Sol, Montaña y Aroma

La mañana me recuerda que los excesos son igual de estridentes para todos al siguiente día. Y Elize me recuerda que no tiene piedad. No se como he podido salir de la cama, llegar a la ducha y bajar a desayunar. Elyze me dice que anoche ya me metió debajo del agua pero me duele solo el intento de recordar por lo que confío en que es cierto y me anotare mentalmente que no debo mezclar alcohol griego y grifa de donde sea si no lo quiero lamentar.
Afortunadamente ver la cara de Frantisek y Elyze en el bufé es un consuelo. Me recuerda que el dolor es solo pasajero y que incluso ayuda a aprender.
Desayunamos café y bollos y aprovechamos para confraternizar con unos australianos que vienen todos los años a esta maravilla de isla en su propio barco.
Estoy excitada, no a la manera de Pola que cree y sabe que aquí encontrara algo si no a la manera de los que tienen hambre de asombro y curiosidad por lo que hay detrás de cada paso.
No se si lo habéis notado pero desde que me sacasteis de la Espiral necesito mas de todo. Es una sensación peligrosa lo se, sobretodo por que los extremos pueden llevarte a situaciones mortalmente comprometidas. Pero hoy no, hoy va a ser una caminata lúdica y casi festiva. No se lo que llegaremos a encontrar en Cnossos pero si se que solo por el paisaje merece la pena. Elyze tiene un sexto o séptimo sentido para esto de elegir lugares de vacaciones, si señor.
Andamos, tranquilos y con el objetivo de llegar a la Ciudad Antigua antes del amanecer del día siguiente.
Subimos y bajamos colinas, comprobamos que Elyze es mejor organizadora que guía y nos empapamos de el aroma y la fragancia de este lugar. Es tan especial este sitio que cuando llegamos a una aldea perdida por que la gente se ha ido a la ciudad hay un momento en el que no se si habíamos traspasado al otro lado y lo que escudriñábamos son escenas de la realidad o viceversa.
Elyze intenta aprender algo nuevo, a mirar a ese lado que normalmente no vemos. Para eso Pola es el mejor maestro. Tiene paciencia y mejor espíritu aleccionador. Yo no tengo el temple, no se como me las arreglare con mis hijos, pero al menos les ayudo indicándoles en cual de las cinco direcciones es mas fácil hacerlo.
Para cuando continuamos estoy imbuida en el entorno como si los dos, despues de un rato de presentarnos, nos hubiéramos hecho amigos. Olisquee todas la flores que pude, toque todos los arboles, le hable un poquito a cada uno de ellos diciéndoles soy "Gabrielle y estos son mis amigos". Disfrute y disfrute.
Al llegar la noche estoy molida y contenta. Ni rastro de la resaca ni de ningún tipo de marejada.
Desde donde acampamos se ve Cnossos, de forma impresionante, mas de mil estancias. Me imagino a la gente en los tiempos antiguos, cocinando, comprando, enseñando a sus críos, viviendo en fin alrededor y dentro de esa estructura de gigantes y me pregunto por que hay gente que aun insiste que no somos capaces de este tipo de proezas solos. La voluntad es infinitamente mas fuerte que el acero, la gravedad o el tiempo. No verlo es peor que estar ciego.
Cenamos y decidimos que es hora de prepararnos. Mezclamos la esencia del Dios con el vino (Yo prometo intentar ser lo menos promiscua en esto de estar pinchandole al Soma por sus jugos y siempre le devolveré algo a cambio). Ni siquiera lo bebimos pero sus vapores nos abren de par en par la mente. No solo había olores si no que puedes intuir sus personalidades, no solo hay calidez y tibieza en el aire sino que a través de la piel sabrías como actúan sus susurros, el sol se pone pero su luz ya no es solo mortecina si no que ves cada paso de su cambio.
Con tanto subidon nos recostamos en la tierra y contemplamos las estrellas.
Me dormí y soñé. Soñé con el Minotauro y con Anibal, seres que son los mismos. Soñé con mi hija y su espíritu mas Grande que el mio. Soñé con un hombre que bajaba del cielo en su propio bólido celestial y que me concedía el deseo que en la noche había formulado a las estrellas.
"No cagarla en este viaje, sobretodo para que Elyze ni Pola sufran por ello"
Y soñé que se me daba por este, otro deseo y que este solo era para mi.
Lo que no recuerdo es que soñé que deseaba.
Estoy tan bien aquí.