24/5/08

La Esencia de las Cosas (iii). Lo que Puedes Ser

He visto arder en la noche que despunta el pelele del Usurpador de este Feudo, que los niños construyeron cuando aun no era clara la victoria.
Era un buen símbolo y como símbolo con poder aquí en el Ensueño no hay que desperdiciarlo.
He jugado con ellos un rato y bailado alrededor de las llamas y reído hasta que vi venir la noche estrellada.
Entonces me he retirado antes de la cena, hasta un rincón oscuro en donde se puede observar bien, este firmamento en eterno crepúsculo, y me he puesto a escribir en el pergamino que antes era mi grabadora.
Debo poner en algún sitio esta declaración de mi corazón no sea que su valor sea efímero y se desvanezca.

A ver.
¿Cosas de las que podría hablar pero no hablare?:

Lo cerca que ha estado otra vez la muerte,
Lo imposible de alejarme de la batalla,
Lo que me irrita la señora Charo cada vez mas.
De hombres mas que guapos.
No. Nada de sexo, temores, o Pola.
Tampoco ni mucho menos de Príncipes.
Ni siquiera de mi hija.

Tengo que hablar del Día y la Noche.
En sus ropajes de locura.
Voy a hablar de los sueños.
De mi fuente de infinito caos.
De la fuente de la creación.
De lo que puedes ser.
De mi dualidad.
Imaginad y cerrar los ojos.

Vedme empezar a trazar una linea en la superficie del agua primordial que recoge todas las potencialidades y dividir mi reflejo en ella en dos mitades o quizás contempladme tratando de recrear las dos imágenes.
No os extrañara ver la cálida luz del día en una pero... ¿Que esperarías encontrar justo a su lado?
Al principio solo había una oscuridad absoluta pero ha pasado el tiempo, y las tinieblas se ha cebado de pequeños destellos, y la opacidad bulle de su resplandor nocturno.
¿Y que significa esta silenciosa muda?
¿Que es lo que al introducirme de lleno en la esencia de la imaginación nuestro adversario me ha hecho totalmente consciente de ello?

Que esas luces son sueños.

Fuera en el mundo al otro lado de la Vigilia soy del Sol la hija que ilumina en su cercanía. Allí abono en con mi esfuerzo cuanto puedo en la convicción de que crecerá.
Pero aquí en el Ensueño soy solo la que mira la noche estrellada y se baña en la luz de sus maravillas. Y soy la que crece.
Por que el abono no nace de la nada, y hay que alimentarlo de ideas y posibilidad. Para que después fermente.

Navego hacia la completitud de la iluminación en lenguaje de la Vida pero también en el de la constante Permuta.

Y cada nota de mi variación esta en los Sueños.
Y lo hago en el navío de la Fantasía que es mi propio cuerpo, atravesando los océanos del amor.

Si, por que los soñadores navegamos en un mar de amor.

Normalmente existe una barrera demasiado fuerte entre los dos mitades pero hoy he soñado despierta y las ataduras se han desvanecido.
Sentí ser la mariposa clavada a la colección del entomólogo que de repente deja de estar fijada por que el grueso alfiler ya no esta.

No ha sido difícil seguir a Dante, como si no Dante, por que la liberación de mi credulidad ya la había soñado pero la diferencia es que en esta ocasión he estado despierta para poder ser lo que son mis sueños.

No he escogido ser celta, ni varega, ni helesponta, ni bantú aunque siempre me ha divertido el picorcillo de la curiosidad de oscurecer mi piel, y esas imagenes me han venido en algun momento.
Hoy la vestimenta de Hecate, Bruja y Madre me ha cubierto (no me veo como Hermes eso te lo dejo a ti, Pola) de forma propicia pues en esta hora me he presentado ante la nueva encrucijada que he decidido tomar.
Aunque todo lo que puedes ser esta aquí y al igual que Judith hizo con sus dos mitades yo he de partir a reunir sobre mi todas las posibilidades.
Dos caminos que tengo que unir para surgir en uno solo.
La Llama viviente que cruza el ciclo todos los días, todos los años y todas las eras se junta en mi con la Materia cambiante de la que están hechos los Sueños.
O al menos eso he empezado a buscar por que al final manifestara la Existencia.
Estoy contemplando un imposible.
En la noche el Sol también juega con las luces y lo que no concebimos se hace visible en el firmamento, como la Aurora. Y la noche eclipsa el sol cuando este besa a la luna.

Día en la Noche y Noche en el Día.
Si el Sol representa un seguro valedor de la vida, si tienes la sabiduría de aplicarlo en su medida, y cada estrella en la noche es un sol, un sueño, todo mi cielo esta iluminado con las posibilidades. Liberada, flotando, hacia arriba, tratando de despegar solo dos pulgadas del suelo.
Deseando sugerir cualquier cosa.
Hasta oír a mi árbol de luz y carne.


La dulzura de su canción llama a mi navío a través de la tristeza hacia el tesoro que descansa en su regazo.
Una vez Karel, mi Ángel de la eternidad, soñó allí, y nos devolvió la curación entre sus alas.
En el torbellino, las sensaciones se han desprendido de todas la ligaduras que me impedian .
Ya no tengo un sueño si no que los tengo todos.
Ahora debo al estar despierta mantener esa pizca de Ensueño.

Y el primer paso empieza por guardar bien este rollo y mirar al cielo y sonreír, sonreír de verdad.
Y el segundo por ir a una opípara cena y buscar el brazo de un hermoso caballero de cabello oscuro.
Y después beber, charlar, disfrutar y liberar el resto de los anhelos y cantar.

"Madre lanza el hechizo y deja a la niebla bajar sobre mi.
Dormida en tu lavanda tomo el primoroso paso hacia el mar eterno.
Por que los soñadores navegan en un mar de amor."

Su océano ondea ante mi mostrándome las costas que aun nadie explora.
El Django que hay en mi se acerca al Roble que también es mio, con la determinación en el fuego de mis ojos.
El Árbol debe bailar.
Mi voz ya casi tararea la melodía.


1 comentario:

Pola dijo...

Imborrable mi recuerdo de ti aquella noche a lomos del engalanado caballo de los Metzen, con tu atuendo de bruja, con la certeza de saber quién eres y cuál es el suelo que pisas, conociendo o inventando las danzas y las canciones, hablando con los niños.

Te veía mirar con cariño mi extrañeza, el desconcierto de sentir que debería despertar y no puedo; y me miras a los ojos para tranquilizarme, para recordarme que yo también sé moverme en las corrientes de lo incierto, para traerme las palabras y la actitud de Django, pues esto no puede ser diferente a volar flotando en las corrientes por la mera intuición de recordar que todo está en ti, incluso la sabiduría de los pájaros.

Y yo pienso lo grande que eres, hija del Sol y de la luna, y cómo esta noche me haces saber que el sueño nos devuelve los recuerdos perdidos, el sabernos todo en cada instante, y cómo se desvanece la ilusión que te hace creer que sólo eres una corta historia y no la sincronía de la infinita vastedad que no conoce los límites del tiempo y el espacio. Aquí recobramos nuestra realidad de daimones, de mensajeros, de psicopompos; en el reino que se despliega cuando desaparece la cegadora luz de la vigilia.