25/11/07

Diario para Una Luz (viii). Olor a Casa

Apenas me he detenido a deshacer la bolsa de viaje y solo he sacado el vestido que Emil me regalo. He limpiado las huellas de la confirmación de que Shankly sigue respirando y teniendo podridos la vejiga y el estomago, y me he echado sobre la cama. Estoy agotada.
El ruido del grifo chorreando y las imperceptibles sensaciones de que el vapor se esta formando me han rodeado un rato. Mientras espero.
Mama necesita el agua de la bañera bien caliente y las sales de baño perfumadas y suaves, acariciando cada músculo al que pueda llegar sus manos.
Quizás acepte la invitación a cenar de Emil y Julius pero me temo que es casi una pequeña muerte de la que me tengo que librar para estar preparada a las ocho y media.
¿Quizás con la música de Muse (he dejado a tras a los NIN) lo suficientemente alta para molestar a la señora Charo y para poder cantarla desde el baño?.¿Quizás con el aroma , en un vaso, del vino que no me puedo beber hasta que nazcas, mi niña? ¿Quizás con tu padre y sus besos y su abrazo...?

Me miro en el espejo al levantarme contemplando en mi reflejo en él, en que he cambiado. Sonrió, últimamente me da por sonreír mucho. Antes de entrar en el bálsamo del agua, te he acariciado a través de un dedo de mi piel y de mi carne. Desde hace un mes, creo que cada uno de mis movimientos órbita lentamente a tu alrededor. Ya no eres mi cosita, eres mi niña grande.

Miro los dominios de mi estancia. Recojo con los sentidos, mi alrededor.
El aroma de los bosques y de los viajes me rodea y esta vez es un objeto pequeño, una diminuta bellota, la que respira el recuerdo de lo que hemos pasado.
El Olor a Casa emana de estos recuerdos brillantes y a veces confusos. ¿Que pensaras cuando veas la colección de estrambóticos sombreros de tu madre, sus bufandas, sus pequeños y grandes cachivaches?
Sombreros de pirata, cascos de conquistador, mi salakoff, la bufanda del Liverpool, el vestido del feudo, alguna de mis cicatrices, la moneda sobre mis pechos ... Tú...
Mama extiende su hogar mas allá de las cuatro paredes que la envuelven, en esa memoria y en las emociones que le traen de la gente y las cosas.
Olor a Casa.
Durante mucho, mucho tiempo no supe que significaba eso.
Hoy doy gracias por sentirlo. ¿Lo sientes tu mi Annette?¿Que es lo que sientes, mariposilla?
Esto es tu hogar. Tu casa. Un mundo muy grande y muy asombroso. Mas allá de París.
A veces da miedo, un profundo vértigo, pero ¿Sabes lo que ha descubierto mama?
Que si apartas las telas del miedo es mejor. Te lo deja disfrutar. Es de lo mas hermoso.
Tengo tantas ganas de que lo veas.
¿Me lo dejaras enseñar con mi primer beso?

No hay comentarios: