15/8/12

La Tension en la Cuerda

La última palabra en la rabia de Anibal.
Esa es la que ha restañado como la mordedura de un látigo por debajo de la piel.
La que me ha pedido que no tensara mas la cuerda atajando antes de la replica que florecía en mis labios.
La expresion de de la ira dolorida y ciega. Indefinida queda de cual de los dos.
Pues mancha de tensión exprimida hasta el limite la totalidad de los momentos que han transcurrido.
Muy detrás resta la consciencia del peligro de mi propia supervivencia. La decisión de tragarme las siguientes palabras destiladas de bilis tiene mas de reacción al dolor que veo que al posible miedo de que me pueda matar.
Cuando él se marcha abruptamente dejando el vacío de su presencia en el salón esa metafórica cuerda que menciono es como si se quedara expuesta ante mis ojos.
La imagino trenzada a pocos, sin necesidad de dejar ver su fuerza, por el grupo de personas unidas que con el tiempo identifique y me dejaron llamarles mi familia.
Y esta restallando ahora, en mi imaginacion o en otro lugar cercano, como el cabo que no soporta mas el esfuerzo al que le están sometiendo. Y proyecta los pequeños hilos de su confección en desordenadas explosiones de fina rotura.
Rompen sin sonido pero aun soy capaz de oírlos. Cualquiera seria capaz de oírlos.

No es el diablo el que tira. No es Él el labrador de tan titanico esfuerzo.
Él solo es el maestro que nos enseña.
No parara, hasta que aprendamos de la contemplación del efecto de nuestras manos mutuamente despellejadas, los actos que rompen la confianza, la convivencia y en el extremo el propio amor. Los actos de nuestra perdición y pecado.

Puede que el maligno nos haya tocado de nuevo, embutido en el traje principesco de Eugen, pero sin embargo el mal y sus consecuencias ha sido puesto y servido con nuestros propios esfuerzos sobre nosotros.

Recobrar del olvido de la mano de Eugen otro pecado mortal cometido y otra debilidad que al final sufren otros, es solo recordar. Uno de los cabos sueltos desde los que tirar y empezar a deshilachar. Pero fui yo la que lo saco de la madeja. La unica culpabilidad esta en mis acciones.
Él solo hurga en la herida.
Tanto como con la frustración que la visión de Annette a solas con el Diablo sin poder hacer nada conculca para Anibal y Charo.

No cuenta el tiempo que le has dedicado a evitarlo o el cariño interpuesto con la esperanza de que lo mantuviera alejado. La intención de la paz interior o el haberse prometido esto no lo dejare hacer.
Después viene el propio destino o tu propio miedo o la sombra de la ignorancia y te hace caer mas abajo desde el punto del que te habías aupado. Diciendote lo clara que era la mentira.
Hay una abertura al desamparo en tu ser cuando hagas lo que hagas siempre es igual.
Entiendo el furor de Anibal al enfrentarse a su sonrisa y sus falsas maneras civilizadas poniendo ponzoña en nuestra hija, despertandola de su inocencia, llegandole a través de nosotros.
Entiendo la furia al mirarme en el espejo y comprender que no ayude a Alan o a William.
Esa ira es parte de las fuerzas de la destruccion. Morderla y tragar su extracto no es una y otra vez facil.

No es la indefensión ante un poder superior si no la aprendida ante las propias fuerzas exiguas y el talento deficiente y la falta de sabiduría. El paradigma de prisionero, que encerrado en una celda no puede asir ninguna esperanza si se le arroja al caos continuamente, crece pues él mismo esta como carcelero y actúa en contra mas veloz de lo que puede reaccionar.
Algunos de nosotros se da cuenta y el negarlo es la victoria de nuestro mal.
Otros nos damos cuenta fatalmente tarde y cuando saber ya es un mazazo que remacha el daño.

He probado todo los caminos que he vislumbrado. Pero uno tras otro se han ido derrumbando o cegando hasta nunca ser capaz de afianzar uno solo.
¿Quien me conduce?
¿El destino? ¿La mas triste falibilidad?¿O ese titiritero loco que es el miedo?
Quizás la sospecha que repta por los que me conocen es verdad y no es casual tener esta extrema facilidad en convertir la nueva ruta en caída y muerte. Un agujero continuo que se traga lo que me rodea.
Quizás esa misma duda es lo que me conduce a pensar, a sentir y al final fracasar.
Eugen lo sabe. Sabe perfectamente y con toda la infinita claridad que es y cual es su naturaleza.
A Él lo hace simple. Le permite leerte hacia el empujoncito sutil y en el momento perfecto.

Cuando creí que lo estaba haciendo bien se lleva a mis hijos o, los toca y los emponzoña con  la posibilidad de encadenarse al tirón de mi destino que se precipita hacia abajo. Un sino anmargo que cada vez esta mas claro.


Esta no es una carrera pero si se que hoy y ahora estoy mas cerca de la condena eterna que de la gracia bendecida.
Y sin embargo con todo ello en la cabeza y en el pecho, con todo el flujo de errores y desgracias de una vida, con la certedumbre de la destruccion del matrimonio y el amor de Marion, de la falibilidad en el juicio de nuestros mayores o del fin de la niñez de Annette, por un momento, por un largo segundo la llama negra de la irritacion y la colera borraron toda esa nitidez en la construccion de la puya egolatra.

Respiro con una frialdad alejada de la calma. Es algo distinto.
Quiere ser tranquilidad pero agolpa tanta concentración y reacción que el tono de la emoción es nuevo y vacilante.
Son inspiraciones y espiraciones largas y profundas como si el aire fuera denso y costara.
Cierro los ojos y cruzar las manos sobre el pecho es como lo apropiado para relajar la presión aunque no consigue nada de eso. La sangre mana de la mordedura que le inflijo a mi labio.

El efecto es que nada evita que este abierta a todos los sentimientos.

El deseo primario.

Lo único que deseo es ser buena persona.
Sin embargo; ¿Como con el semblante de la devoción y la apariencia de acciones piadosas, nos engañamos a nosotros mismos y me es tan sencillo fluir hacia los pecados?

Entonces la primera premisa es una mentira.

No por que no exista si no por que se cancela con las verdades que habitan por debajo.
Que lo que realmente quiero es ser querida y que no arriesgo mi vida cuando la situación ofrece a esa apuesta.

Si miro adentro reina la confusion de una lucha de poder sin cabeza. La algarabía de la vibración de un cordel que se estira.

Miro afuera entonces.


Annette. Marion. William.

Roturas en la comunión que aun no son heridas.
Mi hija necesita cariño,firmeza, y sabiduría .
Marion querra objetivo, perspicacia y espacio.
William exige rescate.

Abro la boca. Junto las manos. Rezo una oración de una sola frase.

"Por favor, ayudalos, protegelos y salvalos "

El tiempo vuelve a pasar como un suspiro en el que vuelvo con Annette en su cuarto y Asier al teléfono y la reunión de la familia continua en Etiopía. Las palabras en el viaje son de promesas lo que no va a pasar, de lo que no se debe tener miedo. Cuestan por lo consciente de saber que cumplirlas tiene un esfuerzo que no se como realizar.
También hablo con Marion. Esta bien y no lo esta que para una vieja creyente su propia capacidad de percepción de los sentimientos de los otros que soy es un asco de descripcion. Pero en el batiburrillo de pistas creo que aun herida ella esta mejor que yo. Lo que no es mucho. Y no significa que le de la espalda.
Nuestra relación es tan sincera como oscura.
Lo que nunca adivino es quien aporta que de las dos.


Por William vuelvo a París por una ultima vez como su habitante.
Como la residente de un hogar que amo y debo abandonar por ello.
Un lugar que acoge a Joseph, el Hombre que temo herir.

Esto debe hacerse. Quizás sea una aventura. La ultima. Depende si al final todo se rompe.

Voy sabiendo que volveré a perder.

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