1/12/07

Diario para Una Luz (ix). La Noche en la que Yo Nací.

Te he hablado de mi fijación en los recuerdos. De lo que son para mi y de lo que construyo alrededor de ellos.
La memoria es mi punto de partida. He ahí una razón de estos diarios.
Tengo un recuerdo para compartir contigo.
El primero. De la noche en la que yo nací.
No debería ser posible. La memoria no tiene tanta consistencia. Pero está. Lo tengo.

La noche es fría y el vapor traza jirones sobre un firmamento limpio cuajado de estelas verdosas y estallidos rojizos. El cielo se rasga con las lágrimas de estrellas que caen. Son tantas que la noche es verde. Son tantas que parece inconmensurablemente triste.
Mi cuerpo se arrebuja en los brazos de un pecho compungido y fuerte. Acabo de nacer. Acaba de morir mi Madre.

Durante mucho tiempo me he autoengañado creyendo que era posible. Si puedo ver al otro lado del mundo por que al final no hay distancia. Si puedo convencer a las probabilidades para que lleve da la mano al rayo hacia donde apunto. Si el futuro, y el presente y el pasado son espejos donde me he reflejado. Si todo esto es posible y mas, por que no ser consciente de mi alrededor a los pocos minutos de vida. ¿Por que no, ser especial en eso?

He pasado mucho tiempo ignorando los significados de este recuerdo, enroscada en mi orgullo de ser alguien mejor, enroscada en la culpa de la muerte de Mama. He pasado otro mucho tiempo últimamente pensando y reflexionando sobre mi error.
Eres a la primera persona a la que se lo cuento. Y es por que tu, mi niña me has dado la llave de mi obtusa incomprensión. Me estas enseñando y ni siquiera aun has nacido.

No hay posibilidad de que ese recuerdo sea mio aunque es mio en toda su extensión. Ni mis ojos eran capaces de ver aquel portento, ni mis oídos podían oír aquella respiración, ni mi ser estaba lo suficientemente asido para componer aquella emoción. Pero hay otras formas de ser consciente.

El Despertar de el Sueño de los Durmientes es un camino para el que deberías estar preparado. Lo debes buscar, ser consciente de lo que tratas de hacer y poner todo tu empeño, pequeño o grande en andarlo. Mi recuerdo de ese día no es mio en el fondo de que nos son mis ojos los que vieron, ni mis oídos los que escucharon, ni mi dolor el que se me trabo en el corazón, pero lo tengo por que fui a él sin ser dueña de ese acto.

La tortura de años me decía que el hecho de Despertar tan joven y la muerte de mi madre eran un fatídico nudo de acontecimientos enlazados. Que mi abominable existencia, la había arrastrado sin control al final de la suya. Pero no fue así. He tenido que tenerte en mi vientre y estar a punto de perderte para darme cuenta.

La que iba a morir era yo. La que lo dio todo para evitarlo fue Ella. El sentimiento que me guió tantos años fue el de la perdida. Sentimiento de culpa del superviviente. No hubiera necesitado que mi padre me lo hubiera entregado cuando me sostenía es sus brazos y lloraba al ver llorar a los cielos. Me bastaba yo sola para trazarme profundos surcos en el alma pidiendo perdón. Castigándome por algo que no tiene explicación. Ahora entiendo a Papa y lo amo en la memoria que es donde puedo hacerlo. Le quiero por que se por lo que paso y lo peor es que el estaba solo.

Y ahora viene de verdad mi recuerdo. Este si es de verdad mio, y no es un hecho de memoria que puedas palpar y definir con luces, colores, sabores, tactos, y sonidos. Incluso podía pensar que no es real si no ficticio, por lo mucho que me ha costado de desenterrar.
Pero te lo voy a contar por que se, lo sé, que es real.

Es solo una sensación. Un fino impulso que no viene de ninguna parte y que te afecta en todas. ¿Como decirte con palabras lo que es imposible de meter en su totalidad en ellas y sin embargo se resume en una sola?
Lo que recuerdo, lo que me broto a mi y por eso lo he recordado, es solo y simplemente, Amor.
Amor puro.
Todo su Amor.
El Amor de su Vida.
En verdad ella fue aquella noche la Maga.


Y Ahora....
Ahora, mi Annette,............. mama seguirá llorando.

No hay comentarios: