25/3/08

La Oscuridad (viii). Los Muchos Colores.

No podía retener mas la necesidad de hacerlo, ni podía detenerme a pensar.
Solo necesitaba volver a Respirar y no conozco mas que una forma de hacerlo.
Por eso he recogido a Annette de casa de Alma y apoyada contra mi pecho no la he soltado hasta arrodillarme junto a su cuna en casa.
No he dejado a mi cabeza pensar, si no que me he sumergido en el latir de su corazón sobre el mio, aun a través del abrigo, y en el sentimiento constante y repetitivo de la afirmación de que ella estaba bien y de ahí podía asir el resto de los bienes indefinidos.
Me he olvidado de la calidez de un noviembre distinto y del peso de un equipaje apenas tocado, rendida en la sensación del calor de mi niña y de los pasos seguros hacia nuestro hogar.
La única otra cosa en mi mente ha sido la pequeña ampolla con mi sangre en el bolsillo del abrigo.
Ha sido lo único que he sostenido durante largo rato en la oscuridad de mi cuarto cuando Annette ya dormía y mis sentidos deseaban emularla.
Por que volver de la Asfixia es harto difícil. Estas hecha a aguantar la respiración, por instinto, por cultura y por educación. No respires para que no te escuchen los demonios, para que te protejas de la Oscuridad ten miedo.
Pero una vez empezaste a respirar, no hacerlo es como no Ser.
La Oscuridad es terrible, si tu sabes lo que es estar dentro, pero no es esta misma oscuridad.
No cuando Respiras al mundo en cada una de sus notas y sabes cual es el reflejo de su Magia.

Mis ojos han mirado largo rato a través de un vidrio que no podían ver y, sentada en el suelo de mi casa, me introducido por él, en un territorio mas allá del umbral de la Maravilla, tomando como timonel al recuerdo sonámbulo de lo que yo solo soy capaz de imaginar.
Hay un solo Nombre debajo de los nombres de cada Ciudad. Un Nombre en luz, música o como esta vez en muchos colores.
Me he perdido en ese sueño, que la ciudad de donde venia no quiere olvidar, y me he presentado sin tapujos ante lo que era anterior al espanto del conteo de víctimas, y mis dedos se han ofrecido a soportar los colores de cada uno de sus verdaderos nombres, conocidos o no, pero así ya nunca perdidos.
Cuando mis ojos se han abierto no he estado ni despierta ni dormida, ni siquiera en mi. Mi ser tomaba impulso en la exhalación, avanzando desde mas allá de las Fronteras con la Voz de la Vida.
Cuando Respiré, en mi hálito, de cada perla de mi sangre aun viva, se coaguló una semilla pequeña y de un purpura casi negro. No había solo un centenar si no mas, y conmovida después del hechizo me he puesto a llorar con todas mis fuerzas, hasta que me ha llegado el colapso.
He dormido doce benditas horas sin dolor, ni recuerdos, ni visiones. Hasta el amanecer.
A la mañana siguiente con el sol ya en lo alto y Annette en mi regazo ya saciada, prepare muchos lechos de buena tierra. Plante cada semilla como si fuera la primera y la única.
En los largos días me he sentido respirar al sentirlas crecer y florecer.
Son flores de invierno, altas y talludas, con pétalos abundantes y carnosos de muchos colores distintos pero ninguno disonante. Son las flores de Moscú.
Y me he hablado, y me he dicho, tu eres esto, la Respiración de lo que respira y me he insultado en silencio y maldecido por que lo que deseo es poder hacer lo que pude hacer con las flores por la gente de la que en sus colores llevan cada uno de sus nombres puesto.
Y me he tirado en el lecho, con la niña jugueteando con mi pelo, tratando de sentir como hacerlo.
Y lo sigo intentando.

La Oscuridad (vii). De la Muerte, el Hambre, la Vorágine, y el Misterio. Moscu.

Si tocas la vida tan al extremo cualquier lugar es intenso y cada momento se siente por que estas al limite. En una ciudad como Moscú que no tiene filtro lo imposible es intentar no sentir nada. Ni siquiera me esforzado y lo que no sé es como lo he podido soportar.
Por que hay una naturaleza terrible en esa ciudad y lo peor es no atisbar a imaginar como la resisten sus gentes.

Las trazas mas corrompidas de la Muerte se adhieren sin remedio sobre todo lugar, toda persona, y cada instante, apagando lo que tiene de bendición y esperanza en el cambio que debería traer la Dama.
Esta en la vida cotidiana como una pesadilla opresora e intangible y esta en la vida sobrenatural.
La Unión allí es casi inexistente y la confianza ha sido su primera y visible víctima.
Me asusta mi debilidad y lo frágil que somos. Lo que nos hace fuertes esta en ese lugar reducido y ha costado sudor, raptos, muertes y vomito recordarlo aunque fuera solo en un efímero espejismo.
Me niego a creer que no haya gente valiente y feliz entre sus habitantes, pero si sienten la milésima que lo que yo he sentido, están bien jodidos. Por que, por la Diosa, lo que es mas terrible de este lugar es que no ha cambiado mucho cuando los Demonios o los Malditos han paseado por sus calles o por bajo de ellas.
El dolor camina libre por las calles, alimentando a criaturas atroces beneficiadas de una total indiferencia e inhumanidad.
Me ahogaba y cada instante me pedía estar bien fuera y bien lejos, pero ni siquiera me atreví a llamar a casa para buscar el consuelo en saber como estaba mi pequeña. No quise que nadie, Nadie supiera en aquel lugar, a quien quiero. No sé si lo he hecho muy bien del todo pero no hay fuerzas ni sabiduría eternas dentro de mi, solo empeño.
No se si ayude a Pola.

