28/5/11

Latin y Griego.

Estoy volviendo a Oxford.
Vuelvo para conocer mas.
Me he convencido definitivamente.

Están esas deficiencias que lastran mi instrucción en las cosas que me apasionan.
Iba pasando, hasta ahora, con las lejanos retazos de las enseñanzas de la adolescencia y retales de otros recuerdos y sueños.
Consistía solo, en esa opción que de vez en cuando iba rumiando, dentro de una idea general un tanto difusa, de seguir aprendiendo.

¿Pero no se puede aprender latín y griego en París?

La Sorbona, claro, dice que si pero, aunque respeto a la universidad de mi ciudad de adopción, se olvida de ciertos lagunas, que aunque le tenga cariño, no creo que me pueda colmar.

Oxford me ofrenda un regalo inapreciable.
Un grupo de gente con una mirada engrandecida, valiosa a mis ojos parciales, sobre las materias que dominan y de las entrañables relaciones entre sus miembros.
Mentoria y complacencia. Respeto y admiración mutuos. Amistad y camaradería.

Creedme, estoy decidida a aprender aquí, no solo por que atesorare conocimientos de latín siempre útiles y empleare y comprenderé una versión del griego menos procaz y mas culta que la que se filtra en mis sueños, sino por que quiero hacerlo bien, aprender y aprender sabiamente, apartada del aprendizaje como un mecanismo del conocimiento y mas cercana al rito de la vida que es.

Lo sé por que esta en él, lo reconozco en él. En Joseph la persona que me da otra razón de venir aquí.

Por esto también voy a Oxford. Por que él esta allí.
Y vale, tengo muy claro que esto no es una novela rosa y no es un juego adolescente de los que me monto.
Deseo dar los pasos despacio.

A mi si me atrae, y no hay mas remedio que poner a prueba la respuesta, para que las cosas se muestren, por que si esperas ver crecer un árbol tienes que hacer primero un agujero en el suelo.
Por primera vez en estas lides voy con la intención de ser adulta.
Deseo conocerlo. Observarle e intentar entender lo que siente y le mueve.
Percibir si esas partes que creo ver en él de honra, de sinceridad, de humor, de redaños, de mente cabal, de curiosidad, de espíritu, no son mis espejismos y dejar que la vida y sus elecciones sigan su curso perfectamente sabedora de que él sabe lo que desea y quiere.

Sin quitar que soy abiertamente sincera y que si no me lo propusiera de forma diferente no seria yo. Pero dejando de ser pueril.
Quizás lo único que llegue a pasar es que no le intereso así y gane un gran amigo.
Ciertamente, no se si le yo le atraigo o si a él le apetece.
Sigo siendo consciente de cualquier posibilidad

Lo único que me ha dado el tiempo y la Diosa para estos asuntos es respeto, paciencia, complicidad y disfrute. En ese sagrado orden.
Así me he dado cuenta que he de asumir para mi la existencia.
Asentada en la sencillez de estas cosas.

Carpe Diem. Carpe Noctem.

No hay comentarios: