27/4/09

Puntos Cardinales (iv). El Norte: Sueño.

Si tienes una base donde asentar los pies puedes mirar primero al frente y, cuando te das cuenta que ahora ves, al final te impulsas a alzar la mirada preguntándote si hay, allá arriba, un techo.
Si me he conjurado a reposar sobre el Amor y lo que me eleva es la Verdad lo que tengo sobre mi es el inconmensurable firmamento del Sueño.

Puede que sea difícil de expresar que el Sueño es tu Norte y, que se entienda, que no es que has perdido el roce con la realidad si no todo lo contrario.
Esa es una paradoja que solo se esclarece si se borra la oscuridad mental que interrumpe la comprensión de la intimidad completa de Imaginación con Sueño y un poquito mas adelante de Naturaleza con Imaginación.

Lo mas Real se alcanza cuando has zarpado de tu hogar a una bóveda celeste de ensueño. Ella cala por tus ojos hacia su océano gemelo que tengo dentro del que cada gota es un imaginario que enmudece lo que por la percepción toca el Cuerpo pero no lo acalla pues difícil puede ser que una vastedad que abarca a su parte la anule.

No es una evasión en la fantasía, si no una inmersión en la sustancia de la Realidad distinguiendo lo que son sus sombras y nunca desdeñandolas.

A veces es un mar de fuegos estelares que cubren la base oscura en el que se forma hasta que esta adolece de la necesidad de ser brillante y llameante y bulle en cada rincón de tu ser la Iluminación y la Sustancia. Tu alma se concibe a su través y conduce la Luz desembalsada por tus campos del ingenio y el conocimiento hasta que conecta cara y envés, hasta que fluye en el anverso y el reverso, hasta que su mezcla retorna el néctar Único.

Es la Imaginación es el aire que es de Todo su fundamento, que recuerdas que te rodea y que lo respiras y que lo metes dentro y lo sacas fuera. Estas inspirando Fuego y estas exhalando Fuego y el Fuego que entra y el que sale es el mismo pero distinto y eso es el Sueño.

Es lo Real sobre lo real sin condición de soberanía si no de unidad. La Unidad recordada en tu Sustancia que se despierta y que impulsa un Reflejo que no es una una ilusión sobre un Espejo.

Talla el rumbo en mi compás y tizna de Boreal liberada mi visión inconcebible de ilusión, chispa y juicio.

Es mi Norte por que un simple paso hacia allí me hace mas plena, real, y buena.
Por que no viajas a ese punto para no regresar si no que su retorno es constante.
Por que no hay Allí sin Aquí, ni Aquí sin Allí.
Por que a ese norte viajas sin viajar y no parando de lanzarte al viaje.

Cada Sueño es Verdadero.
Cada Sueño despierta un pedacito dormido mas.
Y cada descubrimiento por la Imaginación es Real.

Puntos Cardinales (iii). El Oeste: Dilucion.

Las formas de la dilución beben de las fuentes del amor y el sueño, sur y norte, y se internan hacia los rincones oscuros de mi ser.
Esa es la razón por la que apunta hacia poniente, hacia el oeste.
Representa la necesidad de recortar la aristas, como columnas, de mi ego.
Funde las sombras que recaen sobre el Amor.
A través del amor en los demás, me diluyo.
Para alimentar a lo que ame, amo y amare, limo mi Yo.
El Amor me da el fundamento.
El ideal de lo soñado dirige mi dilución.
La Daena que habito me moldea desprendiendo las espinas.
El Sueño me muestra mi Forma y mi Fondo.
Destruyo mi yo, para hacerme mas pequeña, pero mas yo.
En los demás soy lo que puedo ser.
La Dilución me quita partes.
Pero son las partes superfluas.
Me diluyo hasta no ser nada.
Y soy en todo en cada instante.
Esta es la dilución.
Esto es lo que es mi poniente.

Puntos Cardinales (ii). El Sur: Amor.

La brújula que te dirija debe tener un punto de referencia que te de el norte, pero en mi caso este lo he reconocido apuntando en dirección sur, hacia ese punto cálido que reside abajo en nuestra intimidad.
Por que es un fundamento acogedor sobre el que asientas la raíz de los pies si quieres alzarte e intentar estirar los brazos y los dedos hacia el cielo.
Es la marca del centro del mundo. El Amor que llama a todas partes.
Amor verdadero e incondicional.

No tiene estridencias, ni melodrama ni protagonismo.
Es duro, exigente, y lento. No promete nada.
Agota pero enaltece.
Toma partes de ti pero llena.
Duele pero protege.
Se pone en todas las cosas.
Amor sin desapegos.
Amor sin ti en mente.
Amor acariciando el borde de lo imposible.
Casi inalcanzable.
Casi.

Me he cruzado sin llegar a conocerlo, cubierta de mi incontable egoísmo.
Lo rozo, a veces lo he sentido sujeto en la ligazón del momento y las personas, a veces se ha confundido con el reflejo sucio de mis miserias.
Amo a mis hijos.
Amé a Anibal.
No se con que clase de amor amo a Pola, pero lo amo.
En el templo de Siwa supe cual es su éxtasis.
Sin embargo solo son principios de los que nunca podre librar de las huellas del propio interés, del deseo ciego, la obsesión recocida, la pura envidia, el beso del orgullo y que se yo otros frutos del simple egoísmo frente a la soledad.
Todo lo impregna. Todo, aunque sea levemente.
Todos mis hechos están bajo sospecha.
Y sin embargo me sigue llamando.
Se empeña en que lo conozca.
No me repudia.
Y yo trato de conocerlo.
Ahora he decidido que con todo mi foco.
Y sin huir de sus propias condiciones.
Magia, vida, y mas allá.
Un circulo de completa conmoción.
De no mas palabras sin obra.
De no mas indolencia.
De no "No mas". De no basta.

Creo que vienes al mundo sin nada excepto la capacidad de amar.
Y que si te debes ir, únicamente es con todo el amor repartido.
Todo lo demás esta vinculado.
El amor llama a todas partes.
Te puedes negar a escucharlo.
Pues es un aliado que te exigirá.
Pero le he dejado entrar.
Y claro esta muy consciente del desenlace.
De las victorias y los sacrificios.
De la realidad.

Puntos Cardinales (i). Compás

Pienso en si tengo derecho a lamentarme y la cruda realidad es que no tengo ninguno.
Y sin embargo me siento invadida por la acuciante necesidad de parar y hacerlo.
Me han hecho darme cuenta de que debo detenerme o me veré llevada sin control en la inercia de las fuerzas que he creado o de las que he adoptado.
No. Miento. Me vuelvo a lamentar. Vuelvo a hacerlo.

No me arrastraran si no que las caminare y lo que quedara engullido es el resto.
Los amigos, los familiares, los simples conocidos. Los que agarro y obligo a separarse de sus viajes.

Soy menos dueña de mi misma de lo que debería y creía ser, por que he ido dejando retazos evidentes de mi en lo que toco, conozco y amo.
Pero no embebidos en altruismo, si no casi en todo lo contrario. Es patente que con sutilidad vampirizo las buenas cosas que me pasan, y pongo mis tentáculos en sus espíritus, y los estrangulo al tensar la cuerda bajo el peso de mi egocentrismo.
Me engaño perfectamente pero a veces, cada vez mas veces, yo misma me lo planteo.
Una voz amiga, vacía ya de este mismo poso me la ha advertido. Ha deseado que no pasara por allí.
Y yo sin embargo no he caído hasta que un terremoto ha destrozado las mentiras.
¿Se puede ser tan egoísta como, para que cuando una amiga te dice que ha perdido a un ser querido, seguir pensando en ti?
Yo lo soy.

Todo lo que creía es lo opuesto.
La confusión me atribula.
¿Que es lo que me pasa?
¿Que es lo que necesito?...
¡No!
¡Mal! ¡No es eso...!¡Joder!
Es. Lo. Que. Ellos. Necesitan.

Le daba vueltas a un sentimiento sin forma y ahora sé como tengo que aclararlo.
Las posibilidades que se me planteaban (el abandono, el cambio, o la indiferencia) llamaban a una guía que las condujera.
Buscan un punto de referencia, una brújula que marque el compás con su armonia. Aunque implique que mi mundo se desmonte y remonte de arriba a abajo.
Como Pola tiene su estrella o Karel su canción o Yue sus convicciones.
Definiré de nuevo los puntos cardinales y los seguiré de frente mientras no cejo el movimiento. Evitaré dar ventaja a las sombras que nos acechan.
No son cosas nuevas, pero si un cambio hacia la fortuna.
Definir el Amor, el Sueño, la Dilución, y la Ingenuidad.
El Sur, el Norte, el Oeste y el Este que me encaminen lejos de ese mi primer enemigo.
Esa que conoce todas mis vaguedades.
Esa.
Yo.

26/4/09

Remanso

A vértigo de Alma fluía
viniéndome boca abajo,
si atormentándome cuesta arriba.

De giros y de regiros
reclame bilis nociva
velada prestancia a agostar a los queridos.

El remanso consagra abrigo.
De súbito viene pronto,
lacónico descanso tras recorrer tu propio sitio.

Amadome he, extremado,
en hipérbole de maníaco
impostado querer ser de ser en un engaño.

Respiro el anima despacio.
Vislumbrando en interior con tiempo,
visionaria época de focos internos,
y sosiego de vivir, los actos.

Remanso que me acoges,
umbra fresca del Árbol
sueño despierto de sombras, luciérnagas y faroles.

¿Estoy repleta de cansancio?
¿Floto a tu lecho cadáver?
¿He tu fuente, a conciencia emponzoñado?

Remanso que me compones,
arranque primero del Canto,
secreto poema enfundado en deseos de desorden.

¿Estoy llena de cacofonía?
¿Sueno en tu voz sin aire?
¿He de la melodía, en inconsciencia, roto armonías?

Espantos en abierto aflijo.
Es mirar y es ver abismo y no ser.
Es cantar y es oír silencio y no ser.
Horrores en infinito disemino.

Burdi inacabables ensayos.
No hay muerte para lo muerto
Y sin embargo de lo Divino y Celeste si remanso.

Macerada en aguas paradas,
imaginare milagro tras milagro
desgranado bajo siluetas, bajo mis sangres, una esperanza.

Vaciar la herida,
desaparecer con mi arrogancia.
Exánime en trizas

A calma de Alma orillar
apreciada boca a firmamento
en instancia amanecida, de fervor y de verdad, en Vida.

19/4/09

Los Sueños Amables (xii): Al Despertar

La segura incerteza de no distinguir haber transitado de un estado a otro te acoge como durmiente al despertar pues, a igual manera que en el cuento, tienen mas maravilla las impresiones que se te presentan al abrir los ojos que, las que entre sueños has experimentado.
Los ensueños asemejan haber sido vividos en la rutina constante de la vigilia y el amanecer de los sentidos manifiestos evocan las peculiaridades de un sueño.

Se ha destruido la linea de las separaciones y la Muga de la imaginación en la frontera fluye libre para ofrecer cualquier sentido.

El beso se mantiene cálido, tal si se agarrara con delicado empeño, aun cuando Asier ya solo se mantenga sobre mi rostro con agitado ademán expectante y las fibras de su contacto pendan en estelas de sus labios intuibles aun a dos palmos.

Un acto, significado de amor como el suyo, no se disuelve en la malva de la oscuridad y el aire y los latidos pasados, pues no es mero aroma y humedad de una boca sobre la piel.
En la sustancia de las personas que somos, se entronca e imagina hasta la realidad, uno de esos momentos que perdura por ser un lugar eterno que no tiene tiempo que le apremie.

Mas tierno que lo que una primera mirada permite me contempla igual que yo le contemplo sin que sea necesario que me pregunte si es mi niño.

Sobran la lengua y, claro esta, hasta los ojos cuando se entona la elocuencia del fulgor abierto de las presencias y cuando cuerpos, espíritus, y animas, todos al uno enamorados y milagrosamente escindidos y liberados siguen siendo uno.

Lo tengo a mi lado, crecido, diferente, y en los detalles desconocido pero intensamente intacto en su singular verdad fiel al mismo niño que amo, de los pelos de su cabeza a la tibia y azorada sonrisa en su faz.

El reencuentro es tan sencillo como mis manos aun no acostumbradas al despertar sobre sus imberbes rasgos de núbil y mis besos desatados por todo su rostro.
Sin palabras o solo las justas y confusas que poco pudieran añadir que no fuera superfluo con el saber de los abrazos y el apretón de los cuerpos y, sin embargo, aun abierto al lenguaje inesperado del asombro que surte de sorpresas los instantes maravillosos, tales como el circulo acogedor de los brazos de Anibal sobre nosotros, apretujandonos sin miedo al contacto, en muestra sincera, y me alegro por él, de liberación del dolor con el que una noche no tan lejana mi hijo y yo le estrangulamos.

No hemos parado de abrazarnos los unos a los otros, Charo, Xavier, Marion, recuperando el brillo luminoso y divino de los trances felices.

He sentido cierto lo que dice la fabula. Con mucho amor se llega mas lejos.

Allá queda, al aguardo de los días, la verdad del sufrimiento y de su cese, nunca olvidado en nuestros internos fueros, por lo menos por que a mi se me recuerda en algunas miradas de un niño, criado brutalmente aislado del mundo al cuidado de manos ajenas para él, unas tristes y otras, gracias a la Diosa, honrosas, que debe descubrir en verdad la Belleza del Mundo y reintegrarse a su pura inocencia Primordial unida a la nuestra.

Nunca imagine que seria el Ogro el que haría de hada madrina y me otorgaría en esta experiencia la facultad, creo que efímera, de los sueños amables, pero siento que debo aceptar que me ha dado tiempo para saber que siento y es que por fin despierta, me digo, eres mas real de lo que nunca lo has sido.

No, no es un sueño aunque me advierto que no es lo mismo que estar completamente despierta.
El velo de los párpado es lento en levantarse.

Reconozco que necesita al menos un beso y quizás muchos otros.
Caminos cortos y sin engaños hacia el Amor Verdadero del que me embarga una extraña añoranza.

Con la trémula calidez de Asier entre mis brazos y mis lágrimas derramandose sobre su cabello, al despertar se ha restaurado una condición que en algún momento en el tiempo desprecie.
Me alumbra en él que soy mas yo que en mi misma y que somos en armonía.
Que Annette y Asier y Gabrielle somos uno solo.
Sufrimos en la separación pero en la visión de la reunión encumbramos una esperanza inconmensurable.
Una esperanza abierta y clara en la que al Amor no le pueden causar mella.

No se cuanto tiempo he estado besando a Asier, abranzando a Asier, llevándolo de la mano.

¿Que importa mi propio jubilo sin la chispa del suyo en sus ojos, y que grandeza es mejor que el ver crecer la alegría en los seres amados?.

Asier ha vuelto y su regreso flota en la incierta linea del sueño y la vigilia con la preciosa gloria que al despertar tan dulcemente te une a la divinidad.

No es una ensoñación. No es un Sueño Amable.
Es el mejor de los Sueños.

Los Sueños Reales.
Los Sueños que Existen.

Agradecimientos a:
Monseuir Charles Perrault por su transcripción de la fabula de la Bella Durmiente (que por cierto recomiendo que leean completa en esta versión).
También a Monseuir Sahaquiel por las transcripciones de la leyenda de Parzival (aqui y aqui) que me han ayudado mucho a inspirame y también recomiendo encarecidamente.