Acabaría en un poema.
Si pudiera sentirme inspirada.
Saben mis entrañas que trataría de hablar del Oro y su huella.
Después de la subida debiera llegar la cumbre.
Tener del clímax la corona.
Ese es el engaño que interiorizo.
Vertido de la saciedad de Sisifo.
Quizás sea fruto de la humanidad.
Quizás me empapa en demasía la civilizacion.
Quizás, o quizás, son los bajos instintos.
La voz brota de las entrañas por debajo de los palpitos.
Como si fuera tuya propia. Como clara y convincente.
Es el hierro de los vítores que no de la Victoria.
Malditos estamos a subir la roca una vez mas entregados a Él.
Por que una cumbre no bastara, ni al final tampoco mil.
Saben mis entrañas esta paradoja.
Saben que con vosotros querrían declamar otra obra.
En el corazón choca la marea.
¿Que, entre la travesía y el naufragio, reina?
Heme aventurado mas allá de todas las huellas de las otras Eras.
Hierro, Bronce, Plata y de Héroes carne y tripas y coraje.
Me asaltan en el pecho las tempestades.
Que la centella y el rayo lo abran y lo iluminen.
No hay culmen de estado de gracia.
Si recuerdos de color dorado.
Subes y subes y es en todo estado del ahora.
Fin del mundo en instante eterno.
Trasmutara la paz de los espíritus en materia áurea.
Insuflara el viento de la Palabra.
Acudirá con el aspecto de la musa de Arcadia.
Recogida aquí y allá en los pequeños detalles.
Tan mundanos y tan dadivosos.
Tan divinos y tan confortables.
Tan singularmente adentrados en todos los caminos.
De lo real y de lo imaginado.
De lo imaginado y real.
De lo real e imaginado.
Diluyendo la sordina de las lides y los dictámenes.
Avezada la preeminencia de lo que abarca a Él y mas.
Olvida en esa vez el tableteo del tiempo en los huesos de tu alma.
Borra las menudencias y penalidades.
No es un secreto. No se le esconde.
Para la mayor parte de la vida.
Solo esta la Verdad Negada.
Vestida de sombras.
La puerta convencida de estar cerrada.
Feliz en la esquiva y la ceguera.
Decidida a no alzar la mano.
Evitando el dolor de la existencia.
La verdad de lo Sagrado revelado.
No es un secreto.
Para la mayor parte. Para cualquiera.
Un secreto que asusta saberlo.
Insatisfactoria vanidad.
Aturdidora arealidad.
Preocupación falaz.
Beligerante banalidad.
Mejor en ti arrobadas.
Que el peso de la Verdad.
Practicantes de la alquimia perversa.
Degradantes de la mas noble sustancia.
Transmutadores del dorado en lo sin valor.
¡Despertar!¡Despertar!
No necesitáis el poder de conmover al mundo.
Ni la certeza ni la sabiduría completa.
Te adviene al elegir y asienta en el Ser elegido.
Brota en el instante la Gota de Oro.
De ligereza simple y liberadora.
Penetrante y bautismal entre el miedo.
Dueña de tu frente y pecho.
De todo lo que atraviesa.
La Fuente origen de la Claridad.
La Claridad reveladora de la Fuente.
¡Despertar!¡Despertar!
Ella Toca indistintamente.
Sea mortal.
Sea iluminado.
Sea santo.
Sea daimon.
Sea Dios.
Es la Primera Primavera.
Donde no hay desemejanza.
Donde todas las preguntas coexisten.
Al alcance de todas las respuestas.
¡Despertar!¡Despertar!
Como Esther Varenely, la muchacha.
En sus manos el anillo de Cenwen,
buscando para descender a su amada.
Comprometida portavoz,
del regreso de la memoria truncada.
Arropada de convicción,
hasta el momento la cita predestinada.
Bajo el crepúsculo de Lanzarote,
En el camino recto y en paso eterno.
Éxodo que es iniciado.
Como Eikeborg de Albora.
Esposo de Similce la de los muchos nombres.
Ama no importa el Reinado y la Distancia.
como ama Eikebor en el vinculo que comparten
vertido con pasión en su anillo de Boda.
Protege la carne de su Amo que respira,
y anda junto a los mortales por entre las eras.
El Dorado hila el aire como las hebras de una pluma,
plumas de fuego que baten las cortinas.
Engarza el recuerdo que los une.
Circulo alrededor del centro.
Alma perseverada.
Como la vigía del conciliábulo,
justa Astraea en la circunvolución de los doce pueblos.
Gracia infinita y Vida infinita.
Justicia infinita.
Entre el Cielo y el Suelo.
Estrellada y Relampagueante.
Custodia de las flechas del Rayo de su padre.
Un paso separada pero un paso cerca.
La ultima inmortal entre los mortales.
Espera y protege.
Titánico esfuerzo.
Por favor... Despertar... Por favor.
Pequeños detalles nos lo recuerdan.
Semejantes a estos.
Narrar, contar, declamar, versar que es Oro, no puedo.
Las palabras callan.
Expresan lo que esta en todas partes.
Delante del fondo de nuestros Ojos.
Recuerdos despiertos.
Por favor.
Despertar.
"¡El fin del mundo es ahora!
Al igual que las edades de Bronce, Plata y Oro" (1)
Que abrirse tiene la puerta.
Rasgada la sombra con fuerza.
Desatrampados los ojos.
Alzada la mano.
Liberemos la divina materia.
Enfrentémonos a su tacto.
Recibamos su recuerdo.
Sea presente ahora.
Coexistamos.
Existamos.
Hemos visto la batalla.
Otra piedra empujada a la colina.
Caerá. Caerá. Caerá.
Sin el Relucir de Oro.
Sin su divina Libertad.
No se ganara la Guerra.
(1) Perspectivas - Maese Sahaquiel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario