13/12/08

Las Torres que se Hablan.

Ya no estoy segura de lo que la torre es.
Y lo peor que esta sea segura.
Se me han reafirmado ciertas sospechas, entre ellas la que disuelve la sensación de hogar y refugio.
El hogar deja de serlo cuando te asusta lo que le pueda pasar en él a tus hijos.
Y estoy terriblemente asustada de lo que puede hacerle este lugar a mis hijos.

La ultima vez, ha sido tan simple como que suena una nota de piano de la mano de Xavier y que el suelo tiembla y cuando estas huyendo para protegerles te des cuenta que ya no te encuentras realmente en la misma habitación en la que estabas, y que andas por un edificio que físicamente crees reconocer pero no es mas que otra mascara de una de las ignotas partes que lo conforman.
Son tan inabarcable las caras que me imagino puede tener.

Me es difícil comprender y explicar un lugar como la Torre.
Vivo en ella desde hace mas de cinco años y mis esfuerzos por entenderlo se pierden en ese tiempo y lo único que sé es que cuando creo que tengo la comprensión, ocurre algo que me hace perder la fe en mis reflexiones o me aleja la atención sobre lo que es este edificio resulta ser.
Me resulta como contemplar un cambio en el estado de animo tras otro de algo tan abstracto como el espacio y el tiempo. Un cambio al que estas unida.

Judith me dijo una vez, cuando por primera vez Eugen vino a mi, y con toda la razón de su santa alma, que la torre somos los que vivimos en ella.
Pero tambien hay una torre como certeza de piedra, cemento y acero, que también existe y existía antes de que nosotros llegáramos, y que experimenta trazas de una existencia transcendental como la de una criatura viva. Una existencia innegable.

Esta es la expresion de una conjetura que se ha ido madurando en mi en el tiempo a traves de lo que siempre he sentido y lo que he visto. Una vision mia, parcial entonces pero no creo que errada.

La torre, el edificio, es algo vivo.

Se que me repito, pero es el principio, cuando digo que creo, sueño y veo que todo, absolutamente todo, esta vivo.
Es una seguridad que adquieres cuando contemplas el Árbol en cada grano de arena, en cada guijarro, en los terrones que pisas, la hierba, los insectos que corretean, conejos, corzos, abubillas, tocones muertos, altos castaños y robles, los niños, las bicicletas, los libros y las casas. Y los edificios.
La vida se extiende por la rotundidad de la sustantividad en lo inanimado, lo animado y lo imaginable.
Cada una en su lugar y con su halito y tempo. Pero en su canto, que escuchas, aunque distinto, son lo mismo.
Una piedra no atrae nuestra consciencia hacia la vida como un rio por que su ciclo es difícil de concebir y contemplar. Su alma sin embargo suena, aunque sea mas tibia.
Un río canta a todas horas y decide sus pasos en ocasiones varias veces en una estación, un lapso lo suficientemente corto como para contemplarlo. Y para vernos reflejados. Y para entenderlo.
Las ideas son unas criaturas vitales mucho mas volátiles. Se escapan entre los dedos de lo que entiendes. Destellan desde el nacimiento a la muerte en días o horas o permanecen inamovibles por periodos mas largos que los de las montañas. Buscan un nicho donde prosperar, crecer,y multiplicarse. Por que lo mas impresionante de la Vida es su capacidad de que sus seres aniden unos dentro de otros.
Por que la Vida no es aislada y solitaria si no que se agarra entre si con mano fuerte y dedos largos. Asi la Vida prevalece y se extiende.
Los peces nacen y mueren en los ríos que se desplazan y transforman.
Los arboles se yerguen sobre la tierra pulsante que modifica su rostro con el paso de los siglos.
Los conceptos y los sueños cohabitan en las mentes de los otros seres y les inspiran crear, transformar o destruir. Lo que se crea , transforma o destruyen hace germinar otras ideas.

El Todo que configura el Árbol de la Vida esta infinitamente mas entrelazado de lo que nadie puede concebir y posee sus equilibrios complejos, sus indefiniciones creadoras, y sus desequilibrios simples.
No es mas sorprendente que puedan tomar forma.

Las arquitecturas febriles se desplazan de lo invisible a la realidad y viceversa.
Los castores construyen sus diques sobre las corrientes con ramas y lodo y las abejas y las avispas crean colmenas en las ramas y troncos de los arboles con saliva y papel.
El mar tiene sus arrecifes que se transforman en islas y las montañas sus bosques y lagos.
El hombre gesta constructos inimaginables en un inicio, que se transforman en seres agregados de piedra, madera, metal, u otros componentes nacidos de las ideas y tan mudables como sus padres lo son cuando comienzaron.
Su vida es mas corta que la de cordilleras y montañas por la razón que en su corazón aun fluye un fuego etéreo en el que el combustible resulta una materia mas resbaladiza y caduca. Pero es asi como adquieren la capacidad de fortalecerse en la realidad un poco mas lejos de los limites. Pueden cambiar los limites. Al partir de la idea, la función y el concepto que su benefactor albergo en su mente este puede olvidarse, cambiar con el paso del tiempo o llegar mas alto.

¿Y entonces que pasa en la torre? ¿Que esencia la conforma?

En un inicio se partio de las mismas raices. Pero en su final quiso ser mucho mas.
Esta es una estructura concebida de una serie de horizontes mas complejos que el de una simple construccion. Cada retazo de la arquitectura ha sido meditado hasta el mas invisible detalle. Los materiales y las formas se escogieron con unas resonancias y aspectos propios y especiales. El emplazamiento elegido, comprende un nudo en el que las esencias de la vida, de la tierra y de la ciudad, se recogen y se funden. La torre recoge todos estos propósitos y añade o resta aquellos que nosotros y los que han venido aqui, hemos ido añadiendo.
Lo que Perret pergeño era un conjunto que ni el mismo comprendía del todo pero que funciona desde el primer instante en que se puso la ultima piedra, antes con su columna vertebral hecha de cable en su seno y ahora sin ella.

Lo que nosotros habitamos no es un edificio.

Es la coagulación de unas ideas, imágenes y verdades que hace tiempo se separaron. Es un ser que habla en un idioma de personas, hechos y lugares que se cruzan para respirar la misma idea en el mismo instante. Que habla con otros seres como él mismo en palabras de Tiempo que es eterno y salvaje y de Espacio que esta en todas partes. Que posibilita el camino que une los tres mundos: Celeste, Medio e Infraterreno, no manteniendolos juntos, si no retomando la certeza de que son uno solo.
Por el que suben los demonios y bajan los ángeles.
Son los puentes sobre la grieta que iende el Arbol, la Vida, y a todos los seres vivos. El puente por que aunque son varios solo hay uno.
Es la torre del eremita, en el que el sabio anida y asciende y que el monstruo ocupa y escarba su cubil.

No son las torres que se hablan, el lugar para que crezcan los niños.
No es en absoluto un lugar para vivir.
Es un ser con el que unicamente debes convivir para buscar tu destino.
Es un ser al tiempo terrible y loable.
Y este ser, Diosa, que se agita, y se alimenta y nos transforma, esta en medio de Paris.

¡Esta Torre, Perret, la pusiste en medio de Paris!

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