13/9/14

Oceano (XIV): Es Tuya no Mía.


El roce de los Salones de Océano en el espíritu expedito atrae mi mente a mi cebándola mas arriba de donde la he arrojado.
Luz nula, sin vista. Sonido nulo, sin oído. Solo retengo retazos de gusto, tacto y olfato.
Pero aislados en si mismos los unos de los otros como sentidos primarios se convierten en un desfile de inconexos.

De momento es como la sensacion del desplome de un telón sobre los hombros: unicamente soy consciente de su peso y de que estoy atrapada debajo.

Entre el eclipse y la barrera ascendente del dolor me quedo con poco margen para la consciencia y en la rendija atisbo la Muerte en este Reino, alejados cualquiera de los cierres que permitían ignorar la proximidad de su frontera.

Mas allá. Un suspiro continuo. Mas hondo que el fondo pleno del Mas Bajo Reino. La huella del choque del verbo que dispone y del gesto infinito que le precede.
Es una endecha de amantes con frutos de amor y tragedia en los ánimos a cada lado.
Océano que ves declama a Océano que ya no puede ser visto.
Hay frutos ya vividos en mi pecho y podría haber otros en un descenso hondo, inacabable, vivificador, pretérito y ultimo.
Pero ese no es mi propósito. No soy consciente de esa esencia nunca antes o después de la oscuridad que me alcanza y casi toda me es propia.
Es una evocación de una antesala en el entendimiento y un camino fijo a la consciencia.
Estoy sola, no por primera vez, por que las otras, aun que me portaban con la mano del contacto mas humano resulté ausente.
Pola hizo por mi pero no me resulta evidente que hice yo o quizás es meridiano que es justamente lo contrario.
Hice Dolor en toda esa gente.
Hago Miedo en los que amo.
Soy Disturbio dentado.

Annette, Asier o Pola... me vienen fácilmente en este lugar por que me permite recordar las gotas que puse en ellos de lo que hay Mas Allá de Abajo.

De Lo Mas Abierto que aun en el obscurecimiento y la ruina física nada impide discernir que he alcanzado arrastrándome o a gatas.

El mismo punto que solo recuerda a Betriz por la permanencia etérea de la marga del ciclo femenino en el aire mezclados con su aroma de joven marinera cubierta de sal y esperanza.

Ya ha seguido su destino y Tiqué aguarda el movimiento de su leve orbe con contenido aliento.

Me arrastro con mucho esfuerzo, embrazada en cada herida cuya ordalía se muestra ahora.

No puedo enderezarme por que no me queda aliento por lo que descanso con el torso arrojado sobre mis rodillas con los brazos bajo su peso y las manos sujetándome la cabeza sobre el orificio que no tiene forma.

Es menos que un paso lo que me separa, incluso menor de los miles que ya he dado hasta allí y sin embargo me constriño en una mueca de cuerpo entero que me encoge evitando solo de cansancio caerme en Éllo.

Si muda esperaba evitar las conversaciones es que no soy muy lista.

Puedo hablarme yo y es eso lo que es inevitable.

En retrospectiva tendría que ser simple, si sigues el acto en el que crees y en el que piensas que estas consagrada. Sencillo como una única meta.

Pero tienes mas metas de las que reconoces.


Mi soberbia esta enquistada.
Viene de mis jóvenes tiempos en los que no se rebajaba a susurrarme si no que actuaba a plena vista y libre, pero ahora, el por que del no haberla arrancado en el pretendido acto de carenar el bote de tu alma ¿No es revelador?. La guardas.
Mira este lugar.
Nadie ni Nada como Tú jamas a Él ha accedido.
Eres grande y puedes obtener sus secretos sin pagar sangre a cambio.
Al menos la tuya.
No des mas pasos.
Agarra un Pedazo de lo que los Tontos nos ocultan y con él seras lo que estas destinada a ser.
Tu destino es tu deseo y tu voluntad es mas grande que las leyes de los demás.

Eres ambición pura, Gabi. Poder y Permanencia.

¿Te reconoces controlandolos? 

No des el paso.
Sabes que te matara.
El Caos mas allá de la Barrena es su propio regente pero aquí en la Semilla su Savia es toda tuya si la traes.
Te matara y no hay mas vida. Solo la mentira prometida tantas veces que parece verdad.
La muerte es definitiva.
Y lo es por que te consume.
Es con lo que se alimentan los que se califican a si mismo de Dioses.
Dioses que no existen.
Incluso lo proclamaste a los cuatro vientos en un lugar tan sagrado como Chartres.

¿En Verdad Crees Eso? 


No debo dar ese Paso. Si de verdad pienso esto mi Juramento es falso. No será mas que un paso impío y condenado.

No...¡No, no, no!. No es eso.

Ya se que estoy condenada. 

He roto votos y promesas. 

Anhelo el castigo pero es solo el rebose de mi excesivo ego que incluso en el martirio quiere estar al mando.

Diosa, tu ya te has declarado verdaderamente mi Enemiga, en mis propias palabras bañadas de tu Maldición para que no se escapen de mi mente, mi cuerpo o mi espíritu.
Aun en esa represalia tengo fe. 
No empeño en ella mi promesa o el honor. 

Es mi vida.

Quisiera conservarla, esa es mi debilidad. 
Quisiera ser en ella protagonista, esa es mi mancha.
Pero míos son mas los pecados: contra la inocencia, la rectitud, lo justo y lo sagrado.
Contra los que me aman y mas, he pecado en daño y tormento. 
Sé como les he aligerado el camino a su propias maculas.

Me pides que de el paso. 
Por que con quien tiene que estar Betriz no es conmigo sino con Su Madre y la promesa de protección en su camino es Tuya no mía.

Es eso. 
En ello pongo ahora mi Ser.
Mi Existencia es Tuya.
En el Océano Indeterminado que alienta el Creador nunca Creado.

La estrofa de la Canción que hoy tienes que entonar y para que la oigan y se pierda efímera en el Primer Aire. 

Abajo.

Para siempre Jamas.


- Así sera - me sobresalta la voz de Tetis - Esta vez cuando Mueras, morirás de Verdad.

Debo haber estado hablando en voz alta aun a pesar de las heridas.
Es cierto.
Han desaparecido los vendajes y los trapos de mi mandíbula sustituidos por el sabor del fluir de la sangre y el tacto del hueso abierto.

El dolor es horrible pero no me desmaya. Creo que ya nunca pueda hacerlo.

Mis ojos ya no ven mas que espectros de la memoria y espejismos del dolor.
Casi todos tienen el tono amarillento del Bronce y la fugacidad de la inconsciencia.

Huelo a Metis a mi lado.
Templada y Paciente.
Atenta.
Ella es la que retiene el hálito de la espera.
Por entre el dolor consigo pensar que articulo mis ultimas palabras.

- Diles a mis hijos que los amo, aunque nunca he sabido descubrir como hacerlo.

Con ese ultimo esfuerzo se rompe el poco hilo de razón que despierta y las lineas vuelven a saltar entre la percepción y el ensueño.
Cierro los ojos y los abro.
Miro el Infinito que me devuelve caras que apartándolas ignoro.
Atiendo solo a la emoción del Mundo susurrando y al Rumor flagelante del Árbol.
Siento el fluir del regreso fluyendo por mi sangre.
Ando el Corto paso cortando las resistencias y cayendo al Espacio que se Abre.
Y ya esta.


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