24/2/08

La Oscuridad (i). El Viaje hacia Abajo.

Había tenido un sueño premonitorio.
El venía a mi casa a charlar, y los dos manteníamos esta conversación.
En mi sueño, claro, era él quien estaba incomodo y yo la que dominaba la situación.
En la realidad, lo que parece ser fácil en los sueños, es muy difícil de labrar.

Empieza por las formas y la elección del lugar y el momento. Le gustan estos juegos perversos. A varios niveles y afectando a distintos objetivos. Es un don para la oportunidad.
A Annette y a mi nos llevo abajo y a Anibal le dejo con el miedo de la incertidumbre.
No iba a hacerlo cuando estuviera yo sola. Eso ya lo ha saboreado. Ahora extiende su tormento a los otros.

No creo que fuera un mal viaje pero no me da alegría su consideración. Si me quiso entera y lucida es por que le beneficiaba. Si me quito de escena es por alguna razón.

Bueno, de repente París es otra ciudad y te sientes perdida e impotente sobretodo por que en esta ocasión se ha atrevido a tocar a tu hija.
La única acción en tu mano es tomarla en brazos y arroparla lo mas posible contra mi mientras le susurras para no llore y no mire y sabes que si él quiere esto es completamente fútil.
Estas en su casa, es su turno de juego, y no tienes donde ir ni que hacer mas que hablar que, al final supongo, es lo que quiere. Con las palabras mata mejor. Usando palabras al menos se divierte.

Allí estaba yo, convencida y preparada de antemano a tener este encuentro y derrotada de inicio por los condicionantes. Ni siquiera el humor me devolvió al esquema que tenia imaginado.
¡Por la Diosa, se trajo a Annette conmigo! Esa jugada sucia me desarbolo por completo.

Tuve que improvisar. Tuve que ser Gabrielle en grado sumo. Para lo bueno y para lo malo soy así. Sincera y bocazas. Espero no haberle dado mas de lo que ya tenia.

Primero, como no, se metió con Annette, con la cuestión de su nombre. Supongo que eso piensa que le da poder. Creo que en eso se equivoca. Ni yo ni él podemos saltarnos la verdad de que es uno mismo el que se da nombre. Y Annette, llegara el día, que encontrara el suyo.
Supongo que así también me demostró que sabe muy bien cual es la rienda que me doma.

Luego empezó conmigo.
Me lanzo esa pregunta que vale un universo y en mi caso por valor de una vida. A bocajarro.

"¿Por que te mate, Gabrielle? ¿Lo sabes?"

Yo creo que si y maldita sea mi lengua, que se lo dije.
Utilice una analogía, la Diosa quiera que se pierda en ella.
"Nudo Gordiano" Le dije.
Él se rió. Se mostró sorprendido. Incrédulo de que no lo supiera.
Me hizo sentirme tonta. Como una aprendiz.
No quiero ese sentimiento. No quiero esas lecciones de él.
Pero sé que las voy a tener. La maldad enseña. También.
Solo espero que no me leyera la mente.
Por que aunque él me hiciera dudar de mis ideas, aun creo que tengo razón.
Me corto por que soy un nudo o lo seré.
Me corto por que sin nudo no se sostiene la yunta.
Sin yunta no hay arado. Sin arado no hay cosecha.
Sin cosecha no hay vida en el invierno.
Estoy exagerando la escala de mi importancia, pero es solo para que se comprenda.
Me corto por que hay una diferencia entre que este o no, ahí.
De momento el que la contempla es él.
Yo solo la siento.
Creo que solo se me permitirá vivirla.
Y que otros serán los que la vean.

Pero no se detuvo aquí. Después me siguio asaltando con la articulación de una duda que me hace reconcomerme.
"No te das cuenta" dijo "Lo hice por el bien de lo que debía venir. Intereses, que estaban y están comprometidos. Por ti"
Lo mire y escuche confusa pero muy atenta.
"¿Nunca te has preguntado por que saliste de donde nadie sale?¿Por que ronda la desgracia a tu alrededor? Por que tu eres una de ellos. Estas Maldita. Y te infiltraste para hacerles caer. Y tomar la torre. Tu eres su espia"
Cada una de sus palabras se vino muy adentro. Calaron en dudas y huecos de sombra de la incertidumbre, que seguían allí dentro mio.

Sé que todo es un timo de alguna manera, pero sé que usa algo de verdad en lo que intenta.
Sé que sabia que no me lo podría callar.
Lo que no sé es si en su conocimiento estaba lo que he llegado a hacer.

Supongo que no le importa. Que tiene muchas lineas que usar.
Soltada la bomba se dispuso a deshacerse de mi. A devolverme a arriba.
Yo no me contuve. Diosa, se que me arriesgue pero de alguna forma me sentí impelida a hacerlo, a preguntárselo.
"Eugene, ¿Tu crees en el Libre Albedrío?"
No era su respuesta lo que esperaba. Era el hecho de que atreviera a responder.
"Si"

Como fuimos abajo, volvimos arriba.
Pero yo no volví igual. Me traje la resolución que había intentado incubar sin éxito hasta entonces. La firme decisión de despejar las tinieblas.
Me importa aun un carajo si esto es lo que el quería.
La decisión la tomo yo.
Por mi misma y con todas las consecuencias.
Sigo siendo una Hija del Sol, y primero debo traerme luz a mi misma.
Aunque eso destape la Oscuridad que reside agazapada.
Aun en ese momento seré libre.
Y haré lo que tenga que hacer.

No hay comentarios: