21/10/07

Union (ii). En Tierra de Benandanti.

Esta tierra no respira igual. Esta tierra me da algo distinto.
He puesto los dos pies sobre ella y han cambiado las sensaciones.
Son sensaciones que me gustan. Me gusta recordarlas aquí, sentada en la cama.
Me gusta sentirme agotada por ellas, llena de regocijos.
Me gusta sentir que al final de cada jornada, hay mas y no menos.
No es solo la presencia de Emil (aunque ayuda). Soy yo.
Ser completamente sincera ya no me estresa y yendo con Emil, aquí, me lo puedo permitir.
Lo emite con tanta naturalidad que se contagia.
Conocer que recibes una compresión cuando te abres te reconforta.
En este lugar, sus hijos escogidos te escuchan.
He podido expresar libremente lo que soy sin ningún tapujo y he visto que las dudas y los miedos en los que me miraban no han tenido sitio.
Ljubiana me ha ofrecido a Julius, como confidente y guía.

Julius es un sabio, cuya formalidad le hace parecer un muchacho. Su corazón es enorme y amable, su carácter candoroso, pero es su pasión la que realmente le espolea a paladear el mundo a pequeños bocados, buscando la única cosa: la Verdad.
Benandati es, aunque le cueste admitirlo. La Tierra lo eligió en su nacimiento, pero son sus actos los que reclaman lo que es cierto. Una alma abierta a creer con criterio. No la ultima ni la única. Este lugar me ha enseñado a tres.
Nos ha encontrado mientras buscaba un libro: uno de esos misterios que se difuminan en el tiempo; el tomo que en cuarta aproximación condenso todo lo que había abierto Trithemius.
Una búsqueda que como suele pasar le ha acercado a esta biblioteca y a nosotros y al peligro.
Un libro que solo Violetta sabe donde esta.

Violetta es capaz de salirte de los sueños de Emil y pizpireta hacerse querer.
Quizás es por que tiene algo de él, no se como describir esa mezcla de gravedad y desparpajo.
Con solo quince años es tan niña como adulta.
Me hace desear que tu Annette seas como ella, pero ya se que no te puedo obligar, te lo he prometido.
Es dulce y es roca a la vez y sola ha recogido valientemente una gran responsabilidad.
También la ha elegido el Padre, en estos tiempos de necesidad, para ser su heraldo y defensa y con su extraordinaria voluntad ya lo ha demostrado sin que nadie pueda tener derecho a replica.

Si Julius es el bien que busca la verdad, Violetta es el bien afilado que la protege....
Hay un tercero, ni siquiera se si realmente es un Benandanti, y si al nacer su Caul le cubrió el rostro. Prevalece con fuerza al acecho del Mal.
Pero del Mal y Bogdan Spackal aun no es momento de que hable.

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