Diosa, allí he visto Vampiros Psíquicos y Avatares, sin atisbo de alma, de la agonía y la ira, que matan sin misericordia.
Magos traicioneros y malditos y los Magos que les traicionan y como acaban.
Magos que roban cuerpos de los sentimientos extremos y Brujas que comen niños y codician la juventud.
Me han intentado poseer el alma, de la forma mas amable y delicada que casi doy mi consentimiento.
He conocido a los Lobos que se esfuerzan en ser hombres y a los que no les importa ser monstruos.
La Oscuridad, la Oscuridad nos ha rozado en su ropaje negro y asfixiante, y se ha llevado a tanta gente de una forma tan horrible, quitándoles boca, manos, pies y cara y la ha transformado en las abominables criaturas que te acosan en las pesadillas. Las he golpeado con todo lo que tengo pero eso no basta. No arreglo mi interior con furia. No les devuelvo a la vida ni les curo el hambre.
El Hambre que consume en todas sus formas a gentes, animales, y monstruos y prodigios incluso a mi y contra la que me he conjurado para no parar de luchar ni un segundo, por que he temido hacer una locura.

Me he sentido vapuleada. Pero también transportada en el corazón de una vorágine con nombre y rostro. Por que entre los extremos de lo bueno y lo malo debe haber algo aunque sea desconcierto. Es tramposo y tan poco de fiar como cualquiera de las criaturas poderosas de esta ciudad y creedme, que no me gusta por que a su alrededor lo que podía ser ser fácil se complica y lo que delimitabas complicado resulta desatarse con la sencillez de un chasquido.
Me ha cabreado en mi propia frustración y prejuicios y por que, me trae recuerdos de cuando desde la punta de los cabellos hasta la de los pies yo era parte participe de esa locura. Pero no querría por nada del mundo que desapareciera nunca, y desearía que volviera cuando este triste o alegre para invitarme a bailar y hacerme reír despreocupadamente imbuida de ese espíritu vital y travieso, por un rato, ya se llame Django o como quiera que ese día quiera llamarse, y se alejen otras sensaciones mas tenebrosas que ahora me tienen mas intimidad.
Espíritus que nos lanzan a meternos en lugares como ese y que te hacen topar con misterios irresolubles que no te dejan alejarte aunque estés ya muy lejos.

Lo que he sacado en claro es que hemos salido vivos y que hemos salido cambiados.
Quizás ese era el poder de aquel mapa y devorarlo o no no hubiera cambiado mas que el hecho de habernos puesto a buscarlo. Quizás esa es la danza del torbellino de su caos y las posibilidades son que te pierdas para no encontrar nunca el camino de nuevo o para que salgas del equivocado.

Preguntas me quedan muchas y muy profundas pero no creo que las quiera responder hasta dentro de un tiempo, ni dentro de unas horas cuando aterrice el avión, ni mañana en mi casa cuando me arrope en la manta, ni a lo largo de este invierno.

La única respuesta que buscare sera la de mi interior, la de por que me siento desasosegada y en zozobra.

Quizás después quiera soñar con un dragón con una de dos caras según pase el tiempo, con una batalla incierta librada sobre su lomo, con un dios de los comienzos y de los finales y de lo que iniciamos y finalizamos en aquel momento, y con la ciudad de los muchos colores que se esconde muy abajo de la ciudad que se ha mostrado ante mi.
Creo que en el fondo sera soñar con Eugen.

Pero antes soñare con toda esa gente que rezo haya alcanzado el sueño eterno, algunos despiertos como Erzebeth, otros como Oxana y otras muchas gentes que no puede conocer, de un modo que desconozco, y respirare mi plegaria para desearles que no sea una pesadilla.

Y no olvidare Moscú por que algún día siento que regresare para ver los cambios.

La Oscuridad (vi). La Palabra.

Cuando la luz retorno a París tras el advenimiento de la Oscuridad alejando a los Malditos nos quedo pendiente la resolución de un misterio. El objeto que vinieron a buscar, la llave que creían podría abrir el misterio de Eugene, su Mapa ya sea místico o físico, sigue extraviado lejos de la protección del ocultamiento o de la destrucción.
Yo también estoy preocupada por ello por eso le hice una promesa a Pola.
Le prometí estar con él cuando la oportunidad de llegarlo a encontrar se presentara, promesa ligada a otra que hice ya hace tiempo, con respecto a la relación de Frantisek y Eugene, y con lo que le ocurrió, que ya me ha hecho lidiar con lo mas terrible de mis convicciones y me ha hecho llegar mas allá y mas lejos de lo que nunca creí poder llegar.
Por eso he dejado a Annette con Alma y con el corazón en un puño me he dispuesto a viajar a Moscú junto a Pola y Anibal y la recién llegada Chandra, en pos de lo que nos depare esa ciudad después de seis meses de silencio.
No era un augurio ni una premoción pero no me he sentido a gusto en esto. Quizás sea mi maltratado instinto, pero sean como sean mis otros defectos soy una cabezota y siempre cumplo lo que prometo.
Le rezo a la Diosa para que no sea mi perdición mi Palabra.

Diario para Una Luz (xvii). El Nacimiento de Galatea.

