30/9/07

Mirarse en el Reflejo (VII). Un Mes Despues

Ha pasado un mes.
Lo cierto es que he intentado que no hubiera casi pausa y que los días se hicieran muy cortos.
Tan concentrada en Annette, Onire y en ti Pola, no he querido pararme a pensar y he tratado de olvidarme a mi misma. Mi tiempo ha menguado. No me importa.
Toda mañana que alumbra cuando viene el sol y toda noche que llega con hálito de bálsamo es mucho para mi.
He trazado una rutina en la que levantarme y recorrer el camino hasta la antigua casa de Joao, tu nuevo hogar, Pola, es como una renovación.
Frantisek sigues aquí. Frantisek no te has ido.
Hace un mes que entonamos la Armonía. El tejido de nuestro impulso consiguió que Onire se acordara de como liberarse.
Hace un mes que, Pola, te abriste a algo a lo que yo no se si me atrevería. No se si me lo quieres contar en toda su profundidad pero si que hemos hablado.
Un mes después aun veo sus posos. En algún gesto vago o casual, en alguna mirada perdida.
Mirarse en un reflejo así es como mirar el sol en crudo.
Pola no te has llegado a quemar.
Cada mañana que me siento en el borde de tu cama, después de una mirada cómplice y seria con Olympia y disimulo mi atención charlando con Jeanne, alrededor de tu convalecencia, antes de darte un beso en la mejilla para despedirme de ti, lo pienso muy fuerte.
Atras quedan los dias. Un mes.
Dias que no evaporan la imborrable sensación de verte, Franta, desmadejado.
Saber que no estabas muerto no era mejor. La muerte es un bálsamo. En algunos casos. Es la vida la que puede ser el Infierno.
Recuerdo todas mis palabras sin temor. Mi voz rota, mi canción lastimera, mi empeño completo en aferrarlo de cualquier forma posible para que no te marcharas.
Recuerdo también lo que no dije en voz alta, pero que aun dentro de mi cabeza, creo que grite tanto que a lo mejor si recuerdas.
Mi desesperación, desnudando los tapujos de las formalidades y los convencionalismos, te grito en silencio lo que tu ya debes saber. Si algo se es que no eres tonto.
Que te amo. Que lo hago desde el primer instante en te me presentaste y que aunque no pueda compartirlo como mujer y hombre, no habrá fuerza sobre el cielo, la tierra o el averno que pueda evitar que te lo muestre como hermana, amiga, alma gemela... Como la Luna que le sonríe al Sol...
Hubiera querido lanzarlo a los vientos allí mismo, en la torre, con mi voz, pero mi voz quedo partida.
¿Si me hubieras faltado que haría?¿Si te hubieras ido, sin la posibilidad de una despedida, que me quedaría?
¿Estaría otra vez perdida?
Que el viento de la luz de nuestra Madre y de la sangre de nuestro Padre acaricie esta flor que he hecho crecer de la que me dio Yue.
Esta flor sera vuestra, de Olympia, Jeanne y tuya.
No representara lo mismo para ti que para mi pero he puesto en ella todo lo que has oído y mas, y desearía que durara mas que los años para que nos recuerde y les recuerde.
Que nos recuerde, mi gran amado Franta, el día, ya hace un mes, en el que Eugene te abrió su alma y yo casi te entrego el resto de la Mia.

Mirarse en el Reflejo (VI). Trocitos de Cielo y Trocitos de Infierno

El Betilo es un trocito del Cielo que Einar se trajo en su mano.
Eugene es un trocito del Infierno que camina y respira.
No se que es lo que un trozo de cada uno de esos lugares pueden hacer juntos.
No quiero pensar en ello.
Pero Eugene piensa, y piensa y planea.
Cuando la luz del Hogar de Dios dejo de compartir nuestro hogar de mi mano, Eugene había trazado un camino hacia el corazón de lo que quería alcanzar.
Onire se ha visto desprotegida de esa manta que había arropado su niñez.
Y al otro lado estaba oyendo.
Eugene había comenzado a caminar hacia ella.
Le estaba Oyendo a Él.

Mi radiante Pola ha visto el alma de la armonía, el armazón que acompaña a las cambiantes melodías que yo no paro de escuchar. Creímos tener la medicina para aliviar el mal sobre nuestra amiga.
Armada sobre una base nueva y menos quebradiza quizás Onire tendría un mejor apoyo para madurar, uno mejor. Su propio trocito de Cielo imposible de arrancar.
Pero el olor de la futura derrota le debió llegar de alguna forma a Eugene.
Lo que tenia que ser una celebración calmada y soberbia, se convirtió en un choque desesperado y brutal.

