Diario para Una Luz (xiv). El Rostro de la Madre que te Alumbra

Has estornudado cuando la maestra Cuna de Arboles ha rozado tu naricita con la ceniza bendecida, pero ese ha sido el único contratiempo en toda la ceremonia.
No has llorado mucho y cuando ha llegado el momento importante te has puesto seria, como si entendieras el sentido profundo del rito.
Hoy en el murmullo del silencio te hemos presentado a la Diosa.

Este bautismo ha llegado un poco mas tarde que de costumbre pero ese es un misterio que tendrás que sonsacar a quien espero sea tu maestro, Fungus Ungus.
Había tenido la esperanza de que se lo dejara realizar a Remí o a Naima, pero en esto el Anciano ha sido bastante firme. En quien, cuando y como.

Me da un poco de resquemor el sentirme separada a un lado de esta parte de tu vida. Con los brazos extendidos pero apenas rozándote. Se que tengo que lidiar con estos vacíos a los que no puedo llegar de tu herencia. Pero no te preocupes, es mi problema y no es tan diferente a lo que experimentan otras madres. Estoy orgullosa de lo que eres por el don de la sangre que te ha dado tu padre. Desde el momento en que el día de tu nacimiento busque a Fungus y lo confirme.
Tu carne es espíritu mas allá de lo que los demás recordamos ser.
Eres un Daimon por nacimiento. Se que agradecerás y veneraras ese regalo que te ha dado la Diosa.
Por que el día de tu nacimiento, con el corazon en un puño, busque entre mis pensamientos el recuerdo el Rostro de la Madre que te Alumbra, de aquella noche, y me alegre al reconocer por que la Diosa es tan sabia.

Hoy te alzan sobre el fuego sagrado y te lo enseñan para que lo recuerdes. La luna te presenta su media sonrisa, medio oscura, medio brillante y uno de los espíritus de la tierra obedece su orden y te guarda. Tus hermanos y hermanas sabrán siempre donde encontrarte hasta que seas tu quien los busques.
Eres un guardián, eres un equilibrio, eres la que conocerá las dos caras, eres un puente entre todas la partes. Eres mi Hija y la de Anibal. Pero eres sobre todo eres una Hija de Gaia, de la Madre dentro de todas la cosas y todos los corazones.
Te prometo que aun que no pueda enseñarte otras cosas preciosas nunca perderás ese conocimiento. Te lo prometo aqui a tu lado.

Y que nunca te perderás. Este bautismo sirve para que los tuyos puedan protegerte, para que nunca te extravíes.
Me alegra tanto que seas tan afortunada.
Por que siempre tendrás dos espíritus buscándote.
El que la Madre que te Alumbra ha conjurado en ti y el mio.