27/8/07

Miedo (VI) Uraniborg

Los sueños se afanan en seguir dándonos luz. Pase lo que pase se filtran hasta nuestras manos y crean, construyen y gestan... Es la revelación que hace un año me dio esta misma tierra.
El sueño de los astros retorna en cada ladrillo rojo que levanta Uraniborg y en el corazón y la mente que encendió hace casi dos décadas el empeño de un ser tan especial como Emil Istrati.

El camino asciende entre las arboledas y los valles de los Carpatos del sur. Los aromas se abre y se diluyen y el aire es tan limpio que las estrellas lo tienen fácil para presumir y mostrar sus encantos.
Entonces te encuentras los pequeños muros y el palacete que como un hijo trasladado de aquel que se irguió mucho mas al norte y hace cuatrocientos años buscan lo mismo.

Una revelación. Un cielo despejado. Una mente liberada. Una forma vieja y hoy nueva de ver el mundo.

Tycho Brahe tuvo una oportunidad de expresar con la ladrillo, piedra y madera la cosmología que deseaba observar. Emil Istrati ha retomado el testigo.
Uraniborg es una herramienta, pero al igual que el instrumento de medida puede definir lo observado, esta mansión-observatorio define la mente que lo emplea. Es la magia simbiotica de los sueños. La gente que atrae al mismo tiempo le da forma.

De noche no lo he podido disfrutar. La luz jugaba con las formas y los colores y no estaba concentrada en disfrutar pero si he sentido su abrazo. Junto al fuego con Anibal he podido dormir sin sueños molestos.

De día...
Solo hasta media mañana me he parado a observar, a sentirme en este lugar. Otras presiones preocupaban mi mente. Gente muerta. Amigos ausentes. Un gran error.
Solo cuando Pola me ha llevado a parte preocupándose por mis inquietudes y hemos subido hasta el observatorio mi mente ha podido vagar dispersa en la conversación. Alejándome de culpas y temores.
Hablar con Pola es mi salvación. Cree que que le dijera que fuera el pepito grillo de Anibal era un reto imposible pero la verdad es que se lo dije por que es el mio.
Observarles hablar a Frantisek y Emil de cosmología, hermenéutica y metafísica Bruniana en ese marco tan peculiar me ha abierto los canales de la conexión con este lugar.
Se que en este lugar mi visión de la luz solo roza los bordes (les entiendo cuando hablan pero a mi imaginación le da otras alas) pero acariciarlos no es frustrante si no todo lo contrario. Me hace desear mas.
Me hace reír a carcajadas y soñar con tiempos buenos, flores abiertas y gente feliz.

Por la tarde he disfrutado de mis primeras lecciones de canto y una gratificante sinceridad sobre mi talento.
Por la noche he observado los otros soles y me he preguntado a mi misma por que temo tanto.
He imaginado aquí a María y Karel y he podido volver a la cama y dormir.

Otros menesteres me alejan de este sitio.
Pero mi aceptación de la invitación no son solo buenas maneras.
Quiero volver aquí y conocer a estos variopintos sabios. Quiero que mi niña los conozca.
Como a otros lugares que me han calado dentro, quiero a Uraniborg.

No hay comentarios: