21/11/10

Besada por el Dragon

Que no oigan esto mis hijos hasta que expire el tiempo, en el que tengan que acatar lo que les ordena su madre, pero a veces es un milagro que las cosas me salgan bien, que acabe mis días con todas mis partes incólumes o vaya, simplemente, que siga viva.
Milagros maravillosos si, de los que salvan la gracia de la benevolencia de los dioses, pero claro esta, con el merecido dolor que precipita la inconsciencia pueril y las buena intenciones.

Ya sabéis. Milagros de los que te llevas marca.

No creo que tenga edad para convencerme de evitarlos pero debe constar que, darme cuenta si que me la doy. Podéis escribirlo en mi epitafio.
Me parece que me voy a empeñar en no madurar.
Bueno si un poco.

Aunque duele.

La Diosa, que ser como se es, Duele.

Tanto como para aullar a pleno pulmón entre dientes (una es una quejica pero con un mal aprendido concepto del decoro) cuando eso que no esperas ocurre (cuando todo el mundo me pregunta con los ojos si no lo viste venir) y con todas las consecuencias el "Dragón" te da un beso.

En verdad. Para ser justos: Tres.
Uno en la cintura. Otro en el muslo. Y el ultimo en el hombro.

Con sus labios de lava ardiente...

Vale también podría ser descrito como que me escupió. Pero yo soy la que escribo y soy yo la que le pongo nombre a las cosas y para mi fue un beso. Una inesperada y cálida y amable caricia.

Besos.

Soy una romanticona de la peor calaña y de las que no aprenden.
O bueno, conozco la lección pero la asumo.

Que los besos tienen que ser agradables, húmedos y pícaros (¿Diosa en quien estaré pensando?), quizás sea verdad, pero que un beso verdadero y real y bien dado también duele es, tal vez, la otra parte de su certeza, que creo que ya se y que he llegado a aceptar. Te duele en el conocimiento de que en algún momento se va a acabar, pero lo saboreas y te concentras en cada uno de sus poros por que no lo pretendes olvidar.

En mi caso ese saber y ese sabor siguen llevados al máximo extremo de lo locamente (no es demencia si no puntual manía y no cojáis un manual de psiquiatría para valorarlo si no una enciclopedia de mitología) mas cercano al milagro.
El prodigio de la lava en la carne y de no llegar al desmayo. Del esperar a la forja

Atesore los presentes que el hálito de ese poder majestuoso encarno en mi cuerpo en respuesta a mis plegarias y se los di a sus dueños por que no eran míos, yo solo soy la mensajera.

Entendí el idioma del Poderoso de la bruta patina de su habla y lo traduje para los míos a nuestras lenguas de piel y de materia.
Esa fue la ayuda que pedí. Ni siquiera yo lo entendí que ese era el como cuando lo pedía. Solo mi instinto reacciono.
Cada beso coagulo en mi como una perla de la savia del Fuego y de la Tierra y del Aire.
Yo les entregue lo que floreció.

A Ariel le entregue la de mi pierna.
A Charo la de mi vientre.
A Asier aquella de mi hombro la que mas cerca cuajo de mi corazón.

Son piedras venidas de lo ignoto.
Mio no es el honor de saber lo que hacen.
Solo el de conocer, íntimamente, que son, en todo instante, Besadas por el "Dragón".