En la caída de la noche Eugene llamo a la puerta del el espíritu de Onire, su verdadero ser y alma y le tendió una mano. Le dijo ven.
Y ella dudo.
Vi a Pola comenzar a Enhebrar de nuevo. Le acompañe hasta donde alcanzaban mis dedos. Le vi no llegar y flaquear. Le sentí arrancar trocitos de si para lograr su empeño. Sufrí tanto como él cada uno de esos pequeños Infiernos.
Pola le dio a Onire fuerzas a base de rasgar y ofrecer pedazos enteros de la divinidad que se nos otorgo en nuestra concepción y que nuestra Madre y nuestro Padre a veces saben aceptar.
Con dolor. El mas inconcebible dolor. Con el verdadero dolor del Alma.
No podréis nunca, Nunca, imaginar como me estremecí desesperada por no tener el brazo mas largo y llegar donde él. Como tener que aguantar.
He sufrido desde entonces el no haber podido aliviar toda esa penalidad.

Pero entonces vi.
Vi que entonces Onire levanto la otra mano.
Vi su Labrys brillar bajo la luz nocturna.
No lo vi como un arma.
Pero estaba allí.
Vi como le tocaba.
Vi como destrozado y confuso un Eugene sin ningún rasguño desaparecía.
Pero no solo.
Pola iba con él.

Mi trocito de Cielo se desgrano en trocito de Infierno cuando al abrir los ojos vi a Frantisek caer.
Lo veo una vez y otra vez caer.
No lo puedo dejar de ver caer.

23/9/07

Mirarse en el Reflejo (V). Mi Pequeño Atlas (de Geografia Humana)

Me embarga la pena tener que partir tan pronto y súbito. Aunque el resdescubrimiento de la forma de ayudar a Onire y el poso de urgencia de las noticias que aquí, en Shanghai nos han dado no nos han dejado mas opción.
Aunque siempre tenga las razones para volver a casa, tirándome con insistencia para forzar los regresos, no me es fácil al incluir a Shanghai entre los puntos de partida.
Me recorren por el cuerpo la energía y las posibilidades que puedo aquí respirar. En tres días he descubierto tanto que mi interior me pide mas y se excita con la promesas sin limites de lo que puedo experimentar. Es como París. Pero con otro juego de luz dándole forma.
Pero que las circunstancias me aconsejen que el momento y el lugar están al otro lado del mundo no impiden que haga planes.
Tengo un pequeño atlas de geografía humana que crece cada día con la gente buena que conozco.
Es como una tela suave hecha de hilos distintos en la que con cuidado voy colocando a los nuevos conocidos y amigos.
Debería de dejar de sentirme obligada a ofrecer cariño a todos ellos por que me voy a exprimir y quizás antes arruinar. Pero no pienso en los limites del amor que puedo dar.
Para mi no hay limites.
Por eso apunto nuevas notas en ese pequeño diario geográfico de emociones. Razones para volver.
No se como lo voy a hacer pero ya se me ocurrirá alguna forma de estrujarme la imaginación y que cada uno tenga su presente. ¡Aquí hay mas de cien personas con las que he compartido tanto!
Afortunadamente con algunos lo tengo mas fácil.
A mi querida Yue ya le tengo pensado un traje oscuro y sexy, de corte elegante y finísimas rayas claras, que recuerdo que vi en Trocaredo y que va hacer que todas las chicas no puedan despegar la mirada. Ni siquiera Kenji podrá hacerle sombra.
Lo de Kenji sera un reto difícil. Me encanta verlo reír, reír a carcajadas y se prodiga tan poco, que por eso me gustaría que por un buen rato descanse su semblante. Como es tan hábil descabezando cosas monstruosas, necesitara un buen juego de toallas para limpiarse las manos después de un duro día de trabajo y claro un buen desinfectante. No puedo esperar a ver su cara, ji,ji... En serio, tengo ver que le regalo. Solo habrá que encontrar lo adecuado. Bueno soy bruja hasta puedo hacer magia. qQuizás algo con un Dragón, ¿Um?.
Eugenee lo tiene todo, hermosura, talento, recuerdos de Pola, y una casa de ensueño con la mejor vista de la ciudad. Ojala pudiera regalarle sol para todos los días pero creo que unos girasoles serán bastante aproximados. Solo tengo que hablar con ellos para que sean pacientes y aguanten cuando ella no este.
La gente del Túmulo, El General, La Matriarca, Tambor, tantos hermanos y hermanas guardianes y cuidadores. Supongo que en este caso la mayor cantidad de Queso, Vino y Miel que haya sido mi granja capaz de producir deberá ser suficiente.
Pero también tallare un pequeño gran presente. Mi propio sello que signifique lo mismo que ellos me han dado. La llave de su casa como refugio y hogar, pero reflejada en mi pequeño hogar en Chartres.
Dama invierno sera mi invitada toda su vida y también lo serán sus hijos si los tiene y disfrutare todos los instantes en que su música me haga llorar de alegría, tristeza, honor, placer... en resumen vida.
Se que Annette también lo siente por que también la ha escuchado. Y se que esa música que oye le hará mucho bien. Se que le dará equilibrio.
Tranquilo Anibal, nuestra niña sera una luz para nuestras vidas no una sombra. Lo que sea para el Mundo, ella ya lo decidirá pero tengo Fe, mucha Fe.
Me quedan los pesos pesados, ¡Joder!¡Joder!
¿Que se le puede regalar a un Dragón? Yo creo que lo tiene todo. Lo es todo. Quizás el regalo sea ella para mi. Le preguntare a Kenji... si aun me habla después de su regalo, je, je.
Al maestro del Yin y a Lou Pang les regalaría unas vacaciones. ¿Juntos quizás? Lo malo es que aun no me veo con las fuerzas de sujetar su Carga durante unos días para que ellos pudieran disfrutar de sol y asueto. Si a penas puedo vérmelas con un diablo como voy a poder con un collar repleto de ellos.
Supongo que la primera cosecha de verduras y mas queso deberá bastar. Por el momento.
Cuidare de mi hija con lo que me dieron ellos sabiamente.
Al maestro del Yang...
Franta dice que lo vio. Y que fuma Malboro. El regalo es fácil. Lo que no me imagino ni de coña es como se le voy a dar todos esos cartones de tabaco. Si ni siquiera atisbando un rayito de luz del Nirvana lo vi de refilon...
Bueno tendré que pedirle a Pola que me haga el recado.
Y Pico Roto.
Es extraño que lo ponga en ultimo lugar, pero quizás es lo correcto. Es como el climax de lo que he estado comprendiendo y viendo. El sumum de un guerrero vigilante permitió que supiéramos el secreto para ser el mejor luchador. El arma definitiva contra el Diablo. El amor y la compasión.
Mi mejor regalo para él es esforzarme hasta el limite para ser su mejor alumna.
Y demostrarle mi a amor por todos volviendo a esta otro de mis hogares, con mi hija en brazos y mis hombres de la mano y celebrar, Que Lo que sigue Estando se Mantiene.

9/9/07

Mirarse en el Reflejo (IV) La Armonia.

Siento lo que es volar con solo cerrar los ojos. Mi pecho sobre el palpito cálido de Frantisek, henchido de la armonía cantada por las cuerdas del Gukin de Dama Nieve.
Siento la certeza con solo abrir los ojos. En la estela de mi asombro que es Pola, conozco que las posibilidades son infinitas, pero que no hay miedo que tener.
Incluso cuando mi memoria evoca al vació que dejo Pola en mis ojos al desaparecer, me abraza la misma calma de entonces, por que siempre estuvo allí.
Siento como dejo de percibir con los sentidos y me despego de mi propio abrazo, en el fluir de la música ancestral que brota de cada gramo de este lugar.
Siento los vientos sobre mi rostro, repletos de mas que aire, con sus voces entonadas en susurros de equilibrio, que me elevan.
Siento las direcciones que se apuntan, tan distintas a cada latido, o a cada era. Movidas por sus dedos, ayudadas por los míos.
Siento la calma sin tiempo ni prisa, El tiempo detenido a cantar conmigo, bailar con Pola.
Siento la libertad de cada giro, la sensación de lugar, el libre albedrío.
Siento el calor en mi pecho, el amor por el todo, la luz sobre mi espíritu.
Siento mi alma, mi alma es la tuya.
Siento las fronteras del hechizo caer.
Siento el cuerpo volver.
Siento el futuro.
Siento la alegría.
Siento la armonía.
Siento la Paz.
La siento en mi.
La siento en mi vientre.
La amo en Pola.

Mirarse en el Reflejo (III)

Shanghai es París como en un reflejo. O París es Shanghai reflejada.
No es que quiera ponerme trascendente, ni divagar, ni entonar mi corazón de poetisa barata.
Mi deseo hoy, ahora, es ver que somos. Me interrogo sobre nosotros, mi mundo.

Shanghai
es el espejo en donde me miro y por eso pueda que resulte raro que hable mas de París cuando la maravilla que debería describir es otra.

Por que la misma mirada desde el sentido opuesto recibe a la misma gente. Ambas ciudades se miran en la otra.

Desde un coche se puede disfrutar de su atmósfera, aunque sea de forma acelerada, pero con la visión desde la terraza de Eugenee, donde los barrios y las torres se nos muestran, no hay temor a duda.

Mis fotografías habrán salido movidas pero se que he captado lo que quería. Luz, color, movimiento, y gente ejecutando acciones que en un principio resultan diferentes pero que al final no son tan distintas. Era mi ojo el que deseaba que viera no el de la cámara.

Lo que amo en París esta también en Shanghai. Es tan simple como que es Vida.

Lo que se muestra a la vista, pero con la particularidad de los ángulos cambiados, es un lugar que es el mismo al que te has acostumbrado a vivir.
No es mas magia que la magia de las cosas que son verdad.
Los viajeros la conocen cada vez que salen de casa. Por eso son mejores cuando vuelven.

Pero eso no mata las diferencias. Las alude. Con un reflejo en donde mirarse puedes profundizar y ver como es lo tuyo.

Shanghai y París se parecen en el corazón, pero respiran sus diferencias.

París conquista sus portentos por el efecto de la pasión y de campos abiertos a las infinitas posibilidades, en un mundo que la rodea, mas gris y acuciante que ella.
Shanghai logra su afirmación a través del crecimiento ordenado que fluye a través de los años, en medio de una vastedad de maravillas y pesadillas.
Pero ninguno es absoluto, si no flexibles. Si no lo fueran en el vasto regazo que es nuestra Madre no podrían componer una mayor armonía.
Si fuéramos exclusivos no habría posibilidad de conciliación. Ni comunión.
Ni Música que crece. Nuestro Árbol estaría enfermo, por que lo estaría el tronco.

Somos uno y muchos. No hay mas misterio.

Kenji
y Yue son Yun y Orlando.
El General y Tambor son Fungus y Soren.
El maestro del Yin, Luo Pang y el Maestro del Yang son Pola, Amaranta, Jeriko,... tantos.
No hay mas que reflejo en donde mirar. Pero el reflejo soy también yo.

Shanghai
es el libro de mi próxima lección y el ahora la brillante y tenebrosa pagina que debo leer. Como soy quien soy y vengo de donde vengo, la incertidumbre es mi fuerza para el mañana. Pero como buenos tejedores Pola y yo estamos conmoviéndonos en otras posibilidades.
Que nuestros hilos estén mas sueltos no impide que canten en la armonía.
Armonía mística. Armonía espiritual. Armonía social. Armonía personal.
Armonía
que dice...
Somos uno y muchos.

Es la respuesta que he visto en el espejo. En mi.
La pregunta era muy simple.
"¿Que no puedo ver?"

2/9/07

Mirarse en el Reflejo (II) La Flor de Yue.

Hombres peces y Magos con torres brillantes.
Cuervos gallardos y disciplinados.
Músicas con forma de lobo y mujer y nombres poéticos.
Honor y talento como una promesa a la vida junto a fantasmas violentos pero respetuosos.
Un dragón que colecciona fotografías y Un guerrero cuervo que empuña como arma el amor.

Parece mentira que entre tantos portentos, en esta ciudad tan inconmensurable, lo primero que me ha conmovido ha sido una flor de las manos de una chica.

Es un sencillo pétalo tímidamente rojizo, abierto como unos labios tiernos que se enroscan en toda su fragilidad.

Sus manos me la han dado y esa flor me ha hecho saber que no estaba soñando. Ella me ha hecho recordar al regalármela, después mirarme y verme, que corazón humano, habita en toda esta ciudad.

La flor de Yue, aun entre risas y vergüenzas y desconcierto, me ha entregado una caricia del amor que brilla detrás de los ojos de toda esta gente que cuida algo mas que su cuidad.
No sé su verdadero significados pero conozco todos los otros.

Me he conjurado para no perderla.
Me he prometido no dejar que muera por toda la eternidad.
Sera para mi un sello y una señal para cuando rece, necesite sentirme amada o solo sonreír.

Con ella, cada vez que la huelo, Yue me da un beso de pasión, que susurra que ha conocido a quien sirve, y que a mi me recuerda a quien sirvo yo.