18/8/07

Miedo (III) Decidir

La Bruja que quiero ser, decidiría la realidad.
Del árbol de posibilidades que es la vida acunaría algunas mas que otras.
No es que pretenda nada extraordinario. Decidir cambia el mundo. La diferencia entre tu y yo quizás solo la define el alcance y la escala.
Pero antes debería darme cuenta, de que la faceta mas importante de la senda en la que me he comprometido, esta en tomar la responsabilidad de las decisiones que tomas.

¿Por que hablo aquí y ahora de esta cuestión en particular?¿Por que no estoy contando lo que ha ocurrido con calma y desapego?
Por que no puedo.

Debería haberme olvidado y haberlo dejado correr.
Santiago me dio un buen consejo al respecto y tendría que haberlo seguido. Pero Santiago no esta y no esta por lo que yo pensé que debía estar en aquel lugar del infierno.
Y la necesidad se retuerce generandome un estado de angustia que no lo puedo soportar.
Quizás quiera justificarme. ¿Pero que hay que justificar?¿ Y justificarme ante quien?

¿Ante mi? Miro atrás y hacia delante y siento que en todas las decisiones y actos he obrado como debia.

¿Ante los demás? Las elecciones que realice afectan tanto a quienes quiero como a lo que tanto nos costo conseguir y no fueron forzadas y no me arrepiento de ellas.
Y solo a un ser debo perdón.

¿Entonces? No lo sé. Quizás es una forma de reafirmar lo que siento. De hacer mas fuerte mi convicción expresándola en voz alta. De decir que lo elegiría otra vez.

Decidí ser madre y sabia lo que me costaría. Y no me arrepiento.
Decidí quedar atrás para proteger a mi bebe. Y no me arrepiento.
Decidí negar primero al diablo y después ceder y tratar con él. Y... Y no me arrepiento.
Decidí darle el Betilo a Él a cambio de la vida y el alma de mis compañeros. Y no me arrepiento.
Decidí que habría gente que querría también estar allí combatiendo al Diablo.
Decidí llamarlos para que fueran a Tiffoges a proteger a los inocentes.
Antes había decidido hacer magia para saber, con lo único que me quedaba, un pedazo de mi ser.
No me arrepiento.

La diferencia entre la Bruja que soy y la que quiero ser, es que yo aun miento.
Abro la boca para afirmar rotundamente, pero no todas las veces que lo hago, son ciertas mis palabras.
Empezando con aquella a que me había jurado que intentaría evitarle el menor daño.
No podido alejarla de todo peligro. No pude alejarla de mi.
Pero tuve que elegir.

Camino en el borde afilado de la decisión. Decidí que ese seria mi destino.
Acabo de comenzar.
Y ya tengo las plantas de los pies de mi alma, llenos de heridas.

Yo no me...
!Joder¡
No...
!Joder¡
Joder....

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