3/5/08

Los Frutos

Me sobrecoge tenerlo en la mano. Al final lo he dejado reposar sobre mi regazo por que ahí me parece mas un sueño y me perturba menos. Pero no puedo evitar, al rozarlo con mis dedos, seguir sintiendo que los deseos mudos se han hecho sólidos.

Es tan grande o mas que lo que puedo abarcar, y sin embargo, es sorprendentemente ligero, pues apenas lo creería real, si no lo sintiera cálido al contacto de mis yemas o no lo viera con sus brillos irisados. Parece tan frágil como el papel pero algo me dice que no se podrá romper nunca. Mi Fe me llama a creer que, no hay nada mas duradero,ahora, sobre este conmovedor universo.
No puedo hacer que vosotros sintáis lo mismo por que no es para vosotros los mismo.
Por que esta piedra residió en el pecho de Antoine en su ultimo suspiro y noto como me respira por cada uno de sus poros.

Todas las mañanas que estuvimos juntos, le observe tan profundamente como soy capaz, tratando de responder a lo que ahora sé por que se me ha dado una respuesta que es posible acariciar con los dedos; y cada mañana la respuesta nunca estuvo mas allá de lo que se podía ver a simple vista.
Nunca he sido tan tonta como para no darme cuenta de que él lo supo desde el primer momento, y con el tiempo intuí que él nunca dijo nada para que jamas dejara de hacerlo.
Me conocéis. Aun así nunca he cejado. Ni siquiera ayer cuando los dos sabíamos que el final estaba sucediendo.

Era extraño tenerlo cerca, con su rostro de manchas arcillosas, en el que yo evocaba los rasgos de George Clooney, y con su serena mirada pétrea. Era extraño percibir brillos de empatía fugaces y gestos de ternura casi nimios. Era extraño si lo mirabas pensando en lo que era lo que veías.
Pero para mi era mas extraño no tratarlo como sentía que era. Aunque mis sentidos cada mañana me dijeran lo contrario yo no los creí. Suelo perder así el juicio, pero es que no siento que lo que se alienta a la vida carezca de Alma.
Una parte de mi sin embargo, excéptica sobre la Fe la buscó sin descanso, mientras la otra se dejó llevar por el corazón ofreciéndole amistad y cariño. Por que en todo el tiempo que estuve con él nunca nada me refuto la cuestión de por que no lo merecía.

Era catártico preparar un desayuno, destrozando trozo a trozo una vajilla o estimulante el desafío de intentarle ganar una partida al ajedrez (en verdad no soy muy buena). Sus bromas cocinadas a fuego lento y paciente me hicieron reír en mas de una ocasión y su delicadeza con las cosas, las plantas, las vacas y sus amados pájaros aun me fascina.
Me estremece su paciencia y comprensión infinitas cuando tenia que ocultarse por que nos visitaban los habitantes del pueblo.
Nada me hará olvidar su rostro cuando, por primera vez, vio a mi niña. No olvidare como se esforzó en mostrar una sonrisa.

Le quise y le quiero y lloro, supongo, de tristeza y jubilo. Por que lo que para el mundo era un simple Golem, un constructo nacido de la mente y la voluntad de otra persona yo lo sentí como un amigo y lo que tengo en mis manos y no quiero mojar con mis lágrimas es la respuesta a la pregunta que me hice cada día. Es su forma tranquila y sabia de contestarme. Por que esta piedra tan ligera como el aire, este ópalo con forma de corazón no tiene otro poder que el del mensaje.
Los Frutos aparecen simple y llanamente cuando es el momento si se les da la oportunidad y se aparecen con la gratitud brillando en su piel.

Como me pediste te llevare al prado junto al arroyo de los lechales, ese desde el que se ve el bosque de la granja de Bourmamel, lejos de los ojos curiosos, justo en nuestra roca azul donde yo leía y tomaba el sol, mientras tu insistías en encontrar cada vez un nuevo pájaro. Convenceré al Cercis que he comprado para que crezca rápido y fuerte y te de sombra en verano y aroma en primavera y en invierno te deje ver el sol y yo pueda colocar las casas de tus amigos.
Dejare dentro de la roca, cerca de la superficie, esta tu ultima palabra hecha piedra para que los petirrojos, los abejarucos, y los gorriones vengan a visitarte y a llevarte sus cantos allá donde estés dando tus siguientes pasos.
Se que ellos te echaran de menos, Antoine, pues yo ya te hecho a faltar.

Pero me alegro mas que me entristezco.

Por que me haces querer la vida un poco mas.
Me has dicho lo que sabia, pero no me convencía en creer. Que tu alma no esta completa hasta que no luchas por ella, sea cual sea la forma de hacerlo y que en esa batalla, entre lo que tu eras y, lo que yo soy, y lo que es cualquiera, no hay tantas diferencias.

Ve con la Diosa, sea como sea como la soñaste.
Algún día volveremos a vernos.
Ese es el milagro ¿Verdad?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha sobrecogido, me ha conmovido este texto tan bello, tan amoroso, tan evocador, tan...

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Querido Botón,

No sabes las emociones que la expresion de tus sentimientos mueven en mi pecho.
Te doy las gracias por la alegría de descubrir que he conseguido expresar con palabras lo que estaba sintiendo:
La convulsión de la muerte pero también el arrobo del nacimiento.
Tan sobrecogedora, tan conmovedora.
Tan... como tu dices.

Siempre tendrás unas palabras de aliento a mi lado y formaras parte de las ramas de la vida.

Y recuerda de la conmoción se llega al despertar y con los ojos y el corazón bien abiertos es mas fácil sentir la magia.

Para ti también un abrazo.
Gabrielle.