26/8/07

Miedo (V) La Agonia y el Balsamo

La percepción del tiempo es muy extraña. Es capaz de en el lapso de un día, hacerte experimentar lo que casi siempre es imposible de sentir en una vida.
La mañana caía sobre mi súbitamente.
Tres meses de embarazo perfecto se han ido al garete entre vómitos y la certeza de que no ha habido mas culpable que yo.
Doce horas de vació me han asaltado, y la única respuesta a lo que ha ocurrido es un críptico mensaje escrito en el espejo del baño con mi propia sangre que grita:
"No los olvides"
La agonía de un dolor intenso, nació tres días atrás, pero poco a poco se ha ido apoderando de todo con voracidad. No importa descubrir que Anibal, Pola o la señora Charo están a salvo. Es como una ceniza ácida y amarga que se mete en las heridas no solo físicas y que no te deja mas que llorar.
¿Como enfrentarse a la realidad de que he mandado a Santiago y a Joao a un destino peor que la muerte? ¿Como se decírselo a Mayim? ¿Como decírselo a Mina?
Lo he intentado, la Diosa sabe que lo he intentado pero a veces no soy lo suficientemente fuerte.
Onire tampoco ha aparecido y la sensación a cada instante se ha hecho peor. Hasta que ya no me ha cabido mas.
Me he quedado paralizada, sentada en el sofá, sucia, desesperada y mas allá del dolor, con el móvil en la mano y los pies descalzos y la mirada clavada en la puerta, esperando en cada respiración que al abrirse, los vacíos que me aplastaban, se disiparan con la fuerza de la presencia.
Pola, bendito Pola me ha sacado de ese hundimiento con un abrazo. Hasta la señora Charo se ha dejado abrazar. La voz de Natasha me ha alegrado tanto...
Anibal, hablar con Anibal ha sido mas difícil, pero hasta con la dureza de su mirada y su preocupación por nuestra hija, nacida en la verdad que no le he querido ocultar, me ha ayudado. Estaba allí, cumpliendo su promesa, dándome referencia y ascua al fuego de lo que debo proteger. Mi esperanza y mi fe. Y mi amor.
He tenido pequeños puntos de inflexión y ayuda que han suavizado la huella del terror.
Jeanee, traída de la mano de Frantisek, mas jodida que yo pero mas entera, en la que ver mi futura responsabilidad y mi presente necesidad de dejar de lloriquear.
Maese Istrati, una ayuda inesperada y el mensaje andante de que del mal se puede extraer bien, y que mi fe no es infundada.
La pista de que Santiago, Joao y Constance no han sido arrancados hacia el infierno. Que están vivos y solo hay que saber donde.
Cada buena nueva fluye como una cucharada de Bálsamo para mi dolor y extrañamente al alcanzar la noche, las piezas de mi ser reposan recogidas y casi en orden.
Justo a tiempo para disfrutar de Uraniborg.
Todo en solo un día.
Casi una vida.

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