Musica para el Fin y el Comienzo del Mundo (IV) ... Y el Hilo se Rompe

Alguien a quien acababa de conocer se ha suicidado.
En realidad han sido dos los muertos pero la en la encrucijada una muerte ha sido empujada por la otra como en las clásicas tragedias del amor.
Lo distinto esta en cuando no estas leyéndolas resguardada por la distancia de tu imaginación, si no que estas justo ahí, en el escenario y pulsas una de las notas que han iniciado la melodía de la desaparición.
Pola y Aime hablan de un blues. Tienen razón. Todo es triste y amargo.
No me siento bien. He hecho lo que tenia que hacer. Creo que ni siquiera he roto mi voto si lo piensas fríamente y a fondo. Él estaba ya muerto y no hemos hecho mas que mostrárselo para que fuera consecuente.
Pero ella no.
Me siento como si hubiera fracasado.
De cien partes hemos salvado noventa y nueve y creo que soy lo suficientemente adulta para reconocer que es una buena proporción. Pero en mi fuero interno dudo. Dudo si habría podido hacer algo mas.
A veces me dicen que soy una masoquista. Que en el fondo me gusta sufrir con las penurias que me caen encima. Y lo verdaderamente lúgubre es que me basto yo sola para tirarme males encima. No se si tienen razón y me gusta maltratarme.
Estos días me he dejado engañar por mi propia empatía. He visto bondad en donde había locura y he desconfiado de los que buscan lo mismo que yo y de la forma mas cercana.
Estoy jodida por que cuando reconocí en Celine a una hermana ella tomo la decisión de irse. Estoy jodida por que aun que hemos salvado el día no me siento contenta por dentro.
Cuando me paro a pensar en todos los caminos se me aparecen retorcidos.
Pienso en lo hermoso del sueño de Janos y lo inútil de haberlo perdido por orgullo.
Pienso en la grandeza del saber de Celine y en la sensación de sacrilegio de las visiones de muerte que me ha ofrecido.
Pienso en la firmeza de mis raíces de pensamiento y en el mal que han o podrían haber traído.
Aime me pidió fe y fe es lo que me pido todos los días.
El problema es que la fe es un argumento sencillo. Un hilo simple de tejer una vez lo tienes bien sujeto.
Lo difícil es asirlo sin romperlo.
Me he callado escuchando la música de Aime. Tiene talento para expresar lo que siento.
He hundido entre mis rodillas mi cabeza y me he dejado llevar.
Con mis dedos he tratado de tocar de nuevo mi fe.
Y he tratado de evitar estirar de los extremos opuestos.