16/8/09

Las Metamorfosis (vi): La Representacion / Las Bambalinas

Ahora todo es posible.

Como que te aborde de frente un viejo espantajo indescriptible, capaz de erizarte el alma con su sola presencia, para espetarte junto a tus compañeros y en el salon de tu casa, que si queremos entradas para La Representación y cuantas queremos o encontrarte en el solar de lo que fuera una vez tu casa al sorprendente Django Cei y sepa de que es de lo que estaba hablando el mencionado esperpento llamado Alejo.

La Representación parece el colofon de los acontecimientos pero como lo que estamos experimentando tiene se velo de misterio.

Como que aparezcan seres como Django Cei.

Django...

¿Os sabéis alguna de esas historias de tipos capaces de robarles la guadaña a la muerte?¿De los que te dicen que conocen el camino a la verdad pero se olvidan de avisarte del abismo insalvable a mitad de trayecto?¿De los que para nacer tomaron prestada a su madre?
Esas historias existen y nacen en todas partes y no puedes estar segura de que se refieran a Django o que haya sido muy capaz de apropiarse de los méritos de otros.

Eso y mucho mas es Django Cei.
Si buscas en estos días un Hermes, un Loki, un Veles, un Cuervo o alguna otra astuta rememoracion de la astucia tienes a Django Cei. Casi creo que los tiene a todos en la sangre y en los huesos. Literalmente.
Algún día conseguiré que Remi me vuelva a contar todos los chascarrillos que los chamanes como él cuentan de este ente o tipo. Consiguen ponerte en situación con el humor de las cosas horribles.

Y claro, su peligroso atractivo.

Por eso que nos de unos papeles manchados y arrugados al hilo de la mención del otro encuentro diciendo que son las entradas que pedimos tenia que habernos alertado. Pensar que lo que creíamos la broma no lo era.
Le divierten estos juegos sobretodo considerando el potencial de diablura del juego.

Aparece a la puerta de una Haima, mas que carpa, que ocupa el vacío donde residia la torre. Lo hace pateando un perro sarnoso de esa forma especial que te hace reír y borra por un instante de tu conciencia que es un acto cruel.
Luego de la incorregible e informal presentación de viejos camaradas, puesto que nos encontramos por vez primera en Moscu, nos entrega jovialmente los papeles demacrados con ese gesto afectadamente majo de ponerse el sombrero en el corazón que te niega que aquí haya truco.

Son esos detalles: sus ademanes teatrales e irrespetuosos con las formas y el gancho de su pícaro rostro los que no puedo negar que me ponen.
Y es peligroso, por que el sabe que es un fulano guapo e interesante. Te inflama la emoción del la vida, el riesgo y el disparate con cada partícula de su ser escopeteada en todas direcciones por sus poros, su morena piel y sus vivaces ojos y boca con fina perilla.

La fortuna se alía conmigo por que le parece infinitamente mas interesante Charo y yo paso de puntillas con la compostura casi intacta.

No tengo la soberbia de creer que no se ha dado cuenta y supongo que la facilidad con la que me ve no le interesa teniendo un hueso mas jugoso que roer delante. Tendría que decirle algo a Charo pero como no traicionarme al hacerlo.

En mi hay algo que dice que Django Cei no es malo y tampoco bueno. Es algo totalmente desconocido y diferente.
No se si podre abordar a Charo y avisarle. En mi corazón y cabeza hay una vocecilla que pregunta con tono sarcástico y convincente que de que hay que ponerla a salvo.

Al menos la conversación es corta.

Tenemos las entradas, según Django, pero la Representación no es hasta la medianoche de dentro de dos días.
Y No. No podemos hablar con los actores pero si queremos podemos entrar entre bambalinas para ir abriendo boca. No le ha faltado decir sin variación en el precio. El no diria eso nunca.

Nos ha descorrido la falda del entoldado y nos ha invitado a entrar.

Me impresiona la infinita capacidad de aguante ante el asombro que acumulamos vorazmente y me asalta le duda de en que grado ya lo generamos nosotros mismos.

