10/3/07

Razones Para Ser Atea

Ya no puedo ser como antes. Antes era creyente en parte por que era lo que me habían enseñado que debía ser, en parte por que no entendía que había otras formas de ser.

Pero no puedo serlo nunca mas.

No hay Dios, Daimon, Poder, Espiritu, Avatar o Héroe o Villano que pueda reclamar mi veneración, alimentarse de mi Fe.

Por que desde el mas grande al mas pequeño todos son mis iguales. Porque no importa lo Complejo o simple todos semejan al mismo Arbol de la Vida. Todo tiene las mismas posibilidades.

Por eso los rechace a todos.

Por eso me definí como Atea.

Por eso le mande ese mensaje a Todos los Poderes para que lo tuvieran en cuenta.

El que quiera traerme a su lado ahora tendrá que ganarse mi Respeto.

El que quiera ganarse mi Odio tendrá que merecérselo.

El que quiera vislumbrar mi Fe tendrá que reconocer que no estoy Ciega.

Y reconocerlo.

Por que creo que todos somos lo mismo.

Por eso soy Atea.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Gabrielle;
Veo en este escrito unos cuantos problemas conceptuales que alguien con tu responsabilidad debería aclarar. Pues creo que esa confusión puede ser un escollo en tu camino de iluminación.
Primero: lo siento, pero ser atea es un lujo que alguien que ha visto lo que tú no puede permitirse. Dejémoslo para alguien banal como uno de esos oficinistas que no se preocupan más que de la decoración de su casa o del espectáculo de masas precocinado para él.
Segundo: caes en una contradicción al dirigirte a seres en los que dices no creer, pues, al hacerlo les demuestras que, no sólo crees que existen, sino que pretendes llamar su atención vendiendo tu afinidad a ellos muy cara.
Es una estrategia irresponsable y valerosa. Pero sois héroes, y los héroes son así. Se atreven a sojuzgar a los dioses y se enfrentan con ellos. Lo cual les supone algún que otro problema innecesario. En todo caso, un mago debe aprender de lo que ve, y no deberías tomar la actitud de tu hercúleo novio, que nunca aprenderá nada, ni falta que le hace. Él es una bestia. Y ya sabes, las brujas tienen fama de utilizar a las bestias a capricho. Pillina.
Tercero: al rechazar a todos corres el peligro de aceptarte demasiado a ti misma, cayendo en la trampa de la autocomplaciencia. Aprender de los demás con humildad es primario, pero para eso hay que aceptar que todo no es lo mismo (si fuera lo mismo sería trivial cualquier conocimiento) y que la fe, como el amor, es algo que se da, no es algo que se gana. Pues si se ha ganado no es fe.
Conclusión: los daimones y todos los seres que en esta larga historia de la humanidad, ángeles, dioses, espectros, monstruos y entes en general han dejado una marca que les diferencia. Ellos no tienen por qué demostrar su valía a nadie. ¿Has sido elegida por un dios y has decidido que no existe? ¿Un dios oscuro de ese lugar donde has estado?
Si es así, te aconsejo un poco de temor reverencial, pues si no, quien sabe lo que puede pasarnos… a todos.
Quiero aprender muchas cosas de ti Gabrielle, la bruja. Se que haces justicia al nombre que los lobos te pusieron.
Tu fiel amiga,
María Gichet.

Anónimo dijo...

Yo...

Anónimo dijo...

Yo te invito a merendar o algo para hablar. Yo pongo el cafe y las pastas. Tu traes todo lo demas.