Habrá un traje en mi armario que espero no sabrás encontrar. Y si lo haces sera la parte de un misterio que hasta que no tengas edad para escuchar este diario te sera vedado y te traerá reprimendas y castigos.
Es una vestimenta diferente de las otras, tanto por sus formas y sus colores pero sobretodo por su significado. Es la piel de la realidad aflorada en mi a la luz de los acontecimientos y mi voluntad. Llegara el momento, cariño, en que me liberara mi promesa y sabrás todo lo que hoy te voy a dejar dicho.

Ha sido otra madrugada, en la que de nuevo, estaba buscando la claridad en solitario en medio de toda esa gente que vive la ciudad, la que te encuentras tanto de día como de noche intentando salir de su letargo.

Había comprado una pila de libros que creía que le gustaría a Karel leer y cansada me había sentado en uno de los bancos cerca de los rincones mas románticos de los jardines del Trocadero. Me gustan tal vez sea por que son a la vez populosos y recatados y se puede pasar desapercibida y contemplar. La vida circula frente a ti lenta como siempre convertida en una sucesión de muchos pequeños hallazgos. Sé que suena raro pero llevo unos meses haciendo lo mismo, en parte para no parar de descubrir París y seguir coagulando a cambio, en parte por que las noches solitarias en mi cuarto a veces se hacen insoportables. Cuando no puedo mas, me refugio en estos rincones: Trocadero, El Bois, El Sena, conservando cada poro abierto al cambio y asombrandome de su inagotable variedad bajo las luces de esta ciudad, que nunca se apaga.

Que busque refugio no quiere decir que me sienta bien.
Desde que se llevaron a María y Anibal se alejo de mi, no se detiene en mi interior la sensación de asfixia por el ansia y la angustia y la confusión y, ni toda la ciudad a podido consolarme aun. Pero sigo y sigo intentándolo por que que no haya del todo cura no implica que no haya mejoría.

He jugado mis primeros partidos de baloncesto en décadas y vaya si me divertí, aunque me dislocara la muñeca y aprendiera lo que es volar sin magia y gritara como una loca e hiciera trampas (las cosquillas valen tanto como los pisotones).
Las semanas de antes he regresado a mis viejos lugares y personas conocidos y en el centro o en el extrarradio he retomado el pulso a lo que de alguna forma me prometí. He repartido la breve pero sabrosa cosecha de verduras y frutas y la siempre abundante de leche, queso y cuajada y miel. Este año no me quedo nada.
He ayudado a los niños y las madres que empiezan a tener algún problema con los servicios estatales y he sido amable, comprensiva y nada beligerante pero si sincera con los padres y familiares. No he estado sola por que nunca la gente se deja de preocupar por la otra gente y eso me ha hecho sentirme parte y sobre esa parte me he dado sostén.
A ti te he cuidado con toda la ternura y pericia que en mi he logrado encontrar, y que creo que aun no se acaba, mientras voy preparándome para la disciplina que algún día supongo va a ser necesaria. Me temo que vas a ser una ratita linda y traviesa y que vas a malcriar a tu padre si se sigue cambiando su cara así cuando te mira. Esta ahí, de vez en cuando al menos, y es eso todo lo que le pedía para ti. Yo te miro y te quiero cada instante hasta cuando me preocupas por que lloras y no se la razón (lloras tan poquito, mi corazón) o cuando te escapas de tu cuerpo y te tengo que buscar con el alma en vilo. Pero también te ríes y te tiras eructos y tienes una vocecilla incansable y te disfruto y me regocijo hasta agotarme y caer extenuada.
Hemos cuidado tú, Charo y yo y de Karel tanto como hemos podido. Le he leído y le he cantado. Le he peinado y mullido el lecho y la ropa para que no se llagara ni se hiciera daño aunque me imagino que no sera muy necesario.
Solo una vez me he atrevido a hacer lo que Charo hace y he compartido con él el sueño en un descanso de los viajes que están realizando los tres Alfiler, Charo y Karel. Sin ninguna palabra nos lo pudimos decir todo. El me enseño sus ojos y yo le mostré mis esperanzas y mis anhelos. Yo oí la música que brota como la luz desde cada rincón de su alma y yo le prometí que no la dejare decaer ni morir. Tu le diste un besito en la mejilla y yo llore.

Esa lluvia amarga que brota del interior, que puede llevar tristeza, alegría, o dolor, o animo.

Ese estado de animo que te deja en medio de la noche rodeada de arboles, personas, y oscuridad con las paginas de La Consolante difusas a tus ojos y la mente somnolienta pero incapaz de descansar, delante de una figura embozada en ropajes negros. Sin miedo aunque llevara una espada y un pañuelo ocultara su rostro debajo de la profunda ala del sombrero. Prefiriendo la locura y el esperpento a otros pensamientos.
Mi primer pensamiento fue Egon y allí lo quise detener.
Sin embrago en cuanto la conversación avanzo (si, tu madre habla con individuos enmascarados, ¿Por que no si ellos te hablan?) se hizo patente que era algo mas importante engalanado de romanticismo y vodevil.
Por que me hizo en voz alta la pregunta que desde aquella noche fatídica en el túmulo en la que Anibal sacudió mi mundo y mi vida en todo lo que es valioso, me he estado intentando atreverme a plantear.
No importa el nombre con el que lo bautizaron, ni los apariencias con las que lo llevaremos a cabo, si no el fondo hasta donde alcanza.

Si, es mi respuesta, defenderé a la gentes de París (y con ello significa también las del mundo por que todo el mundo habita París alguna vez en su vida) vestida como la pimpinela escarlata o completamente desnuda. Lo hago por que esta gente, mi gente, soy yo, por que yo ya soy Parisiense en la forma abismal de la acepción, en la que la ciudad no tiene muros ni limites.
Lo hago por que ya me lo prometí ante el hombre mas hermoso del mundo y del cielo.

Luego vino la reunión y las risas a mi costa. Te juro que ni por un instante lo vi (tu madre tampoco es muy lista para esto). Son muy buenos. Remi, mi querida Yue, Egon y Ludmila, mis compañeros en esto.

Es así como nace Galatea, como su homónima, un espíritu liberado de la piedra donde fue formada por las fuerzas del Amor.
Las sensaciones aun perduran en mi por que todo lo que esta patas arriba tarda un poco en asentarse, pero mi nombre nuevo, el nuevo ademán de mi yo, Gabrielle, ya esta ahí.
Me atengo al paso del tiempo y al transcurrir de los hechos para continuar desarrollando el abrazo a esta gente, mi Ciudad, mi Pigmalion, infundida en el recuerdo de la presencia de la Diosa en todas partes pero sobretodo dentro de mi, y no volver a la inmovilidad petrificada que había antes y caer a pedazos que se lleve el viento.
Por que dice Afrodita en palabras de Ovidio:

"Mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has labrado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del Mal".

Es así como estoy. Es así como nace Galatea.

(1) Para quien quiera conocer la historia de Galatea y Pigmalion ahí esta el enlace.

21/3/08

Diario para Una Luz (xvi). La Doncella en la Torre.

Te quiero contar un cuento, cariño.
Es un cuento cálido y terrible a la vez.
Pero no te preocupes. No te lo tomes de forma literal ni tengas miedo por que como todos los cuentos es muy cierto y es también muy falso.
Escuchalo Annette por que así dice:

"Erase una vez que se era una mujer en una torre. No podría llamarla doncella por que, el tiempo en que aun conservo la inocencia intacta, era ya muy lejano. Tampoco podría afirmar que estuviera encerrada en esa torre, por que ni aquel lugar es una prisión, ni su libertad le había sido nunca robada"

"Pero no todas las cadenas son palpables ni se las ponen manos ajenas"

"Hubo una vez que el Ogro con múltiples caras si que la tenia atrapada. En venganza severa de lo que consideraba un robo. Tal fue el agravio que la mujer siendo niña fue marcada y de continuo el Ogro le manifestaba su recuerdo al oído, llenando su espíritu de confusión y miedo. Pero ni eso resultaba suficiente para ciertos pecados y sobre la vida de la mujer arrojo unas paredes para encerrarla allí donde los caballos del Sol nunca tocan por que ya no pueden pagar el peaje."
"Era solo una habitación, o quizás era otra parte. Tal vez fuera una torre, o quizás una cueva o quien sabe si el interior de un tocón hueco. Pero lo que si es cierto es que era un lugar que no estaba totalmente cerrado. Por que en la naturaleza del Ogro no existen los planes rectos y le gustan los ramales retorcidos en donde no puedes buscarte, por que no hay ni norte ni punto cardinal conocido. No le gusta la Oscuridad por que en ella puedes encontrarte a ti mismo, pero si en tu confinamiento hay una pequeña ventana... ¡Ay! El deslumbre de la promesa de la luz puede distraerte de tus instintos, y el deseo de las formas de la materia que por el hueco puedes ver arrastrarte y, reduciendo el universo a un cuadro con una única vista en la que creer, matar al resto del espíritu."
"En esa cárcel había pocas cosas que hacer, y por que la mujer sentía que era lo único que tenia y por que podía hacerlo bien, empezó a cantar. Pero eran cantos empujados por las sombras de la melancolía y reflejados en el espejo del gemido y el sollozo."

"Su canción no paraba, tanto de noche como de día, pero tampoco parecía alcanzar una inmensidad deshabitada."

"¡Ah! pero nada es como lo estamos viendo y los ojos solo mienten por que queremos creerlos, y he aquí que un día un hombre escucho la voz entre los arboles del Bosque."

"Querríamos decir que era un ser hermoso y apuesto. El eco de la tradición exigiría porte y gracia y claro esta, abolengo, Conde, Duque o por que no, de Rey herencia, pero esta es la verdad. El si era hijo de una Madre y era humilde y aunque pequeño fuera su legado grande era la riqueza que le venia de dentro y lo hacia poderoso."

"Pero el Ogro como todos los tiranos dota a sus tributarios de sus propias cárceles y ventanas.
Y la del hombre era que carecía de una dirección mas allá de su ombligo que le diera un sentido ."

"El hombre vería los reflejos del sol sobre ella en las alturas y tendría una razón"
"La mujer imaginaria los misterios ocultos detrás de lo que se permitía ver y anhelaría mas"

"En la noche, ocultos de las miradas del Ogro labraron lazos hacia arriba y hacia abajo por los que él podría bajar a la Tierra Firme y ella ascender a las Estrellas, siempre que estaban juntos"

"Pero el Ogro no es ciego y en verdad es que tiene muchas, muchas caras y entre sus rostros puede estar el tuyo propio. En su maldad no sabes cuando observa ni cuanto escucha."

"Una mañana vino a ella y le ofreció ser libre. La mujer sin sospechar nada pregunto como y Ella, por que al Ogro también le gusta vestir carnes femeninas, le dijo que si podía tomar la tres nueces que guardaba mas arriba en su guarida podría librarse de su confinamiento."
"La mujer pensó regocijada que el desconocimiento del Ogro de la existencia de su amado era su oportunidad y así a la siguiente noche lo planearon."
"No fue difícil para el hombre, dotado de fuerza y dedicación, entrar donde estaba el precio de la libertad de su amor y tomarlo, para dejarlo, al despuntar el alba, de ella en su mano."
"Las paredes parecieron caer y el Bosque a su alrededor se baño de la luz de los Astros. Ellos se dieron la mano dispuestos a descubrir juntos el Mundo alrededor pero fue la voz en sus pechos con el tono del Ogro lo que les despertó de su sueño."

"- ¿Corréis, cervatillos, corréis?. ¿Por que no corréis?, - preguntaba, - así seguiré teniendo mi desquite y mi placer multiplicado por dos."

"La figura del Ogro no se hizo grande ni amenazadora, ¿Para que? Solo le hizo falta hacerse presente en la magnificencia concreta de ser aquello que siempre te llega a superar."

"Los fugitivos huyeron intentando despistar a su adversario, encaminando sus pasos entre las distancias y los tiempos. Él la guiaba a ella aferrándole con fuerza la mano, a duras penas evitando traslucir los temblores que le enfrentaban a que estaba perdido. Ella le seguía, sosteniendo en su otra palma las tres formas rugosas de la llave que se le había entregado."

"En la desesperación la mujer tejió ideas penetrantes."
"Las nueces eran su premio, su poder, su libertad, y las palabras de su Juez es que debía de tomarlo."

"Cuando el aliento del Ogro fue patente en el horizonte ella se detuvo asustándole a su compañero y se metió una nuez en la boca y la mordió"

"No era una la nuez sabrosa que da el Nogal, si no la semilla amarga que ofrece al incauto. Era amarga como la hiel del miedo y la muerte y ese sabor destilo su poder en un sabueso enorme y afilado que salio de sus hombros."
"El Ogro lo vio venir con calma y cuando la mancha oscura lo alcanzo le ofreció en su mano un bocado que gritaba con voz de mujer y sangraba gorgoteando, que el animal no pudo rechazar volviéndose blanco y después transparente y languideciendo hasta no ser mas que un recuerdo borroso."

"El Ogro avanzo mucho mas rápido hacia ellos en parte por que él nunca había sabido a donde ir, en parte por que ella se sentía sobrecogida, tales son los efectos de los poderes del Ogro."
"Cuando el alcance de su vista les permitía ver el negro de los ojos de su perdición, la mujer, aun nublada por las lágrimas del dejo de la primera nuez, echo mano de su desesperación y mordió la segunda semilla."
"Su sabor tomaba embocadura de las lágrimas de dolor sin limite vertidas, de los juicios erróneos, los orgullos henchidos y de los lugares que la muerte no hoya por que hasta la muerte les tiene miedo. La fiereza de un león nacía de ellos pero no lo suficientemente fuerte, no lo suficientemente rápido, no lo suficientemente sabio."

"El león sucumbió al caer la piel del Ogro y mostrar crudamente lo que realidad es por debajo."
"La mujer ya no estuvo, envuelta de la piel del Ogro, de nuevo su cárcel,

"El hombre percatado del vacío que representaba su ausencia sufrió y sufrió, por que antes estaba perdido, pero ahora no tenia la voluntad siquiera de buscar un camino. Tal fue su hastió, tal su hueco dentro que solo se sintió golpeando hasta el holocausto al Bosque y a lo que encontrara a su paso. Pero cuando hubo terminado no había sido ni siquiera el calor de una estrella fugaz."

"La risa del Ogro ronco complacida y le puso una mano en el hombro al hombre. Le prometió que volvería a ver su luz guía, pero solo seria una vez y que es seria la vez que le arrancaría la vista."

"El hombre angustiado le exigió al Ogro que viniera ese momento y el Ogro discipliente asintió."

"Ante el hombre volvió a aparecer la mujer. Apenas parecía viva, bastante semejaba peor que muerta, pero aun había un faro en su mano que reconoció, les guiaba hacia donde fuera que debieran ser. Pero sus manos apenas se rozaron pues los arboles trocaron espinos y los espinos treparon entre ambos por su piel y cuando cayeron sobre él, lo ultimo que vieron los ojos del hombre era la catástrofe en las pupilas de la mujer y el cuchillo de la sonrisa del Ogro tras ella."

"Aquí es donde el cuento debería tener un final pero la pura verdad es que o no tiene ninguno o tiene tantos..."

"Podría ser el que dice que el hombre vagara misero y triste en los años, reducido en su ceguera a alimentarse de bayas, hojas y raíces hasta que, regresara el día de fortuna en el que el hombre escuchara otra vez el canto que tanto tiempo atrás hubiera escuchado y de sus cuencas vacías brotaran lágrimas y con el sorbo de sus besos, ella le devolviera los ojos y juntos comenzaran la vida"
"Podría ser el que dice que ella no pudiera volver a cantar, cortadas sus alas en el filo del desamor y el infierno y esperara en una habitación con una sola ventana que solo ofrecía desierto y acariciaba con locura, inútilmente su regreso ."
"Podría ser el que dice que ella, aun casi fenecida, recordara la tercer nuez en su mano y en vez de morderla para extraer su poder, la plantara en el único terreno que sintiera a salvo, mas abajo de su estomago, y después mas adentro. Esa nuez también tuviera sabor pero no el acre y áspero, si no uno rozagante y tenaz y que protegida en su esperanza la cuidase mientras crecía, algunos dicen que para convertirse en un lobo, algunos dicen que para convertirse en una niña, por que la mujer por fin supiese que esta tercera oportunidad seria la vencida y que después de ella no habría nada."

"Podría ser que dijeran que fueran felices."

"Podría ser que dijeran que su causa ya fue perdida."

"Hay tantos finales que podrían ser y tantos que no llegarían a serlo, pero todos son meros fantasmas sobre el destino que se avecine a los viajeros, a los amantes y a los amigos. Por que en toda esta historia solo hay una verdad inamovible y esta es que hay un Ogro esperando tras la esquina de la esquina y que sea cual sea el final, Él lo cortara, Él lo medirá y Él lo confeccionara, y nos dirá si esta resarcido o si se cobra el precio que siempre nos ha exigido, y que en este juicio siempre se tiene oportunidad"

Pero recuerda, cariño, que no todo es el Mal.
Recuerda que los dos te queremos y recuerda esta otra verdad que nos cantan:

"Por que en una sola hora en puerto,
el marinero se libera de los miedos,
y olvida las tempestades
de un centenar de años."




(1) Mis disculpas a los hados de los cuentos de hadas y mi veneración y respeto a Giambattista Basile y los hermanos Grimm por haber fusilado impunemente tanto su Petrosinella como su Rapunzel. Si alguien le apasiona esta fuente de sabiduria que son los cuentos puede visitar esta pagina http://www.surlalunefairytales.com/
Mi abrazo también a Pola por el germen de este cuento nacido de tanto del "Plan" como del "Espíritu del Mal". Un beso.

16/3/08

Diario para Una Luz (xv). Las Tres Formas del Lazo

No cambia mi estado aunque Él se ha ido.
Me he ido a los restos de mi habitación pero sigo de pie frente a él, y no puedo llorar por que el surco es tan profundo como lo puede ser mi alma, y de repente se ha llevado todos los sentimientos al arrobo de la congoja, y en la superficie, no importa el lugar, solo queda el vacío.

No quiero nada. No deseo mas que la nada. No puedo llorar. No quiero hacerlo. No por él.

Importa un carajo a quien señale el dedo de la culpa por que este suele apuntarse hacia si mismo cuando llega el momento.
Tienes, ... tienes una forma entretejida entre tus dedos que sube caracoleando hacia tu pecho y que se mete dentro y que con el tiempo imaginabas bendecida y desaparece tan súbitamente que es como si desde siempre no hubiera existido, y te angustias desesperando como ha sido posible que fueran tan frágiles tus nudos.
No era la que cuelga sobre mi como la salvación prometida con caricias y gorgojeos y que me da asidero para subir.
Están aun las vueltas y mas vueltas de una espiral acogedora que se enhebra sobre toda mi piel y luego bajo ella y que no puedo ocultar que me sostiene y me orienta y que a veces da a mis sueños color.
Pero el lazo que me estrangulaba el corazón de mi espíritu a resultado ser el de él.
Me metió dentro, la certeza de su negación y no la he podido borrar con ninguna otra y el dolor se ha hecho mas intenso con cada intento que enmarañaba y apretaba mas y mas los nudos.

Desee poder seguir intentándolo y poner todos y cada uno de los remanentes de lo que soy y dárselos sin dejar ningún techo, todos por un solo cambio. Una sola y mínima comprensión.
El necio porfía, dicen, el sabio sopesa.
La Diosa te puede contar, cariño, lo que he porfiado por los dos y lo profundamente y sin arrepentimiento, necia que soy.
Pero también te dirá que ya no puedo seguir.

Cada hebra de nuestro amor es mía y esta abierta y entregada sin escatimar nada de su peso y su valor, y sin embargo, continua siendo rebotada en su muro hermoso pero opaco.
Me ha apretado hasta estrujarme a un casi imperceptible hilo del limite.
Y no puedo odiarle, solo puedo dejar de experimentar lo que me hacia amarlo.
Pero como renegar de enamorarme y abandonar la esperanza de vislumbrar ese pequeño cambio.
Parar de querer, de quererle es lo mas intensamente imposible para mi.

Solo desee un momento y una distancia.
Para evitar la rotura. Para aflojar la presión.
Pero lo que a mi espíritu inspira lo vence la perdición.

Algún
día le preguntaras a tu Padre, el porque de por que nos separamos y yo espero que escuches su versión por que seras justa.
La mía esta ya aquí y se resume en que de las tres formas del lazo que he descubierto puedo respirar, la que creía invencible ha sido la mas fácil de cortar y que cuando se te rompe la certeza de su amor, no deja de doler si le echas la culpa a él o te la echas tú.
Lo que mas me importaba se desvanece entre mis dedos y no lo quiero remediar y me destroza y me alivia.
No puedo llorar. No quiero llorar. Pero necesito llorar.
Escucho el terciopelo del estremecimiento en la voz sobre el piano de Tori en el stereo y sé que me he estado anegando de las contradiciones de la sensación por completo.

"Corren bajo la lluvia
Estas cosas Preciosas.
Déjalas sangrar,
déjalas limpiarse.
Estas cosas Preciosas
déjalas romper.
Ellas se agarraran a mi.
Ellas se mantienen en mi"

Y las sostengo, cariño, estas cosas preciosas, tuyas, suyas, mías para que nunca se desvanezcan.
Mis tres formas del lazo.
Dos Formas de amor y Una de desamor.

(1) Gracias a Tori Amos por la inspiración y por canciones como "Precious Things"

1/3/08

La Oscuridad (v). La Mano en el Fuego.

La mañana, que ha despuntado mientras viajamos en coche, era preciosa. Un color azul pálido tiznaba el cielo, normalmente hosco, de Mayo por el que retozaban tímidas nubecillas.
Que me haya estado fijando en estos detalles supongo que refleja cual era mi estado de animo.
Pobre Pola, tenia tanto miedo. Él me lo advirtió y yo le escuche muy atentamente. No sé si aun piensa que ha sido un acto temerario y algo suicida, pero cuando él me habla sinceramente y con cariño yo le tengo respeto. Es la voz del sabio la que se me dirige y hay que guardarle reverencia.
Pero aunque durante toda la semana, después de que Anibal me rompiera el corazón por dos veces y antes de que bajara al sótano mas secreto de la casa de Príncipe de París, lo pensé muy profundamente, también me enfrente a que estaba realmente decidida.

La Oscuridad inmediata, amenazante y física y presente, se había retirado a lamer sus heridas. No habíamos vencido pero habíamos conseguido un aplazamiento. Dentro de mi siguen habiendo resquemores. Dudas sobre nuestros aliados. Dudas sobre, ahora mismo, nuestras posibilidades. Pero todas se oscurecían ante la única y persistente pregunta.
La Oscuridad invisible persistía aun junto a mi. Desde que subí de la casa de Eugene y la puso al descubierto.
Lo entendí, y me he dispuesto desde entonces a actuar y asumir a lo que me lleve ello.
Por que de Eugene voy a intentar sacar todo el bien que sea capaz de desenterrar de debajo de su perversidad.
Por que no estoy yo sola en el Mundo. Tengo a Annette, tenia a Anibal.
Soy responsable ante Judith, Pola, Santiago, Mayim, y sus familias. Ante la gente del Túmulo y de la Torre. Ante la gente de París y el Mundo entero y el Universo. Ante las criaturas vivas y los Dioses y Daimones. Ante mi.
Si les pongo en peligro no seré merecedora de justicia ni misericordia.
Por eso formule la pregunta y dispuse mi vida para obtener la respuesta.
Es la razón por la que baje a la estancia de la Sibila.

Solo dispuse una semana para compartir mi Amor con los que quiero.
No hice un drama ni cambie en demasía mi comportamiento, excepto quizás con Annette.
Después de ver lo que le podía deparar el futuro, y de lo que se rompió siete días antes temía por ella. Temí que no pudiera cuidarla. Que volviera a suceder lo que Eugene precipito. Temi que se quedara sin nadie. Tuve miedo de no volverla a ver.

Pero llego el día. Tenia que ir.
Quizás
no fuera necesario. Quizás yo misma hubiera descubierto el dictamen.
Pero no podía arriesgarme. Y por eso arriesgue todo lo demás.
No me ha movido ni el despecho, ni la tristeza, ni la inconsciencia. Al menos eso creo.
Me ha movido el amor que siento por todos los que quiero y el dolor que me sepulta cada vez que me imagino siendo la mano que los hace desaparecer.
Cada cual tiene sus razones para consultar a la Diosa. Yo esperado toda la semana tener las mías lo mas limpias posibles. He buscado y buscado la verdad de si eran mías.
Y hasta cuando Amadour me condujo y vi lo que un ser con cuatro mil años de poder puede respetar, no flaquee.
Esto es mas o menos lo que ocurrió:

En el centro de la estancia, tras las serpientes, ardía un fuego dentro de una pila austera.
Sus llamas se movían por el aire de la puerta que yo mantenía abierta. Allí estaba ella, la Deifoba, invitándome a acercarme.

Su piel brilla como la luna pálida y sus ojos son humanos y son animales. No parpadea y eso la hace mas profunda y mas etérea. Cuando cerré la puerta era como si hubiera entrado un sueño. Todo era real pero remoto. Estaba sobre el mundo pero ampliado. Ella es un Daimon pero, en tantas direcciones, es mucho mas palpable que mi propia existencia.

Ella Ve, lo sentí en el momento que me puso la mirada encima. En cada instante que tardé en enunciarle mi pregunta.


"¿Quien soy para la Ciudad Maldita?"


Su voz empezó suave como el susurro de las alas de las mariposas.


"Es a ti y sólo a ti a quien corresponde saber quien eres."


Y se me acerco y tomo con insospechada fuerza mi mano izquierda, donde aun tenia el sello de Salomón que en la Espiral quedo grabado a fuego. Y hablo. Y no fue suave ni delicada.


"Pero algo he de decir."


Su descomunal fuerza arrastro mi mano dentro del fuego. Mi mano ardió como no si fuera de carne si no de madera mientras ella entonaba con un poderío que aun resuena en los ecos de mi alma:


"¡Arde, Desecho de la Oscuridad!"


Su mano me soltó y caí Mientras su Voz, la Voz de Apolo, de mi Padre, de mi Hermano, de Mi Hijo, del Sol atronaron en el Dolor con cada una de las palabras de su Boca. No pude evitar soltar un alarido de terrible agonía nacido en el tormento de la quemadura y del Verbo hecho Auspicio.


"¿No debería apelar a las furias, más antiguas, poderosas y crueles que los Dioses para que te dieran justo castigo?
Usurpadora, viniste para dar muerte a todo lo que fueras capaz de amar.

Tu hija será la última víctima de la Espiral.
Cabalgarás sobre la bestia de siete cabezas.

Serás la Gran Ramera que se sienta sobre las Grandes Aguas.

Contigo fornicarán los Reyes de la tierra y los habitantes del mundo se embriagarán con el vino de tu prostitución.
Buscabas el Trono de la Madre.

¿Y qué has encontrado?"


Sé que puso los ojos en blanco, por que aun en la furia de la tortura del dolor no pude cerrar los míos, y sé que comenzó a canturrear con voz dulce a través de su terrible y siniestra apariencia, por que ningún grito mio podría acallar a la Voz. Su Voz.


"Ya no eres vasija rota,
Ya no eres siniestra sombra que contuvo
La misteriosa Luz de la Manifestación.
De la danza de las abejas
De la danza de las grullas
Creció una amapola en tu pecho
Y el viento de tu amor llevó su semilla
Hasta el umbral de la casa de la Madre
Y creció hasta ser un Retoño del Árbol de la Vida."


La bendita oscuridad se me llevo al los campos de los sueños sin recuerdo.

Alguien me llevo hasta casa. Alguien estuvo junto a mi y me curo la mano y me cuido.
La herida de la mano se fue curando poco a poco pero nunca volverá a tener el aspecto de la otra. Brilla roja y cicatrizada como si realmente la hubiera metido en el fuego del Sol.


Tuve mi respuesta y como no fue Pola quien me la explico.

Estoy libre de ellos. Tengo lo que tuve en un principio y nada mas que eso.

Nacida en los Hilos de una Danza a través de la Sustancia.

Bendita en mi único Beso de verdadero Amor.

Completada en la Luz y el Fuego.

Un Fuego directo desde mi mano hacia el Corazón.


(1) Agradecerle la palabras de la sibila a Kiko, por que él las puso en su boca y ella en mi.

La Oscuridad (iv). Juicio.

Hubo un segundo de silencio tan intenso que no podía acabar. Se sostuvo en la eternidad, librándose de las ataduras de la leyes que le susurraban que eso no se podía hacer, sujeto en la ira, el desengaño, la culpa, el estupor y el abatimiento. Pero sobre todo en la soberbia. En el pecado del orgullo. En Anibal.
Juro que no fue la niebla en mis ojos la que me engaño. Juro que no había ni un ápice del sentimiento de abandono que tres horas antes me hizo destruir mi habitación. Juro que para ese instante ya me había preparado hacia mucho tiempo. Pero también juro, que nunca, nunca me había preparado para su reacción, sus palabras, su despecho, su falta de ... corazón.
¡Oh Eugene, como orquestas tan milimetricamente!. Pero no tienes la culpa. Los merecedores de cada gramo de descrédito y deshonra somos nosotros. Anibal por su estrechez de espíritu y arrepentimiento y yo por mi ceguera desde el amor por él.
Por que la verdad inamovible es que Anibal es un asesino de masas sin remordimientos y yo, su mujer, lo he encubierto.
Y Que Yo Me Arrepiento.
Se ha puesto allí delante a esperar un juicio en el que no creía y no cree, como si la confesión expresada al aire fuera suficiente penitencia.
No tiene medida la amplitud de su engreimiento, la falta de comprensión del alcance de sus acciones.
No es solo el efecto demoledor que ha causado en los miembros del túmulo, Diosa, no solo son las caras cuyo recuerdo me avergonzara toda la vida, es la desfachatez y el desprecio a esas personas y a su amistad y a sus credos.
Anibal les ha repudiado, afrentandonos en lo que mas amamos. Con desprecio. La culpa es solo nuestra. De lo que creemos. No de él. De la sangre en sus manos. Del horrible crimen perpetrado sin ninguna razón.
Su orgullo es tan grande que ni siquiera ha mostrado una pizca de conmoción. Ni siquiera para defenderse.
Nada le ha hecho reaccionar.
Ni el hundimiento moral de Angus.
Ni la justa cólera de Nedra.
Ni la profunda indignación de Remi.
Ni, Diosa, el horror los ojos de cada una de sus víctimas de vuelta reflejado en la cara del Horror de Sabine.
Creía que la Roca se movería, que en la intensidad de mi Amor Incondicional, Profundo, y Sincero habría un cambio, un solo e ínfimo cambio habría bastado, pero nada lo ha movido.
Nada.
El Amor lo cura todo, el Amor significa todo, el Amor lo puede todo.
Pero el amor también es el Demonio. Anibal es mi Demonio.
No ha sentido siquiera la rotura en mi corazón, en el desgarro de la culpa de mi voz.
Bajo las leyes de la Diosa deberíamos estar muertos los dos.
Al menos treinta y dos almas claman por ello y solo un resquicio de providencia nos ha salvado.
La valoración de un viejo Fungus, hoy mucho mas viejo, de cual es el mal mas pequeño.
No sabe Anibal lo que ha hecho. No sabe lo que ha derrumbado.
Las cosas que se han perdido.
En la Diosa yo confió, yo creo. A la Diosa él ha dado la espalda.
Entro al Juicio henchido de confiado orgullo de no perder nada y creo que a final ha perdido me ha perdido.
Por que ya no puedo seguir queriendo a ese monstruo.
Yo creía amar a un Hombre.