28/5/11

Sangres.

El lazo mas poderoso es el de la sangre.
La familia es la piedra angular que lo sostiene.
Bien lo saben los malditos.

No pueden crear vida mas allá de la muerte.
Por eso la tienen que robar.
La toman con un sesgo de la Fuerza mas poderosa de la creación.
Del mayor Amor.

Es retorcido. Imaginar amar para penetrar el amor hasta tal exceso de negar al amado.
Es demente. Imaginar amar para enloquecer de amor tanto hasta apropiarse del amado.
Es vil. Imaginar amar de forma que deformas el amor en tal suma que al final no mueres por que vives literalmente en el amado.
Y es eterno.

Crean una espiral de inmolados.
Todos inimaginablemente amados .
Realmente no es Amor por que ellos ejecutan el otro extremo.
Para escapar de la muerte.
Ellos hacen el impío sacrificio del escamoteo de la sangres.
Sirviendo en el holocausto la del Otro cuando es la que debería caer la Tuya.

Es esta una blasfemia contra lo sagrado. Una paradoja.
Para ambiciosamente sacralizarse a Ellos mismos.

Es, creo, lo que sospechamos que Hubert Bradfield ha hecho.

Convertirse en uno de ellos.
Atar a los miembros de su sangre en el hechizo.

Pero...
Una pieza no encaja. O mejor dicho encajan todas pero entre la niebla no podemos ver y explicar que hecho es el que se precipita.
Joseph nos ha ayudado a conocer a la familia Starley. Los hijos, nietos y bisnietos de Bradfield.
El anciano Graham, los mellizos Gwen y Oliver, su madre Meredith o la enfermiza tía Laura.
Todo parece incólume.
No inalterado.
Con sombras.
Y sin embargo inejecutado.

Recuerda a la larga calma antes de las tormentas. Pero con dos polos casi demasiado unidos pero...pero...
Uno claramente Tenebroso. El otro... no tan claro.
Nuestro es el exiguo lugar a medio camino.

Preparo las antorchas, la yesca y el cuchillo.
Rezo por que imagino pronto Su Iluminación aquí presente.
Y bueno. No siempre es espera.
Quiero decir... Actúas, planeas, y tomas la iniciativa.
Pero siempre en algún grado estas esperando.

Cuando hueles o oyes o tocas la agitación íntimamente Crees y Confías. Y esperas.
¿Que exactamente?
Pues... La sorpresa.

1 comentario:

Claudio dijo...

Me gusta la forma con la que lanzas esa puñalada a la religión y la forma con la que la describes. Escribes muy bien. Mi opinión es la ignorar la religión y fomentar el desarrollo de la persona para su beneficio y el de los demás y no dirigir esfuerzos a alabar a un ser cuya existencia sospecho que es más bien inventada.

Sigue así y pasate por mi blog, que yo también escribo ;)

Un saludo