sola frase.

"Por favor, ayudalos, protegelos y salvalos "

El tiempo vuelve a pasar como un suspiro en el que vuelvo con Annette en su cuarto y Asier al teléfono y la reunión de la familia continua en Etiopía. Las palabras en el viaje son de promesas lo que no va a pasar, de lo que no se debe tener miedo. Cuestan por lo consciente de saber que cumplirlas tiene un esfuerzo que no se como realizar.
También hablo con Marion. Esta bien y no lo esta que para una vieja creyente su propia capacidad de percepción de los sentimientos de los otros que soy es un asco de descripcion. Pero en el batiburrillo de pistas creo que aun herida ella esta mejor que yo. Lo que no es mucho. Y no significa que le de la espalda.
Nuestra relación es tan sincera como oscura.
Lo que nunca adivino es quien aporta que de las dos.


Por William vuelvo a París por una ultima vez como su habitante.
Como la residente de un hogar que amo y debo abandonar por ello.
Un lugar que acoge a Joseph, el Hombre que temo herir.

Esto debe hacerse. Quizás sea una aventura. La ultima. Depende si al final todo se rompe.

Voy sabiendo que volveré a perder.

7/8/12

Regina

La Custodia y Guardiana te tenga en su regazo niña.
Extienda la bendicion sobre la tierra y las aguas.
Proteja a los tuyos, a los que te rodean y aquellos de igual inocencia.
¿Carecera de importancia chiquilla quien seas?
¿El futuro te predestinara un signo de destruccion como el nombre de tu linaje anuncia?
¿O te deparara un sino sin macula tras el cruce de nuestro encuentro?
La Diosa abre caminos nuevos: Blancos para los Maldecidos, para los Luminosos, Umbrios.
¿Que sera en ti, medianoche o mediodía?
Sin embargo la llamada de su presencia no es clamor de victoria.
Abre la puerta y camina con la antorcha a tu lado doncella Kore.
Solo si el trayecto que se pretende quiere ser tomado.
¿Eres Regina reina de tus actos que vienen y vendran?
En Annecy eres solo una niña con una piedra que te guarda.
En los sueños que se cruzaron eras la hija de la Condenacion.

En el porvenir de los mundos rezo que seas uno de los Justos.
Que nunca tus hombros soporten de los Malditos y su Reinado, el Manto.
Mis manos, mis ojos, mi lengua obren por la Protectora su trabajo.

6/8/12

Una Travesia en Barco

Repentinamente se me aclara la mente y me sacude con la angustia de una cruda revelación.
Cada temblor que no se apaga insiste en la repeticion de una pregunta concreta.
Es como una tonada de acompañamiento a la condenación fija entre la garganta y el reverso de los ojos orquestada por el ruido creciente del latir interior y de la falta de aire.
El terror no se repliega si no lo que se enfoca es el raciocinio y este, avasallado por la confusión, se filtra cautamente a otro ritmo, mas lento y mas seguro.

Deja libre al miedo.

Un miedo afilado sobre la doble dirección esquiva de lo que no puedo intuir mas que como fulgurantes destellos en el rabillo de los ojos de mi ser y que se comunica por una vía muy oscura .
Un pánico indefinido que medra dentro de mi  por la conexión con el otro lugar cuya ausencia es peso en las entrañas. Que esta creciendo y creciendo. Que no se muestra nada mas que como miedo sobre miedo.

Martilleante resulta la incomprensión de lo que ha pasado pues, lo que era una travesía en barco sin ninguna complicación resulta que no lo es y el quiebro lo crea el no saber racionalmente por que.

En medio hay una rotura incrustada de los hechos de tal manera que se hace extenuante por su forma de no ser factible. Si hay prueba de esta quebrada esta en nosotros entre un punto entre toda la verdad y la vaguedad del saber dicha verdad. El que no se te permite definirla mas que por la certera realidad de la falta completa de algo.

En las huellas de la estela que el yate traza sobre el lago de Annecy falla una y lo peor es que no hay forma veraz de convencerse de ello.

Tengo un miedo atroz escarbando por mis venas. Aun hoy se expresa patentemente.
Pero no encuentro ningún gancho al que asirlo que le de sustento que no se diga una y otra vez que es una locura.
Para nuestra memoria partíamos hacia menos de media hora de la ribera opuesta a la ciudad y ahora flotábamos a la marcha mas lenta camino de los embarcaderos de su pequeño puerto.
Sin un ápice de diferencia de lo que se tenia acordado. En medio, en el transcurso monótono de ese tiempo, un pináculo incomprensible de terror se despliego en un instante mínimo que no encaja y pelea por difuminarse en los pliegues de las capas de las frases mentales que te insisten en que eso no ha sido así, no seas absurda, no pudo ser.

Lo elevado de su pico lo congela por encima del manto de agua que anega la memoria con la sensacion de que algo ha ido mal. Que alguien falta.
Es un nudo en todo el interior, nace en el estomago y afloja el vientre y se lleva el aliento y disturba los pensamientos.
Es la asfixia del alma o el ser o los dos al tiempo.

Ludmilla lo mira penetrantemente con ese cambio duro en sus ojos que no desaparecerá al observarme y que en estos días mas tarde se ensombrecerá con las palabras que el amor y el terror pueden pergeñar en su extraña copula. Palabras que puede dirigir a mi culpa y silencios que sembrar, como cargas que se dirigen a dañar hacia la profundidad de los compañeros y amigos.
Todo pesa como un lastre al que no quisieras llegar a acostumbrarte pero del que si te liberaras forzadamente seria mucho mayor el mal. O continua la pelea o la sentencia sera firme y se rubricara.
Lucha que merma,o peor, cambia mis fuerzas. Agota. Apagar la Ira, retirar el Miedo, descubrir la Soberbia. o dignificar la Lujuria. Agota fracasar.

Cada vez estas mas lejos de los pensamientos sabios. La hartazon te susurra el camino rápido.
Continúo navegando esa travesía informe e insustancial a la que encomendarse conjurada día y noche a un equilibrio que no llega a completarse, en el que mantener la razón a flote se opone a lanzarme a masacrar con el cuchillo las paredes o empeorando mas la situación no hacer nada.
Actuar como si no pasara absolutamente nada.

Bregar con este imposible dolor sin perder la noción de que pertenece a Otro tanto o mas que a ti y que no mandes al olvido y te deshagas de ese sentimiento.
¿Que es esta enajenacion? No lo sabes. Lo unico que te da es que siempre estara ahi y que no debes dehacerte de ella.

Asi, entonces, bocanada a bocanada respiras como metida en gruesa agua.
Ciega, Confusa, Aterrada por que lo como lo que se queda en la punta de la lengua algo resta al borde de tu espíritu y de tu alma.
Alguien sufre. Alguien siente el mayor terror..
Solo. Fuera del abrazo confortador del mundo.

Si mi ser describe el horror, Él lo habita.
Alguien mas que tomo este desdichado barco pero no llego a destino jamas.