7/8/14

Océano (II): Cosmos y Caos.

El sonido de su voz acaricia tanto como el roce de sus dedos.
Durante bastante rato solo nos envuelve el sonido del mar. Poco a poco nuestros dedos se separan con una lasitud que a ella le parece divertida.
O el menos es creo intuir.

Es difícil leer bajo su sorprendente y arrebatadora presencia por que apenas puedes fijarte en ella sin acabar perdida en pensamientos desordenados.
Es...Belleza. Es bella, mas que bella, muy bella. Belleza Triste.
Junto a ella su aura se muestra sin recato potenciando sus rasgos ahora fuera del resguardo de la distancia.
Es estridente sin llegar a herir en las lineas del porte de su nariz regia y de sus pómulos, penetrante sin remedio en el vigor fundamental de sus ojos intensamente verde iluminado, clara y difusa al unisono en la apertura de sus carnosos labios rosados moteados de la sal adherida en la uve pálida de su rostro.Tan conectada a una fuente de complejos sentimientos, la mayoría no propios, que conjura inevitablemente una extrañamente amistosa locura en la que te atrae perderte.

No podré desprenderme jamas de ese furibundo deseo aunque lo pretenda y en algún lugar de mi cabeza sepa ya desde ese instante que estuvo jugando conmigo.

Pues mis labios unicamente tienen la voluntad de romper el silencio con un suspiro mezcla de conmoción y jubilo, fruto prohibido de la proverbial falta de control de mis emociones.

Eso parece ofenderle como si de algún modo estuviera fracasando un tipo de prueba, aunque no sé bien averiguar de que tipo y por que me reta.

Sostiene, durante un segundo, al limite el tifón de emociones que es su aureola (todas ellas muy personales, intimas, solo nuestras: Dolor, Ira, Miedo, Engaño, Espíritu, Intimidación, Gloria, Sexo...) y me castiga cerrándolo en seco.

Estaba tan presionada sin darme cuenta que si no hubiera permanecido sentada me habría caído por la borda.

Resuello como tras una maratón y tardo una eternidad en poder levantar la mirada.
Ella lo ha atenuado todo. Se entretiene trenzando nudos en una cuerda mientras el flujo con el que me ha asaltado se retuerce a su alrededor dando vueltas contenidas, calmo como el mar esta mañana.

- Disculpa mis arrebatos pero a veces no merece el esfuerzo de controlarlos - me dice con menos arrepentimiento del que esperaba - No, con quien los merece.

Su voz sensual canta, tocando de la lengua transiente que dominan los Titanides, el Logoi, comprensible para el que escucha sea cual sea su lengua propia. Por unos momentos quiero creer que no he cogido todo el detalle de lo que quiere decir pero inequívocamente esta allí, en las pozas de mirada verdosa y glauca que no pestañea. El reto y la prueba. Es obvio que confiesa que lo ha hecho adrede

La mujer con el don de la profecía me atraviesa con su mirar antiguo y severo y con un aborrecimiento y un afecto francos que no se permiten morir y son difíciles comprender.

Estoy confusa. No conozco a esa mujer mas allá de la consciencia de su camaradería con los que si son mis amigos Pontos y Kebren. Sin embargo, sin embargo... un picor ineludible en el fondo de mi alma empieza a ser palpable, como un eco en la lejanía de lo vivido que se resistiera a desvanecerse.
Instintivamente, una parte de mi no lo quiere ese recuerdo y trata de escupirlo sumergiéndolo como pueda en la primera oportunidad que sea, la primera trivialidad que se me viene a la mente.

- Me han dicho que pediste que me me mandaran esa invitación. Supongo que debo agradecértelo. - No. Eso no era lo que quería decir, no como quería decirlo pero no puedo rectificarlo por que ella responde muy rápida

- Bah - le quita importancia con un gesto de manos y hombros - la invitación en si no vale su peso - se pone en cuclillas hasta ponerse a mi nivel e invadirme con su aroma a mar y enebro y que no pueda escaparme de la tenaza de sus ojos - lo que cuentan son los hechos. Te invitamos. Tu acudiste.

Sacude una mueca desapasionada en sus labios.


- Si no hubieras venido al final nuestros caminos hubieran seguido chocando sin remedio. Recorridos en direcciones opuestas. Y las dos estaríamos muertas y recogiendo nuestras fértiles cosechas de castigos e infiernos...Que demonios...

Por fin se sienta relajada en una de esa difíciles posturas del Yoga. 

- Ahora. Bueno. Hoy la cosa esta mas... en una Maraña, mi pequeña Traidora. Lo que es buen y malo como todo lo unido a lo Muy Abierto.

Me lo dice con una sinceridad pasmosa evidente en su lenguaje corporal que no duda que ese es, en algún modo, nuestro destino inevitable sin la intervención de ninguna fuerza mas.

Afianzo mi mirada tratando de de vislumbrar lo que hay en el fondo, tras ese emocionado odio que me profesa, aunque no puedo atraparlo al darme cuenta de que esa era una situación que se desvaneció como el pasado. Lo que allí estuviera con el ahora esta cambiando el futuro.
Parece leerlo en mi rostro por que enarca la sonrisa de forma lobuna y asiente ligeramente.

Me siento participe de lo que expresa aun sin entenderlo, revelándome dentro de un juego misterioso, un juego Divino.
No juego no, me rectifica solo con los ojos. Voluntad y Esencia y Pensamiento de los Dioses. De lo que Tú formas parte. Eso es lo que es y eso es lo que hay y solo soy muy joven en el idioma de la Fe para hablarlo en verdadero aspecto.

Lo único que ahora puedo es proferir bisoñas preguntas:

- ¿Por que  Maraña? - suelto sin pensarlo mucho - ¿Que es lo que esta Muy Abierto?

Ella me mira entre condescendiente y ambiciosamente nostálgica de mi inocente ignorancia.
Me contempla con su aprobación y sin pestañear ni mover mas que los labios me pregunta:

- ¿Se te da bien trepar?.
- No, si no me va la vida en ello y por experiencia ni aun así...

Se ríe. Es una cálida y liquida carcajada de alguien que estima mi humor como si fuera un fortuna.
Inclina la cabeza y sentencia.

- Entonces tendrá que servir otro enfoque. Ven, vamos a proa.

Se mueve con paso tranquilo como intuyo es su talante. Su melena amarillenta, suelta, larga y libre me recuerda al trigo a punto de cosechar al mecerse entre el viento y sus femeninas oscilaciones.
La sigo intrigada, tratando de imitar la posición de sus manos y pies entre el aparejo y de ignorar las gracias de supuestos adultos del genero masculino.

Estoy sudada en el frio invernal al llegar sorprendida de lo largo que puede ser un barco.

La Ola de Ámbar avanza impertérrita regando el mascaron, una minúscula efigie de una mujer a imagen de la miembro del grupo ausente Dekatria,  que sujeta el bauprés (a veces si se me quedan las palabras).
Allí nos aguarda una pequeña barquilla casi inexistente donde sentarse a hacer de vigía. El mar la azota por todas partes envolviéndonos con la ayuda del viento.

- Sube ahí - me conmina Metis sin un gramo de intención de ayudarme a ello.

Suspiro. No es que sea lo mas difícil que se pueda hacer físicamente pero aun con toda la paciencia, esmero y tiempo no veo la diferencia con que me lance al mar. Lo pienso un segundo y me dirijo a ella.

- Me tendrás que ayudar - me sincero - Por favor.

Su mirada se hace por lo menos cinco veces mas intensa lo que genera en mi un inconsciente gesto de recular pero es una inconfundible chispa de satisfacción lo que contemplo.
Cuando nuestras manos se junta de nuevo tengo la lucidez absoluta de que se me han ofrecido tres formas de afrontar la prueba y que he elegido.
Avanzo conducida por la guía de su brazo, que intuyo mucho mas fuerte que Pontos, quizás que Anibal, y siento la abrumadora expresión del torbellino de su espíritu impactando en el mio, cortejándolo. Soy conscientes de sus claves maestras y de sus mellas y como en mi misma, de los huecos.
Solo que lo que para mi Espíritu aun no sabría definir el acorde con el que suena para el de ella es claro y cristalino. Es Tiempo, el largo y perfecto Tiempo nunca desconocido y olvidado.
Implacable. Doloroso, Hiriente, Completo, Mancillado, Acelerado y Terminal y seguramente se que contenido para que no enloqueciera con su contacto.

Hay sabiduría y hay prudencia pero también existe una perfeccionada perfidia y un bien surtido pozo de rencor.

Cuando mis piernas cuelgan del asiento del vigía ya no dudo, que fuera cual fuera la respuesta que se me ofreciera esta vendrá con Metis. La veré mezclada con su perspectiva y ya no limpia. La Limpieza vendrá con otra Vez. Metis lo sabia y yo he aceptado su trato inconscientemente sin pensarlo. Sin desconfianza.

Existieron otras posibilidades pero para bien o para mal tenemos esta.

Ella se queda detrás de mi en un equilibrio perfectamente balanceado y me pregunta:

- ¿Que ves? y piensatelo, no me espetes lo obvio.

Parpadeo entre la espuma de mar y me retraigo la capucha del clamide y aparto tímidamente con la mano el cabello de mis ojos. Delante de mi tengo el océano batiente, tan vivaz como puede ser el Atlántico, enmarcado en variopintas colecciones de nubes pertenecientes a un cielo límpido. La linea del horizonte lo conquista todo a lo ancho del campo de mi visión y solo es rota por el resplandor trazado en una recta franja del sol..

A derecha e izquierda solo se ve el agua peinada por las olas.

- Veo el mar, veo el cielo, veo el viento en las olas, y veo el sol reflejado en la superficie. Veo...
- No. No sigas, por los dioses. Ya se que tienes ojos - me cubre con su cabello el hombro derecho y me susurra al oído - Observa, reten, no solo mires y creo que siendo Tú la mejor respuesta es la que des mas deprisa.

Me aturdo mientras intento entender y pensar pero no se que contestar y encima ella lo hace cada vez mas duro aturullandome.

- !Vamos¡!Vamos¡ ¿Que...Ves? - casi me grita.
- Yo... no...si... ¿Todo?

Ella se ríe como el que se burla de un mentecato pero percibo un deje de frustración no expresada. Una pena.

- Lo sabes pero no estas segura - me mira colgada casi sobrenaturalmente a mis costado.
- Yo...
- Yo, Yo, Yo. No conoces otra palabra, Maldita - le rechinan los dientes - Bruja ¿Como llamas a Todo? - me pregunta por encima de la rompiente. Me hace un ademan para indicarme que piense, que pare un instante a imaginar, a que descarte lo científico o lo filosófico y y me agarre a lo que ve ella. Todo. Lo invisible y lo visible. Lo que fue y es y sera. Lo que Ella guarda...
- Los...mundos...El Mundo...
- ! Cosmos ¡
- ¿El Universo?
- No seas lo obtusa que puedes llegar a ser. Has venido hasta aquí. No estropees con tus pensamientos de bajo burguesa asustada lo que existe, eso es el Deseo de los Otros - Señala hacia el horizonte - !Joder¡ - se le escapa en crudo ingles - ¿No es evidente...?
Si. Lo es. Lo es como un martillo de agua helada.
- Los tres mundos, el Superior, el Medio y el Inframundo y cada uno en su sitio como debe ser.
- Como debe ser...- me dice - El Cosmos es orden. Lo que es y lo que tiene que ser por que así esta dispuesto. Atiende...

'Nadie. Cambia. Eso.'

Se balancea peligrosamente sin importarle el peligro por que esta disfrutando en su entusiasmo.

- Tu papel, Intrigante, no esta definido ni por ti ni por mi. Tienes sueños. Rememoras momentos. A veces no sientes ser tu misma y lo que crees ver es neblinoso o queda deslavazado.
'No te preocupes, soñaras otra vez y otra y recobraras lo que esta extraviado. Así esta marcado. Sin embargo así habrás de creerlo antes, Creer en Ello y dejar que esa creencia te cambie...'

El mar es un dramático coro fluido que refuerza lo que me dice y que me engancha a cada palabra de sus labios.

- Así como nuestros adversarios creen - nos señala mutuamente - creen en si mismos, que esa es su Fuerza por encima de todas, nosotros creemos y tenemos fe en nuestros dioses, su voluntad y su poderes, abriéndonos en canal les invitamos a depositarse en nosotros dándoles todo, la única e incontestable Verdad - Ruge como queriendo hacerse oír en todas partes. Se vuelve hacia mi como si solo yo existiese.

 - La Maraña, mi aborrecible Mielga, esta en despejar de una vez por todas en cual de ambas creencias estas realmente anidando.

Se sienta a horcajadas justo delante mio y aun al borde del filo de una caída mortal es totalmente capaz de avasallarme. Afortunadamente solo me apoya su indice de la mano izquierda con pasmosa suavidad en el pecho.

- La Maraña eres Tú, mi querida sin Futuro.

Me quedo muy quieta mirándole a los ojos que parecen mucho mas claros que hace unos minutos, casi como si se hubieran despojado de un eclipse, mirando su semblante melancólico.
Me siento cohibida, sumergida en el zumbido de sus palabras al ser digeridas en mi cabeza. Palabras tan obvias como conocidas.
Protegida por ella de los golpes del mar me pregunto si nos hemos encontrado antes por que no sé como me conoce tan bien una desconocida.
Sus ojos no me dejan profundizar y si me dejo llevar hacia el reflejo de su mirada filtrada del sabor de lo importante, de lo poderoso y lo terrible.
Me como las palabras de distorsión que albergara y callo esperando a que continué.
Ella aspira como si leyera a través de mis pensamientos y prosigue:

- En cuanto a lo segundo ¿Quien crees que somos nosotros en esta guerra? ¿Que es lo mas abierto? ¿Que nos representa?

La marejada me ha empapado por completo y el frio me atiza con tiritonas pero me mantengo firme dibujando con mi segura voz la respuesta:

- El Océano.
- Bien, listilla - señala con el pulgar a su espalda - Escúchalo bien. Entiéndelo bien. Por que su secreto quedara entre nosotras y lo liberaras cuando te lo reclame la Oscuridad.

Se precipita completamente sobre mi apoyando su frente enfebrecida sobre la mía y transmitiéndome una excitante corriente que me despierta mas que el agua fría.

- Por que lo que te diré no te lo dirán los demás y solo tú - me acaricia con su nariz y su aliento - y yo lo sabemos.

Me estremezco como congestionada de repente por la fiebre de una locura desconocida aflorando desde lo recóndito de mi interior que me asegura que lo que me esta diciendo es pura verdad.
Ella empieza hablar tan tenuemente que es apenas audible pero el Logoi se trenza en su letanía y es como una música que transmite aliento.Que revive ascuas.

- Somos Mar Oscuro. Caos para alimentar el Cosmos. Hijas e hijos de lo Primigenio y sobre la faz mundo, Monstruos.
'Por nuestra carne corre el Icor de los Primeros Nacidos para que lo derramemos: sobre este agua nueva, este suelo nuevo y este aire nuevo al que ya no pertenecemos. Para que subsista. Por que lo amamos, tal y como fue dispuesto.'
'Esto, lo sabes, es lo que entienden los Otros contemplándonos en nuestras Pieles Brillantes besadas por el Fuego Eterno ¿Verdad?'
'Y lo aborrecéis. Por que tenéis envidia y deseo.Pero no sacrificio'
'Y luchamos por ello. Es su origen. El de la Lucha'
'Esa es la herida, esa es la guerra, esa es la hendidura mas abierta.'

No se si es el agua que la anega o son sus lagrimas verdaderas pero por un momento creo que esta llorando.

- Te dirán que son los Héroes, te dirán que son los Elegidos, que por el Bien matan y mienten.

Sacude la cabeza.

- No, No es una cuestión de bien o mal. Se trata de hacer lo correcto, de mantener la linea de la virtud y la justicia ahí donde siempre ha estado. Y que nuestras espaldas aguanten las amargas cargas.

Me acaricia las mejillas con ternura, compadeciéndose de pena como si viera algún daño. Me acaricia sobre la ceja izquierda.

- No podemos negar el Aliento de los Titanes en la huella de nuestros cuerpos, Gabrielle. De nuestros corazones y de nuestros espíritus. Esa impronta que ya no pertenece al mundo. Una parte luchó y otra se rebeló. Pero al final este...  - señala hacia el limpio horizonte -este es nuestro legado. Un Cosmos vigorizado con nuestra Sangre Hueca que no vacía.
- Si los jóvenes Reacios consiguen aniquilarnos - me dice y me lo dice como escondiendo una suplica de oscuro significado - si consiguen domar el Abismo, todo volverá a empezar. Un nuevo régimen con unos nuevos Reyes, con un nuevo Cosmos.

Su mirada se me clava en lo hondo por que me confunde con lo que me ofrece: Hartazgo, Dolor, Enfado, y Rencor tan afilados como el tiempo que solo un Fuego Tibio y Viejo aplaca y la siento tan cercana que me estremece.

- Somos los que hacen lo Correcto, recuerdalo Gabrielle. Liberalo cuando lo demás no sea suficiente.

Se aparta de mi con asco y esperanza en el rostro pero no puedo leer mas por que se lo frota con la ropa para limpiarse y ocultarse el rostro. Es como si perdiera el fragor del momento

- ¿Somos?

- Eso se verá o no se verá, Hermana. La respuesta esta al alcance de nuestros dedos. - Sorbe la nariz y se ríe - Eso si me quieres creer. Muchos, casi todos me creen Loca. Muy Loca - se para a dar el tono a sus palabras. Es un hilo de voz cierta y sencilla - No puedo estar de otra forma.

Se pone de pie y salta detrás de mi con soltura.
Noto su boca a un dedo de mi muca.

- Lo que seas dependerá de saber si de corazón quieres responder a tu preguntas.

Ha desaparecido, cuando me vuelvo, entre los pliegues del velamen como por arte de magia, dejándome con mis aturdidos pensamientos macerándose en sus palabras y en agua helada y sal hasta que Pontos, un poco contrito, me rescata unos minutos mas tarde para guiarme a una comida que no si seré capaz de probar.

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