Muy poca gente sobre la faz del mundo atrae la atención de alguien como Django Cei y muy pocos lo tratarían como nosotros. No se atreverían a aceptar sus invitaciones.
Intuyo con lenta comprensión que no somos invitados a esa venidera representación por nuestra mera condición de aptos espectadores si no que, aunque sumidos aun en grados, según de quien se trata, distintos de la ignorancia de como, nuestro advenimiento como actores en la gran obra se decanta. La gran obra de voluntades cuyo telon casi percibes que se alza.

Confiamos en Django lo que es una gran muestra del misterio en el que se han convertido nuestros actos.

Supongo que podíamos haber acabado en muchos lados pero nunca es mas sorprendente que el lugar concreto en el que deberías estar cuando llega el momento. Ese es el talento sobre las ironías que domina Django tan sutil como expeditamente según el caso y expuesto en mas niveles de los que tienes visión al alcance. Eso es lo que en mi corazón lo hace tan imprescindible.

Con tranquilidad y ningún esfuerzo alcanzamos la casa de Eugen caminando bajo un portal de lona un par de pasos.

Tardamos unos dubitativos instantes en apercibirnos que ese es el lugar donde nos encontramos pues, su aspecto es radicalmente distinto a los recuerdos de hace ni un par de días o mas atrás, de cuando hasta aquí, con Él, bajamos. No es hasta que Pola vislumbra la explosión de vida sobre la mole de su versión de Mont Matre con su cupula particularmente hendida que no comprendemos a donde hemos llegado.

Es un paisaje espectacular en verdes, blancos, azules, inmerso bajo la protección de los pliegues sin horizonte de la carpa e inundado de efervescente vitalidad.
También hay cadáveres. Dispersos pero evidentes, tropezamos con los restos de los últimos habitantes de este sitio. Uno de ellos parece el de aquella criatura que nos contemplo y que Pascal nos dijo era su amigo perdido.
Mas allá, imponente, domina el trazo vertical de lo que parece un gigantesco tronco de árbol muerto al que acompaña en su dirección de suave chasquido de lo que parece un filo rasgándolo.

Miento si digo que entiendo todo lo que veo pero si puedo expresar mis sentimientos de grato regocijo ante el cambio circundante y de una indefinida pena. El arbol muerto produce en mi un afecto influjo en parte entristecedor.
Cuando al estar mirándolo cae es como el fin de algo que da paso a lo nuevo.

Ahora es cuando vemos a los Ángeles.

Pola encuentra a uno en la fractura de la cúpula cuando sube a mirar y el que el resto vemos es el que ha acabado la tala del despojo del árbol que ya no esta.
Se aparecen humanos. Es la punta del fondo sobre la que los esperamos contemplar la que, igual que hacen Eugen o Einar, nos trae a los sentidos esa forma; posiblemente por que su rostro completo transciende lo que soportamos pero, aun como en este caso su contacto es efímero, transmiten esa potestad de la Completa Visión tras la carne.

Los que vemos hoy pertenecen a los Elohim, Vigilantes, la misma orden que la del padre de Xavier. Su tarea me es confusa, entre otras cosas por que decidí escuchar a Pascal y no enterarme de lo que me esta vedado, pero creo y puede que me equivoque que acompañan a Los Poderes que viajan entre mundos.
Son de aquellos que permanecieron cuando al principio se abrió la Fractura y se dividió el Reino.
Una grieta de separación que cargan en ellos mismos.

Hemos conocido a varios de estos seres ademas de Eugen. Algunos, creo, que son observadores como Einar y otros, cada uno a su manera, luchadores como Joseph y Dolmance.
La ambigüedad de su naturaleza, ligada al efecto de su presencia entre nosotros, es intensa en extremo cuando los tienes delante.

Todo es intenso con ellos tanto la calma, como la pasión, como el hondo pensamiento.

Es Dolmance, con el brillo de su indomable espíritu encendido en la mirada rezumando de fascinación, la que nos cuenta el origen desencadenante de esa obra que se ensaya y desenvuelve en cada esquina de Paris.

Nos explica la liberación que Xavier ha ejecutado con el germen de su música.
Con un desparpajo y entusiasmo en su voz, mas perturbadores que la visión de un arma en sus manos de Ángel Luchador, ella narra como Xavier ha dejado en libertad a la Serpiente como me viene a la mente, una vez alguien hizo en la Moscu de los muchos colores y que los que nos envuelve es el baile cimbreante de su carne derramándose por todas partes.
Sorpresas detrás de las sorpresas nos esperan ahora que lo que fue estrecho se hace cada vez mas ancho.

En silencio y mi interior, siento una reverencial consideración por Xavier.
Todos tomamos decisiones decisivas en algún momento. Hay que vivirlas y sentirlas en el corazón y llevarlas a cabo con el saber de la cabeza o del instinto.
No siempre se puede andar entre bambalinas como ahora.

Me templo al pensar en él con la evocación de la contemplación de los Señores tal y como de otra forma retorcida se me ocurre que lo hemos ido haciendo desde que llego a nuestras vidas Eugen, en sus presencias. La diferencia que te otorga cada uno es el punto de perspectiva y la magnitud de la mirada a la que con cada uno de ellos te enfrentas.

Conminados al regreso y una vez nos encontramos con Rellan que también ha entrado aquí pensamos en marcharnos. El aun insiste en que permanecerá un rato y que quizás abordara la contemplación de algo que nosotros solo hemos atisbado a percibir. Las catacumbas de los Condenados en los cimientos del monumental templo del Diablo donde no llega la luz del Sol. Allí reside la espada que una vez intercambiamos con Eugen y que según, su destino, encabezara ejércitos e iba destinada a Jean.
Lo vemos dirigirse al lugar con natural prestancia, lo que he de reconocer me da un poco de envidia, pero que se me olvida por la infinidad de emociones en las que mi vientre, mi pecho, y mi cabeza intentan concentrarse.

Tantas cosas que pasan a nuestro alrededor que no abarco.

Con Pola pensativo y no es difícil saber en quien esta pensando y no es en Él.
Con el magnifico Rellan, esplendido y arriesgado, camino de Allí Abajo y solamente con sus claras ideas y nuestras plegarias como ayuda.
Con la desquiciada mano de Anibal y su sabia decisión de cortársela.
Y con el no tan sorprendente regreso de Eriltes y la, para mi incomprensible, ceguera autoimpuesta que respecto a ella levanta Charo cuando hablan... Mi suegra habla extramada pero habla claro y hay parte de profundidad en sus palabras que tengo en cuenta. Solo intentare no volverme tan loca.

Tantas sensaciones y acontecimientos pero, aun queda sitio detrás para un rumor como la mar de fondo. Allí los pensamientos sobre Xavier y Marion me mandan olas.

De Marion. ¡Oh Diosa Marion! Labro todo el esfuerzo para convencerme que solo esta extraviada y viva, solo que a su extraño lado. Que esta a salvo y sana y sin miedo. Es una forma tonta de magia, y lo se bien que por que me empeñe en ello no va a funcionar si no hay mas, la de desear con toda tu alma una cosa en la esperanza de que se cumpla pero no puedo perder las esperanzas. Esa es mi propia vida y mi propia mirada. La imagino con todas mis fuerzas sana y bien. De vuelta.

Pero Xavier. Mi amigo en cuerpo, espíritu y alma. Intento imaginarme en la esfera trascendental en la que se encuentra ahora y lo que esta experimentando y no me cabe, y Diosa si lo intento, el estrecharlo en mi por completo.

Esa parte de lo que contemplamos en Ellos que le pertenece se me escurre entre los dedos a través de su origen Celeste. Por eso me conjuro en lo que esta por ahora a mi alcance y es la persona que conozco y aguardo que no cambie tanto.
Puedo, poco a poco ponerme delante de mi y ser ellos y contemplar lo que confían de mi corazón encontrar y no negarselo, de mi amor y mi agradecimiento y ver como los abrazo y les beso y solo les digo sin palabras que les quiero.

Por que la vida no son estas bambalinas sino el misterio que nos aguarda cada dia que compartes juntos en completa realidad.

Con ellos de Vuelta recibidos en nuestros Brazos y nosotros en los suyos.

Ahora que todo es posible.

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