25/3/08

La Oscuridad (vii). De la Muerte, el Hambre, la Vorágine, y el Misterio. Moscu.

Si tocas la vida tan al extremo cualquier lugar es intenso y cada momento se siente por que estas al limite. En una ciudad como Moscú que no tiene filtro lo imposible es intentar no sentir nada. Ni siquiera me esforzado y lo que no sé es como lo he podido soportar.
Por que hay una naturaleza terrible en esa ciudad y lo peor es no atisbar a imaginar como la resisten sus gentes.

Las trazas mas corrompidas de la Muerte se adhieren sin remedio sobre todo lugar, toda persona, y cada instante, apagando lo que tiene de bendición y esperanza en el cambio que debería traer la Dama.
Esta en la vida cotidiana como una pesadilla opresora e intangible y esta en la vida sobrenatural.
La Unión allí es casi inexistente y la confianza ha sido su primera y visible víctima.
Me asusta mi debilidad y lo frágil que somos. Lo que nos hace fuertes esta en ese lugar reducido y ha costado sudor, raptos, muertes y vomito recordarlo aunque fuera solo en un efímero espejismo.
Me niego a creer que no haya gente valiente y feliz entre sus habitantes, pero si sienten la milésima que lo que yo he sentido, están bien jodidos. Por que, por la Diosa, lo que es mas terrible de este lugar es que no ha cambiado mucho cuando los Demonios o los Malditos han paseado por sus calles o por bajo de ellas.
El dolor camina libre por las calles, alimentando a criaturas atroces beneficiadas de una total indiferencia e inhumanidad.
Me ahogaba y cada instante me pedía estar bien fuera y bien lejos, pero ni siquiera me atreví a llamar a casa para buscar el consuelo en saber como estaba mi pequeña. No quise que nadie, Nadie supiera en aquel lugar, a quien quiero. No sé si lo he hecho muy bien del todo pero no hay fuerzas ni sabiduría eternas dentro de mi, solo empeño.
No se si ayude a Pola.

Diosa, allí he visto Vampiros Psíquicos y Avatares, sin atisbo de alma, de la agonía y la ira, que matan sin misericordia.
Magos traicioneros y malditos y los Magos que les traicionan y como acaban.
Magos que roban cuerpos de los sentimientos extremos y Brujas que comen niños y codician la juventud.
Me han intentado poseer el alma, de la forma mas amable y delicada que casi doy mi consentimiento.
He conocido a los Lobos que se esfuerzan en ser hombres y a los que no les importa ser monstruos.
La Oscuridad, la Oscuridad nos ha rozado en su ropaje negro y asfixiante, y se ha llevado a tanta gente de una forma tan horrible, quitándoles boca, manos, pies y cara y la ha transformado en las abominables criaturas que te acosan en las pesadillas. Las he golpeado con todo lo que tengo pero eso no basta. No arreglo mi interior con furia. No les devuelvo a la vida ni les curo el hambre.
El Hambre que consume en todas sus formas a gentes, animales, y monstruos y prodigios incluso a mi y contra la que me he conjurado para no parar de luchar ni un segundo, por que he temido hacer una locura.

Me he sentido vapuleada. Pero también transportada en el corazón de una vorágine con nombre y rostro. Por que entre los extremos de lo bueno y lo malo debe haber algo aunque sea desconcierto. Es tramposo y tan poco de fiar como cualquiera de las criaturas poderosas de esta ciudad y creedme, que no me gusta por que a su alrededor lo que podía ser ser fácil se complica y lo que delimitabas complicado resulta desatarse con la sencillez de un chasquido.
Me ha cabreado en mi propia frustración y prejuicios y por que, me trae recuerdos de cuando desde la punta de los cabellos hasta la de los pies yo era parte participe de esa locura. Pero no querría por nada del mundo que desapareciera nunca, y desearía que volviera cuando este triste o alegre para invitarme a bailar y hacerme reír despreocupadamente imbuida de ese espíritu vital y travieso, por un rato, ya se llame Django o como quiera que ese día quiera llamarse, y se alejen otras sensaciones mas tenebrosas que ahora me tienen mas intimidad.
Espíritus que nos lanzan a meternos en lugares como ese y que te hacen topar con misterios irresolubles que no te dejan alejarte aunque estés ya muy lejos.

Lo que he sacado en claro es que hemos salido vivos y que hemos salido cambiados.
Quizás ese era el poder de aquel mapa y devorarlo o no no hubiera cambiado mas que el hecho de habernos puesto a buscarlo. Quizás esa es la danza del torbellino de su caos y las posibilidades son que te pierdas para no encontrar nunca el camino de nuevo o para que salgas del equivocado.

Preguntas me quedan muchas y muy profundas pero no creo que las quiera responder hasta dentro de un tiempo, ni dentro de unas horas cuando aterrice el avión, ni mañana en mi casa cuando me arrope en la manta, ni a lo largo de este invierno.

La única respuesta que buscare sera la de mi interior, la de por que me siento desasosegada y en zozobra.

Quizás después quiera soñar con un dragón con una de dos caras según pase el tiempo, con una batalla incierta librada sobre su lomo, con un dios de los comienzos y de los finales y de lo que iniciamos y finalizamos en aquel momento, y con la ciudad de los muchos colores que se esconde muy abajo de la ciudad que se ha mostrado ante mi.
Creo que en el fondo sera soñar con Eugen.

Pero antes soñare con toda esa gente que rezo haya alcanzado el sueño eterno, algunos despiertos como Erzebeth, otros como Oxana y otras muchas gentes que no puede conocer, de un modo que desconozco, y respirare mi plegaria para desearles que no sea una pesadilla.

Y no olvidare Moscú por que algún día siento que regresare para ver los cambios.

No hay comentarios: